XXVI

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Kilian me hacía mover la lengua entre sus dedos mientras me decía que lo estaba haciendo bien... era bochornoso y al mismo tiempo me gustaba, sentía mariposas en el estómago deseando que me dejara intentarlo en su boca.

Y finalmente pasó sacando sus dos dedos de ni boca y llevándose los a la suya solo por presenciar mi vergüenza antes de comenzar a besarnos.

Poco a poco... para que no me sobrepasara y yo marcara el ritmo, su lengua fue lentamente encontrándose con la mía entre nuestros movimientos.

Se sentía caliente y profundo, me hacía temblar... hasta que Kilian me abrazó con seguridad dando definitivamente el último pasó.

Su lengua jugaba con la mía enseñándome mientras sus manos me daban seguridad sosteniendo mi cintura.

No terminaba de entender si lo estaba haciendo bien... pero me gustaba mucho...

Hasta que finalmente nos separamos muy lentamente dejando un fino hilo de saliba entre nuestros labios.

–Lo has hecho muy bien para ser tu primer beso francés –Me felicitó sonriéndome apartando un poco el pelo de mi cara.

Mi primer beso con lengua...

–Es muy profundo y siento que tengo que pensar en muchas cosas y al mismo tiempo no soy capaz de pensar en nada –Murmuré acariciando mis labios aún sorprendido por lo que había hecho–. Pero me gusta mucho.

–Seiji... si pones esas expresiones mientras dices eso se me va a hacer imposible tener control –Suspiró necesitando desviar la mirada también algo colorado.

Tener control... él siempre lo tenía para no asustarme.

–Te hago perder el control? –Susurré acariciando su cuello.

–Mucho más de lo que exteriorizo –Cedió inclinando la cabeza hacia atrás dejando a mi merced su cuello.

Esto lo había visto antes... incluso los chicos que estaban teniendo sexo en el baño lo estaban haciendo, lamer y dejar marcas en el cuello de su pareja...

Poco dudé en inclinarme hacia su cuello comenzando a besarlo sintiendo el calor se su piel directamente en mi boca. Pude sentir como se tensaba en silencio por mis labios dejándome hacer mi primer chupón en la parte más baja de su cuello.

Ahora... estaba rojo...

–Eso no dejará marca –Comentó mientras que yo me quedaba mirando donde deje la marca roja.

–Pero esta rojo –Murmuré sin entender por qué lo decía.

Su respuesta fue apartar el cuello del pijama para llegar a mi hombro y me demostró en mi propia piel como de verdad se hacía haciéndome sentir hasta perder mis energías.

–Ya le cogerás el truco –Murmuró a mi piel comenzando a besar mi cuello como yo lo hice con el suyo.

Mi piel vibraba por sus labios y el roce de su lengua, no sabía si tensaba o relajada mi cuerpo, no podían controlarlo y me dejaba sin fuerza alguna ni para hablar.

Podía ser... tan sensible solo por sus labios?

–Mh... –Gemí aún con los labios cerrados incapaz de controlarlo llevándome la mano a la boca.

Ese acababa de ser yo, hasta Kilian paró al escucharme mirándome sorprendido.

Que vergüenza.

–Lo siento, me dejé llevar –Se disculpó con vergüenza apartando hasta las manos de mi cuerpo–. No quiero hacerte sentir incómodo ni adelantar cosas que aún no te ves capaz de hacer.

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Pero... se había sentido tan natural y fluido, no era mi intención hacerlo, pero no me retractaba.

–No me importaría continuar –Murmuré sin saber a donde mirar por la vergüenza.

–Hasta donde? –Preguntó tampoco mirándome a la cara tan avergonzado como yo.

Mi cuerpo y corazón se sentían inquietos... pero no por su cercanía, sino por la idea de separarnos.

Quería más, lo notaba en la piel.

–No se –Contesté ya avergonzado antes de decir lo que pensaba–. Podríamos averiguarlo juntos.

Por un segundo fue casi como si hasta la respiración de ambos se detuviera coincidiendo los dos en volver a mirarnos como si eso fuera más que suficiente para leer nuestras almas y ver si estábamos preparados para esto.

No se si estaba preparado, pero si lo averiguaba con él sería feliz.

–Deberíamos ir a la habitación –Susurró perdido por completo en mis ojos tanto como yo lo estaba en los suyos.

Si... aquí ya no hacíamos nada.
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Mi piel... podría hacerse adicta a sus labios y su lengua.

–Te gusta? –Preguntó a mi piel antes de abrir la boca.

Y su lengua atacó directamente mi pezón haciéndome imposible responder con palabras coherentes.

Ambos estábamos duros, lo notaba en el calor de mis pantalones y en el bulto que se frotaba contra mi por nuestra cercanía, pero sólo nos habíamos quitado la parte de arriba.

Era la primera vez que estaba duro...

–Donde quieres que toque ahora? –Preguntó parando con su lengua pero siguiendo con sus dedos en mi pezón.

Solo tocaba donde yo le decía.

Comenzaba a doler en mis pantalones...

–Me da vergüenza –Farfullé llevando las manos a mi pantalón.

Esto me estaba gustando mucho, no quería que parara.

–Quieres que me quite yo primero los pantalones? –Preguntó al ver mi vergüenza inclinándose sobre mi.

Y me besó por unos instantes para darme confianza.

–Vale –Acepté a sus labios solo queriendo dejarme llevar.

Kilian ni dudó en hacer salir a su ropa volando a saber a donde mostrando sin vergüenza su miembro ya tan duro como el mío... pero yo necesité hacerlo más pausadamente hasta que estuve tan desnudo como él.

–Eres hermoso –Halagó Kilian acariciando mis piernas con mucho cuidado antes de comenzar a besarlas–. Donde te toco ahora.

Temblaba solo de pensar lo que estaba punto de hacer pero señalé mi entrada con la escasa seguridad que me quedaba.

–Tienes un lunar justo aquí –Susurró señalando casi en mi entrada–. Es tu lunar secreto.

Pero en vez de seguir se apartó de mi para abrir un cajón y sacar unas cosas. Las primeras condones, el bote que sacó después no lo entendía.

–Que es esto? –Dudé cogiendo el bote sorprendido.

No era muy grande.

–En la cama va a ser nuestro mejor amigo –Respondió abriendo la tapa sin quitármelo de las manos.

Y con solo un gesto entendí que quería que se lo echara en la mano haciendo lo que pedía, era transparente y algo viscoso... y su mano entonces fue a mi trasero mientras sus labios comenzaban a besar mi cuello.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora