CAPÍTULO 28 DAMON

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DAMON

Estado de Salen, frontera con Darknen, pueblo de Montenegro, es como me dijeron que se llamaba el lugar donde estábamos mi hermanito Demian y yo, la noche anterior nos habíamos escapado de unos traficantes de personas. Mi madre era una stripper y no teníamos padre, al ella enfermarse nos llevaron a mi hermano y a mí, pero le prometí a ella protegernos y siempre estar juntos. Hace dos días llegamos a la frontera desde Darknen, un señor nos vió y nos dijo como se llamaba este lugar, nos dio agua y comida para luego irse en un camión y dejarnos aquí luego de escapar.

Mis pies descalzos dolían de tanto correr, pero mi hermanito necesitaba más mis sandalias que yo. El cayó de rodilla al piso frío y yo lo tomé y lo cargué.

- Estoy cansado Damon- sus ojos se aguan- quiero a mami- limpio sus ojos color negro de esas espesas lágrimas.

- Demian, recuerda que mami esta en un lugar mejor y ya no puede ayudarnos- el solo lloró más- casi llegamos y cuando lleguemos vamos a comer y beber mucho y estaremos en un lugar caliente- el asintió, lo terminé de subir a mi espalda y me abrazó. Al menos así estaremos más calientes.

Caminé hasta más no poder y me detuve en una estación de trenes, era de noche y no había casi nadie. Llevé a Demian hasta una de las casillas, la última con una luz encendida y al pegarnos de la puerta el calor empezaba a llegar a nuestros cuerpos.

- Adiós Claus, nos vemos mañana- se escuchó a lo lejos y la luz de la cabina se apagó, se escuchó el ruido de unas llaves y la puerta fue abierta así tumbando nuestros delgados cuerpos sin esfuerzo alguno. Demian empezó a llorar.

- Pero- un señor con cabello gris y uniforme alumbró con una linterna y nos iluminó- ¿qué hacen aquí pequeños? - pregunta y yo me alejo con Demian y lo pongo detrás de mí para protegerlo- no huyan, no les haré nada- volvió a entrar a la cabina y encendió las luces, al salir nos acercó una manta y una botella de agua- ¿tienen hambre?.

Mi hermano y yo asentimos lentamente y nuestros estómagos gruñeron. Nos acercamos lentamente al hombre y este nos enrolló en la manta, olía muy rico, "me recuerda a mami". El señor nos metió a la cabina y nos sentó en un pequeño sillón, nos sirvió agua en una botella y un vaso y luego nos dio un pan con queso y jamón.

- No quería cenar aun, pero el pan preparado de mi esposa tuvo un mejor destino esta noche- nosotros solo comíamos rápido ya que llevábamos días sin comer bien.

- ¿Cómo se llaman?

- Yo Demian- dice mi hermano rápidamente, aún se le olvida que el señor es un extraño, pero bueno, se ve que no nos hará nada, no pierdo nada por confiar por última vez.

- Y yo Damon.

- ¿Y dónde están sus padres? ¿Están perdidos? ¿Saben algún número de teléfono? - solo negamos.

- Mami está en un lugar mejor y papi no existe- responde Demian.

- Mami falleció y no tenemos padre, fuimos robados por gente mala y escapamos, no tenemos a nadie- siempre mami me alabó por ser muy inteligente y callado para mis cortos 7 años, por eso siempre cuidé a Demian.

- Ya veo, lo siento- nos apretó los cachetes gentilmente- Yo soy Claus, es un gusto conocerlos.

- Abuelitoooo- se escuchó el canturreo de una niña afuera- hace frío y la abuela y yo ya vinimos a buscarte, apúrate antes de que nieve- y entró a la cabina una niña con cabello rubio casi blanco en dos transitas y un uniforme escolar con falda y camisa debajo de un suéter invernal- ¿quienes son ellos?

- Nuestros nuevos invitados, mi copito- Claus agarra a la niña y le da un beso en la frente- preséntate, no seas mal educada.

- Hola, soy Dayana ¿y ustedes?.

Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora