7- Consecuencias

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De regreso y faltando poco para él amanecer, Solayra voló en silencio y los dejó a la entrada de la cueva. Trás lo cuál comenzó a descender de la misma.

-Solayra, a dónde vas?- preguntó Dael viendola partir.

"Fue una noche larga, debo cazar"

respondió ella con tono jovial.

-pero...

"Estoy bien, no vemos en un rato"

Se alejó rápidamente sobre los árboles.

-los va a cazar a ellos- dijo en voz baja Leth.

-cómo?

-buscará venganza.

Dael se alarmó

-pero la van a matar! Ni siquiera es un dragón adulto!

Leth hizo un gesto de incredulidad.

-no creo que lo logren, ella está furiosa-dijo en tono dramático.

Dael lo ignoró, encilló a Nalda y tomó su arco y flechas.

-si encuentra a los que hicieron eso la van a destrozar. E visto a los elfos matar a un dragón 3 veces más grande que ella y sólo eran 6.

Leth resopló

-y crees que dos adolescentes más harán la diferencia?

Dael lo miró irritado

-pues algo podremos hacer.- Cogió a Nalda de las bridas y la llevó fuera para montar y seguir a la dragona.

-Esperaaa! Quiero ver a Solayra matar elfos!-chilló Leth ensillando a su yegua rápido.

                                  🗡

Solayra les llevaba ventaja, sí descendió la montaña volando pero bajó a tierra y se metió entre los árboles caminando.
Ella era muy silenciosa, más que ellos.

Andar entre los árboles a veces se le dificultaba por las alas, pero cada vez éstos se espaciaban más conforme se acercaba a una pradera.

Al estar más cerca de ésta ya no había sitio dónde ocultarse, los árboles altos y frondosos no dejaban entrar la luz del sol y había más que nada helechos y pequeños arbustos de humedad bajos.

Se quedó a la orilla del bosque, ayudó que apenas empezara a amanecer cuándo los vio.

En la pradera, un campamento de 3 elfos y 4 hombres.

Dónde estaban los demás, incrédula por lo pocos que eran esperó y olisqueó el aire.
Estaban dormidos la mayoría, sólo dos elfos estaban despiertos y hablaban entre sí.

Solayra continuó esperando, sólo sentía que debía matarlos a todos, tal vez no sería venganza suficiente, pero era necesario.

Sintió que de verdad los odiaba...la ira creció y salió de su escondite.

                                 🗡

Para cuándo llegaron los adolescentes el sitio en la pradera era un campo de caza.

Del campamento con sus dos tiendas no quedaba nada.

La dragona estaba sobre algo comiendo y al escucharlos se giró, pero pareció no reconocerlos.

Los miró con ansias llena de rabia un segundo.
Después se estiró y los ignoró.

"Qué hacen aquí?"

Leth señaló a Dael, pese a que la dragona no estaba mirando.

-creí que necesitarías ayuda.- dijo éste con voz trémula.

Lograron ver dos cuerpos o parte de ellos ocultos entre las altas hierbas.

"Les dije que iba a cazar" dijo ella como si nada.

-Ya lo vimos dijo con ironía Leth.

"Escapó uno, no sé si era un elfo o un hombre...no me fijé"

Comentó Solayra olfateando el aire.

Dejaron esa parte de la pradera sin pensar demaciado que pensarían los que encontrasen esa pradera con un festín para los zopilotes.

Confiaron que los animales salvajes lo terminarían limpiando...

                                 🗡

Casi dos semanas después, en una aldea a la cual los chicos entraron dejando a Solayra en el bosque, Leth señaló un dibujo de ambos y un dragón, amarrado a una pared.

Un dibujo de ambos dónde se ofrecía recompensa por la matanza de un grupo de elfos y sus acompañantes.

Bueno, por un lado no regresarían a las aldeas, pero..por otro, se preguntaron como sabían que ellos estaban involucrados, o mejor, porque ellos tenían algo que ver?

Solayra regresó muy excitada de un vuelo días después y les dijo que había muchos hombres peinando la zona dónde estaban acampando, buscándolos.

Pareciera que a dónde iban siempre había alguien buscándolos, cansados no podían quedarse demasiado tiempo en ningún lado  y con la dragona menos, ya que tenían que evitar que se acercara a las aldeas.

A Solayra se le dificultaba cazar sin ser vista.
Tendrían que alejarse mucho de la zonas pobladas y se acercaba el invierno. 
No podrían seguir así.

Rebuscando entre sus cosas algo para comer Dael encontró la pluma dorada que se habían guardado meses atrás.

-Leth, recuerdas lo que dijo aquél de la Villa? Que las puertas siempre estarían abiertas? Podemos volver ahí .- propuso

-no van a aceptar a unos prófugos...

-debemos intentar, es la única opción que nos queda antes del invierno...

Leth se negó molesto.

Su plan de vivir al margen, libre y vagar por ahí no incluía ir a una escuela...

"Y yo?" Preguntó la dragona curiosa

-vendrás con nosotros.-aseguró Dael

-y si no nos aceptan?-preguntó Leth- habrá sido una perdida de tiempo, deberíamos buscar refugio en las montañas, al sur, tenemos tiempo!

Solayra se acomodó en el suelo, entre las hojas se sentía apesadumbrada.

"Es mi culpa, por atacar a esos asesinos.. ése que escapó seguramente estaba ahí y les vió llegar a ustedes. Por eso es que no sólo a mi me buscan."

Leth arrojó una piedra por el camino frustrado.

-para llegar deberemos pedir un mapa...ni siquiera sabemos dónde estamos.-dijo

"Yo se dónde estamos, puedo guiarlos..."

Sin mediar palabra estuvieron de acuerdo.
No tenían opciones si querían pasar el invierno.

Sería Septiembre, el bosque comenzaba a cambiar de color de verdes a amarillos y naranjas.

La época de lluvias había acabado y la migración de aves había empezado.

Iniciaron el camino a la hacienda Vanell, tardarían casi un mes en llegar según Solayra.

Así que tendrían que tener cuidado por más tiempo.

Hubiera sido más fácil dejar a sus yeguas y que la dragona los llevara volando, pero Dael se negó  a dejar a Nalda.

Aunque Leth no estaba de a favor de pasar una temporada encerrado en una escuela, Dael sí deseaba regresar, desde el momento que se negaron a quedarse, y ésta era su oportunidad.

Si los aceptaban estaría encantado de aprender magia, sentía que ahí estaba su camino.

El Príncipe 1-  RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora