El dolor comienza a hacer efecto.

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Desperté al día siguiente con un terrible dolor de cabeza había olvidado como era la sensación de dormir llorando y las resacas que tenían efecto en mí al día siguiente. Definitivamente recordar lo que viví no había sido lo mejor que hubiese querido comenzando el año que amenazaba con ser peor con la pandemia que se avecinaba pero realmente eso era lo ultimo que me importaba en ese momento.

Mis días comenzaron a ser bastante extraños ya que dormía bastante de día y no conciliaba el sueño de noche o incluso había días donde ni de día ni de noche lograba dormir, era una pesadilla total con el dolor de cabeza y las insoportables luces y ruidos que se escuchaban en el boulevard de camino a casa. Habían pasado ya cuatro años de aquel día y me sorprendía bastante el hecho de que jamás supe como llamar el suceso quería pensar realmente si había sido mi culpa y lo repasaba una y otra vez en mi mente pensando si había un ápice de culpa o insinuación de parte mía. Realmente no lograba entenderlo bien y esto comenzaba a estresarme bastante. Mi imagen tampoco era la mejor; no me peinaba muy seguido, olvidaba arreglarme y siempre sin discusión utilizaba chamarras enormes aunque hiciera un calor tremendo en Abril, comencé a tener asco de que las personas me abrazaran cosa que me distanció de mi Padre quien no entendía el porque de mis actitudes si se suponía que esta a en terapia. Mis amigas de ese momento se alejaron de mi porque no hacia otra cosa más que hablar de ello y cansadas de eso optaron que lo mejor era retirarse. 

La vida no era la mejor en ese momento. 

Había pandemia

No había contacto con nadie

Y yo que deseaba más que nada en ese momento no estar sola.

Pero en muchas situaciones nosotros no controlamos lo que sucede y quedándome sin muchas personas en quienes confiar opté por confiar una última vez. Muchos años asistí a un grupo de evangelización el cual realmente me había dado la fuerza para resistir los últimos tres años "normales" de mi vida y había creado una amistad con un chico, Cruz. Yo confiaba bastante en él y le contaba absolutamente todo lo que sentía en mi persona aunque conocía mis limites algo en mi crecía por el conforme pasaban los años. Era algo masoquista ver el como trataba a su novia y yo pensar "quiero ser tratada de la misma forma" " yo también quiero recibir ese cariño" "no sabia que se debía de tratar así a alguien" entre otras cosas. Confiar demasiado puede hacernos daño y es que las personas jamás piensan en cuán roto terminarás después de usarte  pero como ya es costumbre en mi vida una raya más no se notará. O eso creía. 

Como ya era costumbre a las 4:30 de la tarde miré mi teléfono y salí al patio de mi casa con mis auriculares para llamar a Cruz ya que desde Enero había comenzado a hacer eso casi a diario con él. Busqué en mis contactos y seleccioné la opción Cruz con un emoji de corazón a un lado y espere a que la llamada fuera descolgada, nerviosa me removí el largo y negro cabello que bailaba en mi rostro con el viento de la tarde. 

-Hola..- dije nerviosa pegando mi teléfono a mi oído izquierdo 

-Hola Kore Kob, ¿Qué tal?- respondió Cruz 

-¿Estas ocupado?- pregunté deseosa de que no lo estuviera. Se había convertido en mi único refugio donde me sentía a salvo de mi misma y de mi tormenta y sólo deseaba escuchar su voz ya que me hacia sentir menos sola y miserable de lo que ya me sentía. 

- No, no te preocupes acabo de terminar el trabajo ya estoy libre- respondió Cruz

- No estoy bien- respondí llorando y yo deseaba que no se fuera.

-¿Quieres hablar de ello?- me preguntó sutilmente y yo amaba que hiciera eso, sentía que no estorbaba y no molestaba con eso. 

- Los recuerdos están comenzando a brotar como agua, no puedo frenarlos ni retrasarlos y no puedo dormir, yo quiero olvidar todo esto Cruz, estoy harta de verme al espejo  y sentirme una asquerosa y una puta cada que me veo al espejo. Es que yo me siento tan culpable..- dije sollozando al otro lado de la línea. 

-No debe de ser fácil para ti verdad Kore, deja salir todo aquello que sientes se que debe de dolerte mucho pero el Señor te dará la fuerza que necesitas para salir victoriosa de este desierto- respondió tranquilamente y sólo pude llorar un largo rato por el teléfono hasta que logre guardar un poco la compostura y hablamos un largo rato de mi vida, de mis recuerdos de niña y de los suyos , de mis miedos y de los suyos, de su relación con Estrella y es que precisamente era esto algo que comenzaba a hacerse obvio; entre el y yo comenzaba a crecer una evidente conexión mas fuerte que la amistad y yo lo sentía demasiado pero no quería dañar a Estrella. 

Yo sabia que mi papel era ser solo su amiga,

Y ambos sabíamos que si esto iba demasiado lejos acabaría mal, pero decidimos no hacerlo evidente. 

Amaba a Cruz, o eso creía yo. Era el único hombre en el cual confiaba fuera de mi Padre y era ese refugio seguro en el cual acudía todos los días ya que comenzaba a tener una fuerte ideación suicida, una fuerte depresión y ansiedad que controlaban mi cuerpo y mi mente todos los días y el sentirlo cerca de mi me hacia sentir menos miserable. Lo amaba desde que vi su gentileza con Estrella, desde que vi la manera en la cual predicaba y lo independiente que se mostraba pero como siempre sabia que eso era imposible para mi así que me gustaba amarlo desde la sombra, desde la distancia y desde nuestra amistad. Y es que realmente me era imposible no amarlo, había hecho tantas cosas por mi que nadie había hecho y que a cualquiera se le hubieran hecho ridículas, me sentía tan viva estando a su lado y sentía que era capaz de hacer lo que fuera como predicarle a cientos de jóvenes, a ser fuerte y afrontar la enfermedad que acabo con mi tío, el me dio su mano en mis momentos más débiles y tristes antes de ese año, actualmente al escribir esto siento extrañar a ese amigo que fue para mi pero nada dura para siempre y las mentiras siempre salen a la Luz. 


Después de tres horas hablando tuve que colgar ya que mi teléfono estaba super caliente y sin batería, además tenia mucho sueño puesto que el insomnio en ocasiones me cobraba factura y deseaba volver a dormir así que el regresar a mi cuarto me preparé para darme un baño ya que hacia un calor tremendo. Entrando al baño me desnudé y el reflejo de mi cuerpo en el espejo de alguna manera ver mi cuerpo desnudo a veces me daba ánimos o elevaba mi autoestima pero después lloraba demasiado al sentirme tan pequeña e indefensa ante el mundo y ante un Manuel que ya ni siquiera sabia de mi vida o de mi existencia. Era tan triste verme a mi misma como me maldecía cada día y es que realmente algo que sólo quien ha tenido la amarga experiencia de una violación puede entender lo que es vivir día con día, años con años con ese miedo, amargura y dolor, con esa paranoia de la cuál no puedes escapar hasta que le haces frente pero eso cuesta mucho dolor y fuerza. Que sólo quienes resurgen de las cenizas como el ave fénix, somos capaces de hacer. 

Cruz y yo nos comenzamos a frecuentar fuera de un contexto grupal como solíamos hacerlo y me encantaba sentir el viento en mi rostro cuando viajábamos en los bulevares de la ciudad por la noche pero había días donde no podía ser capaz de sentirme bien y salir. Lo que yo creía que era bondad y amistad amargamente se transformaba en una oportunidad para Cruz de conseguir lo que deseaba inconscientemente y eso llevó a la ruina nuestra amistad construida por tres años. 

AVE FENIXWhere stories live. Discover now