A sus 19 años, Jungkook debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, J...
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Después del beso Seokjin no dijo mucho, nada en realidad. Sólo le había sonreído a medias para Jungkook, le tomó la mano y lo encaminó a su casa. Para el castaño estuvo bien, ese era un pequeño gran avance, sabe que tampoco Seokjin va a estar besándolo a cada rato. El alfa necesitaba acostumbrarse a la idea de que eran alfa-omega.
Para el miércoles Seokjin estaba más pegajoso que nunca. En el receso se pasaba con la cabeza enterrada en su cuello, olfateando. Gruñía cada vez que alguien le hablaba al más bajo, no importaba si era beta o un omega como él. Jungkook no se quejaba, por él estaba perfecto así.
Ahora están sentados en las mesas de la cafetería, Yoongi también está, porque dijo que ahora eran sus nuevos amigos. Seokjin no lo soportaba, él era el que más le hablaba a Jungkook y lo estaba provocando.
—Ehhh, Seokjin —Jungkook acaricia la mejilla del alfa, llamando su atención, sólo hace que el azabache ronronee—¿Puedes ir a comprarme una malteada?
—Que vaya Yoongi —aspira fuerte.
—Pero no creo que quieras que otro alfa me compre cosas...
—Está bien —molesto de tener que dejar el calor del omega, se para, yendo a la caja.
Jungkook voltea hacia Namjoon, alzando su ceja.
—Es su celo —dice obvio—. Se está acercando y necesita olerte para que a la hora de, ya sabes, hacerlo, su alfa te reconozca y no te haga daño.
—Oh —asiente en compresión—¿Crees que Seokjin lo quiera pasar conmigo?, ¿o llamará a alguien?
—Pienso que primero te dirá que no porque tendrá miedo de lastimarte. Pero si tu quieres pasarlo con él y lo convences de que no te hará nada... tal vez lo logres.
—Y si no pasa, ¿llamará a alguien?
Namjoon niega.
—No lo creo —come un chocolate, de esos que Seokjin le regaló a Jungkook, y el castaño le da un manotazo—. Su alfa se volvería loco de oler a otro omega que no seas tú. Así que, si no eres tú, no es nadie.
Namjoon termina de comer el chocolate y a Jungkook ya no le importa. Muerde sus uñas, pensando. Que Seokjin no llame a nadie más le calmaba un poco, pero sabiendo el dolor que iba a sufrir, lo alteraba de nuevo. Tenía que convencerlo.
—Toma —el alfa gruñón asienta la malteada de vainilla en la mesa, sentándose a su lado y poniendo su cabeza sobre su hombro.
—Gracias, Seokjin. ¿Cómo sabías que ésta era mi favorita?
El contrario gruñe.
—Era la única que había.
El omega se ríe por lo bajo, sabía que era muy bueno para ser verdad.
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