Heartstopper/Zombis

Charlie - Parte 23.- Amigos

--Tranquilo Charlie... no llores, por favor.

Y nuevamente mis malditos sentimientos se ponían en mi contra. Esa sensación de sabor desagradable en mi boca y la necesidad de querer volver el estómago por las náuseas incontrolables me invadieron nuevamente. La celda del vehículo en el que nos habían aprisionado me sofocaba con cada segundo que pasaba. ¿Es que acaso soy tan débil que no puedo enfrentar esto como un maldito hombre?

--Lo siento Nick, en verdad lo siento... –quería secarme las lágrimas, pero las esposas limitaban el movimiento de mis muñecas y confinaban mis manos a mi espalda.

Mientras sentía cómo el vehículo flotante se movía con todos nosotros a bordo, las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos. Odiaba llorar, en serio lo odiaba. Tal vez todos dicen que no es malo, pero en serio me odiaba por no poder contener las estúpidas lágrimas. ¡Débil! Solo eso eres Charlie, ¡Débil!

--¿Tienes alguna idea Samantha? –le preguntó Harry

--El vehículo está completamente blindado, no puede verse nada desde aquí y además esos sujetos están armados hasta los dientes. Lo lamento, pero no se me ocurre nada. No esta vez.

--¿Y ahora qué hacemos? –la cara de Harry mostraba una gran tristeza, era la cara de un niño al que sus ilusiones se le habían hecho trizas en un instante.

--Todos lo escuchamos. En cuanto terminen con nosotros, van a matarnos Harry. Y no creo que haya vuelta de hoja respecto a eso –declaró Samantha.

--Charlie... --Nick no dejaba de verme con ojos de compasión. Supongo que solo quería estar conmigo y darme un fuerte abrazo. Pero ahora yo sentía como si no quisiera recibir nada de eso por parte de él, o de nadie.

--¡Estoy bien! –me limité a decir con un tono bastante tajante y grosero.

Agaché la cabeza para que mi cabello cubriera mi rostro, ya que mis manos no podían hacerlo. No había nada que odiara de mí más que dar pena en momentos de crisis, más que llorar.

--Spring... --se dirigió a mí Harry--. Si lo que dijo el hombre de la armadura es cierto, y vamos a morir, tal vez no tenga sentido seguirte envolviendo en esa coraza.

--Entonces muéstranos genio –le replicó Nick

--¿Mostrar qué?

--El cómo... El cómo debemos reaccionar ante esta situación. El cómo reaccionar cuando unos imbéciles que mataron a esos monstruos tan letales como si nada, ahora dicen que van a matarnos. Muéstranos por favor el cómo reaccionar cuando vamos a morir. ¡Muéstrame por favor cómo el gran Harry Greene reacciona cuando la situación se fue al puto demonio!

--Amigo...

A pesar de aún tener lágrimas en el rostro, incluso yo levanté la cabeza. Samantha también miraba a Nick con una expresión seria, pero lo suficientemente suave como para saber que entendía lo que él estaba diciendo.

--¡Tú lo escuchaste Harry! No éramos más que sujetos de prueba para esos idiotas. No somos más que unos malditos ratones de laboratorio para ellos. ¿Y adivina qué hacen con los ratones cuando ya no sirven?

--Amigo...

--¡No me llames amigo Harry! ¡Eres un maldito hipócrita! No pensaste en ningún plan para salvarnos, pero no paraste de tirar mierda a los planes de Samantha cuando ella era la única que podía pensar. No paraste de tirarme mierda cuando Singh me eligió como capitán del equipo de rugby y no a ti. No paraste de tirarme mierda con lo de nuestro maldito beso y con lo de que tal vez yo era un maldito gay de clóset. ¡Y ahora vienes con la estupidez de que no debemos encerrarnos en una maldita coraza! ¡Por una puta vez en tu vida, quisiera que no pienses en nadie más que en ti! ¡Pero eso es imposible! ¡Nunca piensas en nadie más que en ti! ¡No te importa nada más que no seas tú! ¡No te importó el equipo de rugby! ¡No te importa el cómo me sentí! ¡No te importa el cómo se sentía Charlie! ¡No te importa un carajo! ¡Nunca te ha importado un carajo!