El silencio se hizo presente. Demasiado tiempo para mi gusto, ninguno de los dos dijo nada más.
Bajé la mirada, me había dejado noqueada. Sin habla.
Siempre tiene que pasar algo que me joda todo lo que tengo o qué.
-Aly... -me sorprendió que dijera algo.-
No era capaz de hablar, me senté en las escaleras de emergencia que quedaban cerca de donde estábamos y él se puso en frente.
-Le he dado mil vueltas a esto que tenemos, porque tenemos algo y tú lo sabes. Pero no está claro... yo creía que no era necesario darle nombre a lo que quiera que esto sea, pero ahora veo por qué querías concretarlo.
Cogiendo aire me atreví a mirarlo. Sus ojos estaban perdidos en cualquier punto de la carretera mientras que sus manos jugueteaban nerviosamente dentro de sus bolsillos.
-Ante estas situaciones -continuó diciendo- ninguno tenemos derecho a reclamar, pero para que negarlo... no me gusta que otro tío venga e intente algo porque joder, para eso estoy yo. Ojalá algo de lo que te diga ahora tenga sentido porque, me cuesta decir lo que tengo en mente y sobre todo con las copas de más que llevo encima.
-Te entiendo.
Dije mirándolo. Se agachó doblando las rodillas, poniéndose a mi altura. Sus ojos al nivel de los míos y sus manos acariciando mi cara.
Segundos eternos en los que todo mi alrededor se congeló, sólo éramos él y yo.
-A la mierda todo de una vez Aly. ¿Quieres ser mi chica oficialmente?
Y de repente latidos acelerados, respiración entrecortada y sentimientos desbocados.
Madre del amor hermoso.
Me cago en todo, joder. Os juro que me esperaba que esto acabara de todas las maneras posibles menos de esta.
Quiero decir, hace un minuto estábamos reprochando cosas y enfadados, y ahora ¿esto?.
¡Reacciona estúpida!, gritaba mi molesto subconsciente. Vaya, me alegra que hayas vuelto, pensaba para mis adentros.
-Sí.
Acto seguido caí en la cuenta de dónde acababa de meterme. Había aceptado ser su novia y, por consiguiente, acababa de aceptar todo lo que conlleva ser pareja de ElRubiusOMG...
-¿Volvemos a casa o quieres continuar la fiesta? -preguntó mi novio, después de besarnos como si nuestra vida dependiera de ello.-
-Mejor vamos a casa, tengo los pies molidos... malditos tacones.
-Eso te pasa por ir tan sexy.
-Oh, venga ya. No me lo reproches.
-Estoy de broma tonta.
Caminábamos despacio, sin prisas, él posó su brazo sobre mis hombros entrelazando así su mano con la mía. Esa sensación era maravillosa, tenía un zoológico entero dentro de mi estómago, podíamos ser una pareja normal ya que era de madrugada y no había rastro de actividad humana a nuestro alrededor.
Ya podía ser así por el día, pero claramente eso será imposible.
Preferí no darle vueltas al asunto y disfrutar del momento.
.
Tras una larga pero agradable caminata al fin llegamos a su piso.
Me encanta entrar por la puerta y que su característico olor me impregne.
Olía tan bien, olía a él, y eso me fascina.
-Buah, tengo un hambre... siempre que bebo es como si no hubiera comido en un mes.
-Eres un exagerado, ¿quieres que te prepare un bocadillo o algo? -Pregunté mientras depositaba mi chaqueta sobre el respaldo de la silla.-
-No, prefiero ir a la cama y descansar. Contigo.
Se acercó a mí tras dejar su chaqueta, también, tirada por ahí. Me miraba con esos ojos tan acaramelados que me derretía por dentro sin apenas tocarme.
-Me parece una buena idea, así descanso los pies.
Una vez en su habitación empezó a quitarse la ropa sin ningún tipo de pudor, le daba igual mi presencia. Si a él no le importaba, ¿por qué a mí sí?.
Así que hice lo mismo. Empecé a desnudarme dejándome puesta la ropa interior y me metí en la cama.
Él se tumbó a mi lado, y mirándome pasó sus dedos cargados de electricidad por mi mejilla mientras lo miraba también, con sus ojos intentaba decirme algo pero no sé exactamente el qué.
Mordió su labio pensativo.
-¿Cómo puedes tenerme tan hechizado, Alyson?
Y pum, ahí estaba yo. Sintiéndome la mujer más afortunada del mundo.
-Contigo nada me asusta, me da igual lo que seamos mientras estés conmigo. No sé si me entiendes.
-Te entiendo, Rubén. -Me incorporé sentándome en su regazo, ambos sentados unidos, él apoyando la espalda en la pared mientras acariciaba mis piernas.-
-No te voy a negar que todo esto me asustaba al principio, lo de... -aún costaba decir su nombre- lo de Carlos estaba reciente y tú tenías tus royos con.. ella y pensaba que no saldría nada claro de esto, pero estoy bien, muy bien contigo.
-Lo importante es que ahora eres mi chica. -Dijo besando mis labios.-
No sé de qué manera explicaros todo lo que me hace sentir.. noto descontrolados mis latidos y noto mis mejillas arder. Son sensaciones que juntas son algo maravillosamente maravilloso.
-Sí, ya es oficial. -Dije sonriendo mientras alzaba las cejas.-
Y no hicieron falta más palabras, comenzamos a acariciarnos, a besarnos. Al principio besos cortos y lentos, después se volvieron largos y apasionados.
La temperatura empezaba a subir de manera considerable y la poca ropa que llevábamos puesta estorbaba.
.
Me cago en todo. Estoy tumbada en la cama de Rubén, como si acabaran de darme una paliza, y para colmo los rayos de sol que entran por la ventana intentan con todas sus ganas fundir mis retinas.
A duras penas me dí la vuelta para intentar seguir durmiendo pero el brazo del que ahora es mi novio me lo impide.
Giré mi cabeza para poder observarlo, joder, ¿es que no tiene un mal ángulo o qué?
Mordiendo el interior de mi mejilla me sonrojé recordando lo que anoche hicimos, o mejor dicho de lo que estábamos haciendo hasta hace un par de horas.
Prácticamente hemos estado haciendo el amor como si no hubiera un mañana. Y joder, con él ha sido diferente al resto.
Quiero decir, es tan tierno y amoroso conmigo... ha sido una noche loca llena de pasión y orgasmos, pero sobre todo llena de cariño. Me he sentido tan feliz y tan querida...
Rubén P.O.V.
Fuck.. ¿por qué no cerraría las persianas ayer?
Con la máxima pereza que un ser humano puede acumular en su cuerpo, me di la vuelta intentando alcanzar con mi brazo el cuerpo de Aly, pero lo único que encontré fue el lado frío y vacío de mi cama.
¿Dónde está?
Las sábanas olían a ella, joder.
Lo de anoche fue increíble, a parte de disfrutar fue muy especial... ¿qué coño me pasa?
Rubén, en serio, eres un puto gay.
Aunque no me importa sentirme así es genial.
En fin, voy a ver dónde demonios se ha metido esta chica.
Miré en el salón, en la cocina y en la terraza. Nada.
No había rastro