Nad-ari noe

Marzo

Ilustre caballero,
Deme un abrazo,
Que el tiempo es traicionero
Y el mundo, falso.

Capaz autoridad,
Venga el consuelo,
Que en esta soledad
Ya siento el suelo.

Perdiendo la razón,
Risas traviesas
Robando al corazón
Fatales piezas.

Obedecemos, pero,
¿Quién nos socorre
Al desviarnos del cero
En nuestra torre?

Oscuro es el motín,
La espera, inmensa,
Insípido el fortín,
La sombra, densa.

Ahogados en profundos
Pozos de hielo,
Los pasos son inmundos
Llegando al cielo.

Ocultos bajo piedra,
Sin luz del día,
Duele como la hiedra,
Ronca agonía.

Y hasta el que sobriamente
Se mantenía,
Ha decaído en triste
Alegoría.

Objeto de mi amor,
Ven a mirarme,
Piensa mi absolución
Que has de soñarme.

Somos desamparados,
No hay defensores,
Que lleven quietud del plato
A los colores.

Se gastan las semanas,
Siempre conciente
Que las armas son vanas
Al oponente.

Que no importan avances
Que nos alcancen,
Los daños y percances
Temblar nos hacen.

La unión hace la fuerza,
Amar te cura,
Por eso nuestra ciencia
Es cruel locura.

Amar nos pone en riesgo,
Te beso, abrazo,
El fin en guerra y sesgo
Será este marzo.

El hombre es dependiente,
Convivio es vida
Cuando solo se siente,
Sagaz salida.

Espacio de valor,
Ven a limpiarme,
Vacíos de terror
Quieren matarme.

Pero un voraz desliz
No nos detiene,
De nuestra fuerza el gris
La voz contiene.

Por eso despertamos,
Vemos al cielo,
Y qué será, confiamos
Vernos de nuevo.

El corazón no para,
Ni el sentimiento,
Hallamos diversión
En mal momento.

La esperanza es constante
Dando emociones,
Consuela todo instante
Con ilusiones.

Es oportuno tiempo
Para encontrarnos,
Reflexionando lento,
Perfeccionarnos.

Y cuando acabe todo,
Salgamos libres,
Se oirá el cantar sonoro
Entre los miles.

Valientes ciudadanos
Conmigo canten,
El viento de sus manos
Voces levanten.

Ilustre caballero,
Deme un abrazo,
Que el tiempo es tracionero
Y el mundo, falso.