~El Orfanato~

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ADVERTENCIA: esta historia contiene temas serios +18

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Desde que nací siempre he estado solo, nunca nadie ha sentido empatía hacia mí...ni siquiera lástima o pena alguna, cuando creo que mejoro al final me doy cuenta de que estaba en el mismo lugar de antes...

Nací un 10 de octubre en el hermoso hospital de Akatsuki, nunca supe quienes eran mis padres lo único que sabía era que me habían abandonado, los médicos ni siquiera llamaron a servicios infantiles cuando notaron que mi supuesta madre se había escapado sin siquiera pagar o dejar rastros de ella, por lo que llegaron a la conclusión de que me había abandonado

Por lo que optaron por dejarme en un basurero tan solo siendo un bebé, no sé quién, pero alguien me encontró removiendo me entre los escombros y me saco de ahí, para luego enviarme a un orfanato

Entonces ahí fue donde todo comenzó...

Mis primeros recuerdos se basan en el lugar del cual me encontraba, el orfanato siempre fue un lugar opaco y oscuro aunque yo no lo veía así, allí dentro nadie se preocupa por ti o nadie sentirá empatía hacia ti, la mayoría de los niños tienen traumas o están locos

Un orfanato no es como una escuela donde hay una profesora que controla, educa a los niños y les trata con cariño todo lo contrario... los educadores aquí son malvados, violadores o pedófilos, tienes que tener suerte para no ser su presa en las noches y terminar malherido

Desde que tengo uso de razón siempre he sido un niño alegre, que le encantaba resaltar y demostrar lo mejor, ese fue mi grave error

En un principio todo iba bien, tenía buenas notas, nunca nadie me hablaba mal, los educadores no eran malos y los niños solo me ignoraban, para mí eso era lo mejor bueno quizás me sentía un tanto solo, pero supongo que era lo normal después de todo era afortunado de ser bien tratado

Por lo menos hasta que me entere de que era doncel, ese fue el peor momento de mi vida, el peor hecho y es algo que me arrepiento de ser hoy en dia, desde el momento que me convertí en doncel las cosas cambiaron radicalmente, los educadores me miraban de otra manera, los niños me miraban mal e incluso las educadoras se alejaban de mi

Y fue ahí donde me pregunté "que estaba mal en mí"

No me enteré hasta una noche donde caminaba tranquilamente hacia mi dormitorio, recuerdo haber tomado una refrescante ducha después de haber terminado con los deberes del orfanato, estaba con demasiado sueño debido a las actividades que habíamos tenido, sin embargo, por alguna razón me sentía intranquilo

Caminaba nervioso por los pasillos oscuros ansiando llegar a mi destino, sin embargo, para mi sorpresa al final del pasillo había un grupo de chicos esperándome, su mirada lo decía todo, sus intenciones no eran buenas eso fue algo de lo que me percate en un instante

Trate de correr, pero fui apresado por brazos fuertes, mi cuerpo golpeó el suelo y empecé a entrar en pánico cuando que me amordazaron, trate de gritar con todas mis fuerzas, pero a cambio recibí un fuerte puñetazo que rompió mi tabique

-CALLATE PUTA!!- grito uno de ellos

Mis brazos estaban atados, en mi boca yacía un paño y mis piernas eran abiertas a la fuerza, en total eran cuatro chicos lo cual no tenía escapatoria

Primero fue uno y después fueron los otros, ellos fueron los primeros en acabar con mi inocencia y sueños, desgarraron todo lo que había en mí con tan solo 7 años, en sus ojos no había piedad ni tampoco una pizca de cordura, su único objetivo era alejar su dolor y que mejor manera de aliviar las cosas a través de la lujuria

Eran aproximadamente las tres de la mañana, los cuatro chicos se habían ido y mi cuerpo yacía tirado en el suelo, no podía levantarme, mis caderas y mis piernas no respondían, mi cara dolía muchísimo y mis lágrimas fluían con rapidez, estaba realmente asustado y en estado de shock intentando procesar todo lo sucedido

Yací tirado ahí hasta que un educador que controlaba me encontró, por un instante me sentí aliviado, sentí que alguien al fin me iba a ayudar pero que ingenuo fui

Él se paró delante mío y me comió con la mirada mientras se desabrocha su cinturón poco a poco, volví a entrar en pánico e intenté arrastrarme mientras le suplicaba que por favor no hiciera nada

-shhh... cálmate- dijo mientras me tomaba de un pie y me atraía hacia el- Todo será rápido si te callas y haces caso ENTENDIDO?!- grito lo último mientras apretaba con su mano mi mandíbula, con lágrimas en los ojos asentí y calle, esa noche sin duda fue la peor de mi vida

Al día siguiente mi sueño había sido interrumpido por risas, poco a poco fui llegando a la realidad y cuando desperté estaba rodeado de niños que me miraban asqueados y otros que se reían de mí, me encontraba tirado en el suelo desnudo y con toda la ropa desgarrada, esta a repleto de un tipo de circunstancia blanca y note que mi orificio sangraba no tarde en largarme a llorar

Me sentía eufórico de la furia quería morir en ese mismo instante, las risas resonaban en mi oído y cada vez entraba más en pánico

-Eres una puta traga penes- grito alguien

-Jajaja los donceles solo sirven para follar- dijo otro

Sin embargo, todo el bullicio fue detenido por una educadora la cual ahuyentó al público sin darme tiempo de salir de ahí

-mira que tenemos por aquí, pensé que eras más que una perra, pero al parecer no es así, te quiero en diez minutos abajo desayunando con el resto si no serán diez latigazos en la espalda por andar follando- dijo esta con aura tétrica haciendo que me asustara

Con rapidez intente alistarme a pesar del dolor que padecía en todo el cuerpo, sin embargo, mi esfuerzo fue en vano ya que no llegué a tiempo, fueron diez latigazos en la espalda los que recibí y de aquello aún no me olvido, las cicatrices se expanden por toda mi espalda y marcas quedan en mi

Lo peor de todo esto es que la tortura recién había comenzado... casi todas las noche un educador me esperaba a la entrada de los dormitorios y abusaba de mi, al igual que lo niños más grandes que yo, ellos solían primero golpearme para luego violarme, la horrorosa tortura se repetía todo el tiempo

Y lo que más me dolió fue ver que nadie se daba cuenta de lo que sucedía o al menos eso quería creer yo, sentia como los días cada vez se iban haciendo más opacos y oscuros sentía que las paredes eran negras y grises y sentía como mi luz caía

Al principio luchaba por escapar o al menos lloraba y me asustaba pero a medida pasaba el tiempo...empecé...a simplemente no sentir NADA

#Moraleja número 1: nunca confíes en nadie#

Mi Máscara🎭Where stories live. Discover now