32- Cᴇʟᴏs

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Kusuo Saiki, el chico del capitulo anterior que había dicho que no los perseguirá

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Kusuo Saiki, el chico del capitulo anterior que había dicho que no los perseguirá.

Ahora se encuentra caminando detrás de ellos.

Tratando de no parecer sospechoso y como si solo fuera por el mismo camino.

Aunque el hecho de que los mire tan fijamente y aveces se trate de esconder lo hacia algo obvio.

Era claro se estaban extrañando por aquello.

Mientras el peli-rosa solo quería seguirlos a donde sea, ya que claramente sabia sobre los pensamientos de la chica.

Los pensamientos tan cursis de la muchacha, esos por alguna razón lo ponía realmente exaltado y asustado por algunas razones que sin duda el psíquico no comprendía.

Perderlo... No quiero perderlo...

Piensa el adolescente, dándose cuenta que realmente era eso.

A los 14 tuvo un amigo, el cual estuvo junto a él siempre.

Hasta que conoció a una chica en especifico.

Una nueva alumna de su Academia, una chica que se hizo popular en segundos.

Pero claro que al leer su mente se dio cuenta que era algo egoísta y falsa.

Una chica codiciosa.

No quería acercarse a ella, pero su amigo en esos momentos siempre lo dejaba atrás con tal de hablar con esa muchacha.

﹝❀⃟ ⃟⸙̒ ﹞

¿Por qué no mejor vamos a- — Le iba a pedir que vayan a otro lado, pero el peli-azul lo interrumpió.

Lo siento Saiki, iré con ella — Dice con un sonrojo en sus pómulos mientras de iba hacia ella.

Kusuo solo suspiro y se despidió, sabia que al muchacho por alguna razón le daba vergüenza estar junto a él cada que iba con la chica.

También sabia el porque, ya que justo esa chica de cabellos negros le dijo que el psíquico le parecía algo raro y le daba miedo lo serio que era.

Sabia el porque dijo eso, solo porque él era el único que no suspiraba por ella.

Como si el mundo girará alrededor de ti... — Murmura mirando a su amigo retirarse y hablar con esa muchacha.

Era claro que algo pasaría ese día, algo realmente que lo pondría mal.

Y ese algo era el hecho de una pareja, una que hizo que la amistad que tenia con ese muchacho se destrozara.

Que desapareciera.

Y sin duda, era gracias a aquella chica, aquella chica que se le confeso a su amigo.

Fᴜᴄᴋɪɴɢ Iɴsᴇᴄᴜʀɪᴛɪᴇs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora