Little Mermaid | BrightWin.

"La primera mañana después de su boda con otra, se partirá tu corazón..."

"La primera mañana después de su boda con otra, se partirá tu corazón y te convertirás en espuma flotante en el agua".

El tiempo pareció pasar más lento de lo normal, pero a la vez, también se fue en un suspiro.

Bright ahora aprovechaba pasar cada momento que tenía a su lado. Había reanudado sus almuerzos en su facultad, las salidas espontáneas y las noches de películas.

Como si él supiera que dentro de poco, todo eso iba a desaparecer.

O talvez sí lo sabía, pero por otras razones, y la que él le daba, era la misma que venía respondiendo desde la primera vez que le preguntó.

- Pronto seré una papa casada, quiero disfrutar estos últimos días con mi mejor amigo.

Si tan solo supiera.

La mano en su muslo le hizo brincar en el asiento, volviendo a la realidad que se dibujaba frente a sus ojos.

— Ya llegamos. —la voz de Jumpol se filtró por sus oídos, por fin entendiendo donde se encontraban.— ¿Quieres bajar?

Su cabeza se movió inmediatamente, negando.

Aquella era la última noche antes de que él sea "marido" de alguien más.

Su pecho dolía por la avanzada enfermedad de Hanahaki que sufría, pero no tanto como su corazón por el sufrimiento de saberlo nunca suyo.

— ¿En qué momento pasaron tres meses?
Su mirada voló a la comprensiva que le dirigía el médico.

— Creo que él se encargo de que este tiempo pase rápido. —sus dedos acariciaron su mejilla derecha, para luego bajar su mano a apretar las propias, dándole aliento a seguir adelante.— Sólo hoy.

Win asintió. Aquel era el último día de su sufrimiento.

— Disfrútalo, Win. Jódela si deseas.

El estudiante de derecho rio ante lo último dicho, sopesando la frase muy profundamente en su ser.

— Me llamas cualquier cosa.

Win asintió antes de abrazarlo y bajar del Jeep. Era en ese momento o nunca. Se despidió agitando su mano, viendo como Off se alejaba, él afuera de aquella discoteca.

Con un suspiro, inició su camino a la puerta, mostró la tarjeta y entró sin hacer fila.

Sabía que su amigo había alquilado una parte de aquel lugar para esa noche, su despedida de soltero.

El nombre del evento removía sus entrañas de una forma asquerosa, sintiéndose el peor amigo del mundo por no desear que pasara, pero se sentía medio obligado a asistir y disfrutar esa noche, en su nombre.