Faltan cuatro días para el festival contando el fin de semana y las cosas con Shinso... no sé si están bien.
Ya no parece ser tan cercano con Ester, y eso remuerde mi conciencia un poco...
Ella es una horrible persona. Eso nunca lo negaré, pero siempre he creido injusto que al final de todas las películas el villano termina solo o muerto.
No digo que se les tenga que perdonar, en efecto hay personas repugnantes en este mundo, algunas tienen que estar solas por seguridad para la sociedad, encerrados en aislamiento, pabellones psiquiátricos, etcétera.
Pero Ester no llegaba a ese grado, tal vez en el fondo sí quería mejorar, y yo le quité a una persona que le ayudaría en eso.
Cuando tuve oportunidad de encontrar solo a Shinso decidí comentarselo.
Hice lo mismo que él con Ester y me lo llevé a rastras por el pasillo.
No sabía a donde ir exactamente, pero terminé llevándolo al cubo de visión alterna. (El que aparece en el capítulo nombrado "Intentan lastimarte")
Coloqué el código postal del campo abierto que le mostré la primera vez aquí.
Me senté en el suelo y él hizo lo mismo algo dudoso.
Me quedé mirando al frente y pensé un momento si de verdad esto merecía la pena.
-¿Estás bien?- Preguntó Shinso rompiendo el silencio.
-¿Quieres estar cerca de ella?- Inquirí al instante.
-¿Cómo?- Exclamó sorprendido.
-¿Quieres estar cerca de Ester?- Repetí.
A lo que él se quedó callado, mirando al frente.
-No sé- Respondió. Por lo que decidí no contestar y que siguiera hablando.
-Los días que estuve conviviendo con ella no percibí hostilidad, era muy amable y cálida, pero cuando hablaron en el cuatro de inventos fue muy diferente. Enterarme de lo que te hizo fue impactante. Y considerando su grupo social tampoco está bien influenciada- Explicó.
-¿Su grupo social?- Inquirí preocupada.
La cara de Shinso tomo sorpresa en ese instante y empezó a balbucer nervioso.
-¿Tan malo es?- Pregunté dudosa.
Él me miró un momento y se quedó sin responder. Que bien...
-Lamento lo que hice el otro día, tengo muy malos recuerdos con Ester y lo menos que quería es que te dañara a ti también- Dije jugando con mis dedos desanimada.
-¿Puedo preguntar que pasó?- Inquirió Shinso.
Por lo que levanté la mirada y suspire.
-Eramos buenas amigas hasta que llegó Clío, en la primaria.
Ella era divertida y aparentemente amable. Pero a la larga comenzaron a ser solo Ester y Clío. Rara vez me invitaban a almorzar con ellas en la escuela o me saludaban al pasar.
Ester y yo nos alejamos totalmente.
Empezaron a humillarme por los pasillos, burlandose de mi ropa, mi cabello, mi familia, y bueno... solo se lo dije a mi hermana, intentamos reportarlas varias veces, pero los padres de Clío tenían dinero.
Y Ester siempre fue manipulable, tiene una mente muy débil y actúa diferente con cada persona, Clío utilizó eso como ventaja y llegó el día en que cruzaron la línea.
Saliamos del colegio cuando me intersectaron con toda su banda de matones.
Clío le dijo un par de palabras a Ester y ella mando una pequeña roca a mi rostro. Abrió una herida en mi pómulo y todos ahí empezaron a burlarse.
Con la influencia de Clío, Ester comenzó a atacar con piedras más grandes.
No quise activar mi quirk porque sabía que entonces ellas saldrían lastimadas y también era ilegal.
Así que lo permití, y ellas siguieron golpeandome hasta que me desmayé.
Mi siguiente recuerdo es despertar en el hospital con mi hermana sosteniendo mi mano. Mis padres me gritaron, sabían que podía ganar esa pelea con facilidad y me dijeron que era una cobarde mediocre por no hacerlo.
Yo solo tenía doce años.
Fue entonces que me alejé de Ester. Me pasaron muchas cosas malas por culpa suya, no quiero dejar que se repita conmigo, pero tal vez sea diferente contigo, así que adelante, ve y ayudala si crees que puedes hacerlo, lamento haber intervenido- Dije para seguido levantarme e intentar irme.
Sentí presión en mi muñeca izquierda y en un parpadeo Shinso ya me estaba abrazando.
Sentía lastima ¿Verdad?
-No sé si lo mejor sea intentar ayudarla- Murmuró.
-El festival deportivo es en poco tiempo y tengo que entrenar- Sentenció separandose del abrazo.
-Claro, te apoyaré desde las gradas- Dije sonriendo.
El me regreso la sonrisa y se acercó a mi rostro. ¿¡Qué estaba haciendo!?
Tenía sus manos en mis mejillas y cuando estabamos solo a centímetros, besó mi frente, ahora estaba sonrojada.
Él empezó a caminar hacia la otra dirección y salió del cubo. Regalandome una sonrisa por encima del hombro antes de desaparecer de mi vista.
¡Que le sucede! No puedes besar a alguien y luego irte como si nada.
Me abofeteé un par de veces y salí del cubo. Espero que todo esto de algo pueda servir.
