Distrito Esperansia.

El cuarto aprendiz: Segunda parte.

Efectivamente, Ava ya había llegado a la mansión, ella se impresiono por lo grande que era aquella edificación tenía un gran patio frontal, lleno de coníferas como pinos y cipreses, mecidos por el viento en sus copas, desprendiendo su olor característico, a un costado del patio se encontraba una fuente en ella se podía observar su antigüedad, evidenciada por el moho y la corrosión que se podía observar al pie de esta, a la par de esta se encontraba un invernadero el cual llamaba la atención de Ava al estar cerrado con dos candados como si no quisieran que alguien se acercara a este, finalmente observo aquella edificación enorme con sus dos plantas, una mansión que ella no se imaginó ver así, construida entre madera y ladrillos con sus paredes pintadas de verde y turquesa y las ventanas de color blanco, a pesar de tener colores vividos, jardines preciosos y un frondoso bosque esta casa parecía estar impregnada por la tristeza de los niños y no era de asombro por lo que había sucedido.

En la puerta estaban dos jóvenes observando la llegada de su padre, Piero y la nueva huésped, detrás de ellos se encontraban los mellizos temerosos y curiosos tras la llegada de su padre con la mujer, Ava al verlos también curiosa les sonrió, en seguida Julien salió a recibirlos.

- Buenas noches, padre, no imagine que volverías.

- Basta Julien sabes que vendría de nuevo con su nueva tutora.

- Hola mucho gusto.

- Hola joven, soy Ava y el gusto es mío.

- Ava vamos adentro allá conocerás a los niños.

Enseguida todos caminaron a la casa, mientras Piero ayudaba con las maletas, Ava quedo sorprendida al ver lo grande y espaciosa que era la casa por dentro llena de colores rústicos, con una gran escalera de caracol que guiaba hacia las alcobas, el típico candelabro no podía faltar debajo de este se encontraba un gran espejo y en sus paredes se podía ver retratos de la familia, a Ava le llamo la atención uno en especial, el de la familia donde estaban todos incluyendo a Estela, por lo que pudo ver era una mujer hermosa de cabello negro y tes blanca, la niña Julie tenia un gran parecido.

En ese momento que Ava observaba el interior de la casa Denegeo procedió a hablar...

-Niños les presento a la señorita Ava, ella va a ser posiblemente su nueva profesora, un crujir de madera alarmo a todos, era Jean observándolos desde las escaleras.

- Hijo también vas a recibir lecciones de la señorita Ava y esta vez no voy a dejar que te encierres a aprender solo en la biblioteca.

Jean enojado se retiró, enseguida se escuchó como cerraba la puerta fuertemente.

- Disculpe a mi hijo Ava, ya hablare con él, por ahora muchachos espero que ustedes colaboren con su profesora y den un buen rendimiento.

Julie con los mellizos tomados de las manos se acerco a Ava y la saludo.

- A ver mellizos saluden a su nueva maestra.

- ¿Ella nos va a ayudar a terminar nuestra pintura Julie?

- Si+ Jenn, ella les va a ayudar y pintaremos más.

- ¿Y también jugara con nosotros a los escondites?

- Claro que si jeypi, ella jugara mucho con ustedes.

- Bueno, chicos vayan a cenar que tengo que hablar con Ava un momento.

- Disculpa Ava ¿dónde te dejo las maletas?

- Aquí están bien, yo las llevare después.