La decisión era estricta cuando se trataba de esos dos queriendo hacerme par.
Arrogante, cínico y quizá el nuevo asesino en serie, uno de mis mayores delitos porque no quería, ni podía dejarle ir tan pronto aún sabiendo que besarlo era un acto ilíci...
Dijo y yo la tomé más fuerte del cabello y asentí con una sonrisa para que ella después, me dejara ver una sonrisa psicópata.
—Y tú también me ayudarás con otro bastardo.
—Su-Hyeok.
Me dijo y yo asentí.
Realmente mi plan estaba dando lugar, soy Yoon Gwi-Nam, siempre tengo lo que quiero aunque lo pierda.
Después de un rato, fuimos a dar una vuelta al instituto y llegamos al baño de mujeres para que ella se limpiara la sangre que tenía en sus manos y en algunas partes de su cuerpo.
—Te gusta mucho Ji-hye.
Dijo Na-yeon mientras se miraba al espejo y quitaba la sangre de su cuello.
—Así es y tiene que ser mía.
Le contesté.
—Y, ¿No te gusta alguien más?
Mi miró por el espejo.
—No, solo ella. Las demás son las demás.
Entonces ella sonrió.
—¿A ti te gusta alguien?
Le pregunté y ella negó con su cabeza.
—¿Entonces por qué carajos saliste con Gyeong-su?
Dije y entonces ella se dió la vuelta para responder.
—Siempre ha sido mejor que yo y estaba harta, creí que si era su novia y lo mataba, nadie sospecharía de mí.
Se dió la vuelta mirando de nuevo al espejo y proseguir.
—Ese idiota de mierda me detuvo por un tiempo, me enamoré de un pobretón y eso no era parte del plan. Después me dí cuenta que tenía que seguir por más enamorada que estuviera, solo tenía amigos por ser su novia y no por que yo ahora fuera mejor que él. Lo comencé a tratar mal y desde ahí, mi plan se echó a perder.
—Eres muy linda para él, ¿Lo sabías?
Estaba coqueteandole.
—¿Entonces para quién quedaría mejor?
Me preguntó.
—Conmigo.
Le sonreí y ella hizo lo mismo acercándose a mí.
—Ya lo sé, pero no quiero involucrarme contigo.
Me dijo.
—No lo harás, solo será un secreto tuyo y mío.
La tomé de la cintura y la acerqué a mí.
—Te dije que no, yo no soy tus sobras, Gwi-Nam.
Demonios, esa respuesta se me hizo tan atractiva, yo tenía toda la puta razón, Na-yeon era muy linda para Gyeong-su.
Estuvimos en el baño la mayor parte del día, hasta que llegó la noche y comenzó a llover, yo me retorcía del dolor que el sonido del agua y los truenos provocaban.
Na-yeon ya sabía que yo era mitad humano y mitad zombie, pero igual se preocupó mucho.
—Gwi-Nam.
Me habló.
—¿Qué quieres?
Mi voz estaba algo débil por el dolor que sentía.
—Si yo fuera ellos, saldría de este puto instituto sabiendo que los zombies están como tú, débiles y estúpidos.
En efecto, estaba así. Los aromas estaban convinados y me dolían mis oidos.
Gyeong-su era como yo, lo sabía después de haber escuchado a Na-yeon decirme cómo intentó matar a ese idiota, así que si eran lo suficientemente listos pensarían igual que Na-yeon.
Salimos del baño para dirigirnos al gimnasio, ellos iban a esa dirección la última vez que los ví, seguro que estaban ahí.
—Espera, ahí están.
Dijo Na-yeon mirando cómo salían.
—¿Irán al estacionamiento?
Los seguimos sigilosamente y yo protegía a Na-yeon por si algún zombie quería acercarse a ella.
Se fueron en un auto y tres idiotas murieron en el intento de irse, qué trágico.
La que manjaba era Ji-hye, se veía tan atractiva haciéndolo, ella era atractiva en todo lo que hacía, cómo me prendía esa mujer.
—¿Cómo nos iremos?
Dijo Na-yeon.
—¿Te dan miedo las altas velocidades?
Le pregunté y ella lo negó.
La llevé con cuidado a donde yo tenía mi motocicleta, era ilegal porque no era totalmente mía, pero ahora daba lo mismo.
—Ponte el casco.
Le dí el casco a Na-yeon y yo me fui sin nada, manejar era difícil con los truenos y la lluvia, pero quería volver a ver a Ji-hye de cerca.
Iría a mi casa por armas y también a cambiarme, me veía muy poco atractivo así y a Ji-hye el físico era lo primordial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Llegaste hasta aquí? Gracias!! Guarda la historia en tu biblioteca para no perderte caps nuevos y regáleme una estrellita, te lo agradecería mucho.
