≛ ᴅᴇᴘᴇɴᴅɪᴇɴᴛᴇ

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— Joder, lo haces muy bien — Observaba atento como el menor se encargaba de su erección, haciéndola desaparecer en su boca para reaparecer después de un par de segundos cubierta de saliva, mientras sus ojos esmeraldas no sé apartaban de los suyos;...

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— Joder, lo haces muy bien — Observaba atento como el menor se encargaba de su erección, haciéndola desaparecer en su boca para reaparecer después de un par de segundos cubierta de saliva, mientras sus ojos esmeraldas no sé apartaban de los suyos; Le encantaba como aquel chico sabía perfectamente que hacer para elevar su libido, no tenía vista completa a su cuerpo pero aquellas mordidas que adornaban sus hombros y estaba orgulloso de admitir que el las había hecho causaban una sensación de propiedad que le calentaba.

Revolvió sus cabellos en terminaciones azuladas, esto fuera de ser una caricia era una advertencia para Inosuke sobre que esperar después; Fue jalado con fuerza de los cabellos para darle oportunidad de dejarle respirar correctamente un par de segundos antes de ser atraído de nuevo y con fuerza hacia su miembro el cual fue obligado a engullirlo profundamente.

Sentía que perdía el aire, pero no era algo de lo que estuviera en posición de quejarse y por gusto tampoco se apartaría, quería ser un buen chico esa noche; Ya Sanemi le había dejado en claro que solo quería algo rápido para bajarse el estrés y sabía que con eso se refería a una chupada, nada más, pero si se esforzaba con suerte el albino lo premiaría otro día.

Espero impaciente sentir la caliente semilla del mayor en su boca, pero no sucedió. En vez de eso fue separado de nuevo y sin poder evitarlo jalo aire con fuerza dejando escurrir por sus labios un poco de la saliva acumulada en su cavidad.

— Maldición — Con desesperación lo levantó del piso y comenzó a retirar su uniforme con poca delicadeza sin importarle romper partes de este a hasta lograr su cometido de dejarle desnudo — En cuatro sobre el sillón — Ordenó gruñendo cuando notó la sonrisa ladina de Inosuke al conseguir justo lo que quería — Ahora — Recalcó al verlo tardar, como si quisiera provocarle más al desobedecerlo.

Tal como lo había ordenado Sanemi, se colocó en cuatro dejando elevado su trasero, el mismo iba a preparase como las veces anteriores, pero antes de llevar sus dedos a su entrada fue detenido por el mayor quien colocó sobre su cuello un collar y llevó sus manos tras su espalda para sujetarlas con unas esposas que llevaba el mismo arnés.

— Debes estar contento, ¿no? — Se colocó tras él masajeando un poco ambos glúteos separándolos para tener vista a su entrada y en cuanto escuchó un gemido soltó una fuerte nalgada sobre uno de estos sonriendo al ver la piel enrojecerse casi al instante — Provocarme para que te use, eres insaciable.

— Mi cuerpo te necesita, solo hazlo por favor — Inclino su cuerpo hacia atrás para que la mano ajena rosara de nuevo sus posaderas las cuales recibieron otro golpe, tal como quería — Ah mierda, eso se siente tan bien — Contuvo un fuerte gemido mordiendo el cojín donde se encontraba recargado después de recibir otro impacto sobre su piel, esta vez más fino pero que dejó ardiendo su espalda por un par de segundos.

— Vamos, lo divertido de esto es escucharte suplicar — Retiró el cojín y se puso justo frente a él, tomando su barbilla para poder verle fijamente mientras rosaba aquel látigo contra sus posaderas antes de levantarlo y dar un nuevo golpe contra estas sonriendo con burla al sentir su cuerpo temblar; Ver al menor cerrando sus ojos con fuerza era divertido aún más cuando al volverlos a abrir sus esmeraldas notaban cristalinas por un par de lágrimas que se acumularon en ellas — ¿No te gusta?

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— Me encanta Amo — Lamió con una sonrisa el par de dedos que había puesto Sanemi frente a él cuando un nuevo golpe se hizo presente — Joder, ¿Puedes hacerlo de nuevo por favor? — Tuvo que sacar los dedos de su boca tan solo para no morderlos después de recibir otro choque tal como lo había pedido, pero más fuerte que los anteriores.

— Eres un maldito animal en celo Inosuke — Tomó su miembro y por la fuerza lo introdujo a su boca rosando aquella herramienta de cuero a lo largo de su espina dorsal — No lo saques y tampoco se te ocurra morder — Tras su orden volvió a impactar varias partes del cuerpo ajeno, sonriendo al ver como el de puntas azuladas hacia todo lo posible por no cerrar la boca alrededor de su falo, dando todo de sí para ni siquiera causar un roce con sus dientes — Eso, buen chico — Dio un ultimo golpe antes de lanzar lejos el látigo — Te daré tu premio cachorrito.

— Por favor, Amo, déjame sentirte — Sus piernas temblorosas fueron elevadas nuevamente y sintió como un par de dedos se abrían paso a través de él; Su respiración estaba agitada después de aquel jugueteo previo y se sentía impaciente por tener toda la extensión del mayor llenándole, pero sabía que Sanemi no se la dejaría tan fácil, por ello se había anticipado a rogar.

— Estas muy impaciente — Alineó su miembro contra la entrada de Inosuke y le invadió con una sola estocada — Esto es increíble, estas tan acostumbrado a mi que ni siquiera hace falta prepararte tanto — Sin esperar más comenzó a moverse, a un ritmo lento solo para torturar a Inosuke quien había comenzado a mover su cuerpo por su cuenta para poder acelerar las embestidas.

Le sujetó con fuerza por la cintura y dejándose guiar por las ganas que invadían su cuerpo comenzó a embestirle con más fuerza, enterró sus dedos en su piel donde aun estaban presentes las marcas de su anterior encuentro; Era fascinante como el chico podía soportar todo eso. Se inclinó para lamer su espalda y antes de poder dejar otra mordida por detrás de su cuello fue interrumpido por un par de insistentes golpes en la puerta.

Ya todos los empleados estaban advertidos, sabían perfectamente bien que si veían entrar a Inosuke a la oficina de Sanemi tenían prohibido acercarse e interrumpir.

Mordió con fuerza el hombro del menor tan solo para provocar un gemido alto que quien fuese que estuviera tras la puerta escuchara y supiera que tan ocupados estaban, pero como si no entendiera los golpes volvieron a hacerse presentes.

A quien fuese que estuviera tras la puerta iba a...

— Nemi, en la mesa cinco hay un par de personas que quieren verte, dijeron que es urgente — Gritó Genya tras la puerta esperando que su voz pudiese pasar a través de la puerta debido al ruido que había dentro de la habitación. Esperó un minuto antes de volver a tocar, pero se quedó con la mano en el aire al ver a Sanemi con el rostro menos amigable que podía tener abrir la puerta y caminar lentamente hacia el área del bar.

—Maldición —Inosuke no estaba en las mejores condiciones, se encontraba jadeando, claramente también molesto al ser interrumpido en el mejor punto de aquella noche, ¿Qué mierda les costaba esperar a que terminaran?, ahora su miembro palpitaba impaciente por atención, se sentía vacío y no era capaz de atenderse al aun encontrarse atado. Se dejó caer de lado intentando tranquilizarse mirando hacia la puerta en espera de que el albino regresara y una sonrisa adornó su rostro cuando vio la perilla girarse, pero en cuanto otra persona totalmente diferente entró ahí, intento cubrir su cuerpo llevando sus piernas hasta su pecho avergonzado — ¡Vete de aquí Genya!

— Inosuke — Suspiró, ya había buscado miles de formas para hacerle saber al de puntas azuladas lo preocupante que eran cada uno de esos insanos tratos, ya antes había visto ese tipo de marcas en él, pero cada vez lo soportaba menos — Ya fue suficiente por hoy, mi hermano parece que va a tardar y nuestro turno acaba en veinte minutos, así que vámonos de una vez.

Guiding Star ⸢SaneIno⸥ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora