Dos extraños extrañándose.

1.1K 18 1
                                    

Abril 12.

Ella.

Ella lo miró como si lo desconociera, como extraños, distantes; lo miraba así desde hace meses, él en cambio ya no la miraba...

-Dime algo lindo -Le dije mirándolo, mis ojos le decían: te necesito.

Bajó la mirada, soltó un suspiro que gritaba "Ya vas a empezar" la agonía comenzó, el silencio pareció eterno, tragué saliva y mis esperanzas bajaron al igual que mis lágrimas. 

-No sé que decirte. 

Dijo por fin, ya no quedaba nada de su voz cálida, eran palabras vacías, tan frías que me ponían a temblar.

-Dijiste más de lo que crees...

Suspiré y contuve las lágrimas.

-¡Carajo!

Gritó.

-¿Qué es lo que esperas de mí? 

Continuo y pasó su pulgar y el dedo índice por las comisuras de sus labios.

-¡¿Por qué debería decirte algo lindo?!

Enfatizó la palabra "Por qué"

-Porque hace tiempo olvidé lo que causabas al decirlo...

Las lágrimas invadieron mi rostro, estaba rota.


Desconozco el momento exacto en que todo cambió tan radicalmente, sólo sé que una mañana me desperté y sentía el vacío como nunca antes, un vacío en el pecho que me hacía sentir incompleta, extraña, desconocía a el hombre con el que me despertaba cada mañana, al que había elegido para pasar el resto de los días a mi lado, el que en alguna ocasión me hizo sentir que esto iba a ser por siempre, habían pasado sólo seis meses y vivir junto a él era una tortura, estaba al lado de alguien que ya no me amaba, que ya no demostraba sentimiento alguno hacía mí, pareciera que estar a mi lado fuese un compromiso, una rutina o una costumbre, en tantos años de relación, aquella no fue tan mal hasta que tomamos la decisión de vivir juntos, día a día, todo se desmoronaba y por alguna extraña razón, ninguno de los dos hacía nada por mejorar la situación que empeoraba cada día más. 

Indiferencias, silencios, palabras vacías, eran el menú de cada día.


***

 Él

-Dime algo lindo -Me dijo mirándome, me desconcertó totalmente la calidez de sus palabras y lo que había salido de su boca, se acerco y había un tono entrañable en su voz.

Bajé la mirada, solté un suspiro, no entendía, como días y horas antes su frialdad y su indiferencia invadían la habitación y ahora muestra a flor de piel su calidez.

Por mi silencio sus ojos se hunden en lágrimas y me toma por sorpresa su actitud.

-No sé que decirte. 

Dije  por fin, en esos instantes.realmente no sabía que decir y como porque me preguntaba esto tan de repente.

-Dijiste más de lo que crees...

Dijo volviendo a su tono indiferente, ¿dolida? quizá.. ¿Pero por qué? Ella había sido la que había cambiado tanto y cuando imité su actitud todo se fue a la mierda, esto ya había acabado hace tiempo y ninguno de los dos lo hablaba, ella sí que logra sacarme de mis casillas, me exaspera y no comprendo sus arranques de ternura, cuando todo lo que solíamos tener ya no está.

-¡Carajo!

Grité

-¿Qué es lo que esperas de mí? 

Continúo con ganas de expresar todas las palabras atoradas que llevo dentro.

-¡¿Por qué debería decirte algo lindo?!

Me molestaba el hecho de que ella esperaba que yo fuese el que tomara la iniciativa siempre.

-Porque hace tiempo olvidé lo que causabas al decirlo...

Respondió, sus palabras me lastimaron realmente, ella cree que es la única víctima aquí y eso me hiere.


Alguien en algún lugar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora