the prettiest flowers bloom at night. [TeruMob]

Capítulo 3.

—¿Omega? ¡¿Eres un omega?!

Por primera vez desde que fue un niño, el rostro de Ritsu se iluminó completamente.

Eso no estaba ni remotamente cerca de lo que el menor de los Kageyama esperaba que su hermano mayor le contara, pero no iba a negar que le había tomado por sorpresa, especialmente después de todo su actuar tan relajado y de "Shigeo normal" que había portado desde que le encontró en la puerta de la clínica, aunque no pudo evitar detenerse a pensar en qué estaba pasando por la mente de su hermano al momento de contárselo, porque hacerlo justo antes de entrar a su hogar en donde sus padres esperaban por ellos no parecía ser parte del plan que Ritsu podía visualizar en los ojos de su hermano.

—¡Shigeo! ¡Hijo!

Las voces de sus padres hicieron eco en los oídos de los hermanos, y el primero en sonreír fue el nombrado, que no tardó en quitarse su saco, colgarlo en el perchero un poco más adelante del genkan de la casa, y adentrarse hacia donde estaban sus padres para saludarles con un fuerte abrazo, pues llevaba un buen tiempo sin verlos. Ritsu, que se había quedado detrás terminando de colgar su abrigo, analizó la escena, y llegó a una conclusión, que no tardó en vocalizar en cuanto encontró a su hermano lavándose las manos antes de la cena.

—¿Qué sucede? No digas que nada porque todo esto es muy extraño.

Y sí que lo era, porque las voces de sus padres dejaron de comentar aquel programa que veían durante la cena desde que Shigeo se había ido de la casa y Ritsu se la pasaba encerrado en su habitación estudiando, casi como si estuvieran atentos a cada cosa que el mayor de los hermanos fuera a decir, pero Shigeo simplemente terminó su tarea, encogiéndose de hombros, y luego se secó las manos con la pequeña toalla a su lado, dejando de ver su reflejo en el espejo para admirar a su hermano, que se había apoyado sobre el marco de la puerta, con una ceja levantada.

Shigeo sonrió.

—Nada, en serio —contestó, volviendo a dejar la toalla en su lugar antes de empujar a su hermano fuera del baño, y así hasta llegar una vez más al comedor, en donde sentó a Ritsu con sus poderes antes de sentarse él a su lado, todo ante la atenta mirada de sus extrañados padres—. ¿Qué vamos a cenar?

Ritsu, que aun no podía procesar todo lo que había sucedido desde que llegó Shigeo, simplemente giró su cabeza hacia su dirección, volviendo a levantar una ceja con completa incredulidad, y las palabras quedaron a mitad de su garganta al escuchar a su madre contestar la pregunta que había hecho su hermano, segundos después dejando la cena sobre la mesa. Luego de dar las gracias y admirarse el uno al otro, todos comenzaron a comer, Ritsu sintiendo que estaba perdiendo el tiempo por primera vez en toda su vida.

Sabía que algo estaba pasando, y parecía ser el único que lo notaba, porque a ojos de sus padres su hermano mayor seguía siendo el mismo, nada había cambiado. Ni siquiera las cosas de las que hablaban, o del silencio cómodo en el que a veces se sumían mientras comían. Y eso a Ritsu le confundía, porque aún sabiendo lo que Shigeo le había contado, todo seguía siendo... Normal.

O quizás no, y decidió relajarse y pasar un buen momento con su familia, teniendo en cuenta que su hermano no había pasado a visitar por un buen tiempo, aun sabiendo que siempre sería bienvenido. La cena transcurrió con normalidad, y de vez en cuando tanto Ritsu como Shigeo sonreían, quizás al recordar las cenas que compartían en familia cuando eran adolescentes, y poco a poco el menor se perdió en esa calidez que su hermano emanaba, olvidándose por completo de la situación.

—¿Entonces?

La voz de Ritsu resonó por debajo de la del agua corriendo del grifo, la misma con la que Shigeo lavaba los platos que habían utilizado mientras su hermano los secaba. Las manos del mayor se detuvieron repentinamente, y Ritsu hizo lo mismo, dejando caer su cabeza ligeramente hacia un costado para admirar mejor a su hermano, quien se había quedado mirando directo al agua, simplemente dejándola correr.