IV

449 75 0
                                    

- Es bueno verla de nuevo, enfermera Lalisa - Dijo Jennie en tono burlón.

- Lamentable no puedo decir lo mismo - dije.

La última vez que la ví en la oficina, tenia puesto una bata blanca de Sana Minatozaki, pero ahora estaba vestida de blanco. Dos de sus botones superiores estaban abiertos, tenia las mangas dobladas hasta los codos.

No podía dejar de analizarla, haciéndome sentir curiosidad por ella.

Jennie se río entre dientes, un ruido sordo, el tipo de risa que disimular que se adaptaba a una oficina que un asilo mental.

Al mirarla, nadie pensaría que esta loca, pero esa era la verdad.

Era una maldita psicópata.

Lo más aterrador es que podía mezclarse entre la gente normal, si no supieran de los demonios que tiene de amigos.

- Oye, no seas así. Todavía me debes la cita de café - me dio una sonrisa torcida, obviamente burlándose - ¿Voy por ti a las ocho?.

Crucé mis brazos por debajo de mi pecho y la miré fijamente.

No estaba de humor para las bromas, no después de lo que hizo.

- Pensé que ayer fue lo suficiente para que te fueras. ¿Qué te hizo quedarte?.

Coloqué la bandeja con comida en la mesa y me alejé rápidamente, manteniendo una distancia segura.

Jennie siguió - ¿Te asustó, Lisa?.

La forma en que dijo mi nombre me dio escalofríos.

- Quisieras.

Se río, como la loca que es - ¿Y por que esta tan lejos? Vamos acércate.

- No gracias, estoy bien aquí, no quiero que me muerdas y me arranques la piel - dije segura.

- ¿Está segura de eso? - preguntó - Hay clubes de fans en todo el mundo dedicado a mí. Las que son parte de eso quieren que las desvista y les haga cosas.

- ¿Se supone que debo estar sorprendida? - pregunté.

Ella sonrió de nuevo - Bueno, ¿No es así? No todos los días te encuentras a una chica sexy que corta cabezas sin vomitar.

- Dijo que las personas estarán disgustado al ver eso son normales, mientras tras que tú eres lo contrario.

Jennie se río otra vez - Los psicópatas son normales, a veces.

- Una psicópata puede ser una buena esposa, una buena madre y todo eso. Solo que no no entres en a su sótano - suspiré - Olvidé mencionar que son unos expertos mentirosos patológicos y les falta empatía.

Su mandíbula se tensó y sus y sus oscuros felinos ojos cafés me miraban.

No podía decir lo que estaba pensando por sus expresiones, pero estaba segura que dije lo correcto para silenciarla.

Cuando pensé que las cosas estaban tomando un rumbo diferente, sus expresiones se suavizaron.

Decidí molestarla más - ¿Qué tipo de psicópata eres?, ¿Hannibal Lecter o Patrick Bateman?.

- Ninguno - contestó - Soy más como Dexter Morgan.

- Dexter Morgan no mordía a sus víctimas.

- Olvidé decir que soy un poco dañina.

No pude evitar reír - Si no estuvieras tan loca, diría que eres interesante, que lastima.

Sus ojos siguieron mirándome, como si pudiera ver atrás vez de mi alma y leer mis pensamientos y luego me pregunto algo que no me esperaba - ¿Tiene novio, enfermera Lalisa.

- Si - mentí, sorprendida por mi capacidad de mentir tan fácil.

- ¿Ahora quien es la mentirosa patológica? - preguntó.

Taehyung tenía razón.

Lauren eres extremadamente inteligente y alguien con quien ni se debería hablar.

- Incluso si no tengo novio, no es de tu incumbencia.

Jennie sonrió - Muero de hambre. ¿Qué es más cena? - pifingiendo echar un vistazo a la bandeja.

- Bueno, no es carne humana si es lo que querías - dije

Si estaba echando humo por dentro y muriéndose por matarme, no lo dejó  ver.

Bueno, se merecía un poco de sarcasmo y burla después de todos los problemas que me causó.

Jennie me sonrío como si la hubo rara felicitado - ¡Deberías ser psíquica! - exclamó.

Me decepcionó que el insulto no le afectará.

Quité la tapa de la bandeja y lo coloqué frete a ella.

Era lo de siempre. Puré de papas y un poco de salsa con un poco de ensalada.

Me sentí mal por ella.

El hospital debería hacer variaciones con el menú, y no servir todos los días del año lo mismo.

Coloqué las cosas con cuidado, hice la cama mientras me daba cuanta que estaba bajo el ojo del halcón.

Después de eso, decidí que era hora de lo que más temía.

Me acerqué a ella y por alguna razón mi corazón comenzó a bombardear fuertemente a través de mi pecho.

Nunca me había sentido tan nerviosa en mi vida mientras cuidaba a un paciente y, sin embargo, me dí cuenta que estaba temblando.

Tal vez fue por lo que sucedió con la Dra. Sana, que temía que se repitiera conmigo.

Los felinos ojos de Jennie estaban en mí, observando cada movimiento que hacía, mientras desabrochaba las correas de sus muñecas.

Como si estuviera en una premonición, retrocedí, pero no lo suficiente rápido por que Jennie estaba detrás de mí.

Abrí la puerta para salir corriendo, pero ella la cerró mientras yo todavía estaba atrapada entre sus brazos.

Me moví para mirarla y me di cuenta de llegar baja que era.

Estaba temblando y a Jennie le estaba gustando, su sonrisa lo decía todo.

Si nunca había experimentado el miedo ahora si.

Me decisión de mantenerme fuerte se estaba llendo a la mierda.

- ¿Qué me haráz?  - pregunté.

Su cuerpo se apretó contra mí y su cara se acercó a la mía.

Susurró - Bueno, esa es la pregunta que me estoy haciendo. ¿Qué haré contigo, enfermera Lalisa?.

- No, Jennie.... ¡Por favor!.

Su sonrisa macabra regresó.

[1/3]

MENTAL ASYLUM  (Jenlisa G!P) Adaptación.Where stories live. Discover now