*FE DE ERRATA: Ya sé que la canción que colgué en multimedia nada tiene que ver con los 70s o con los 90's o con el rock, pero es que la letra pega bien fuerte con cada uno de los personajes de esta historia, en especial en los dos últimos capítulos y en este. Búsquenla, si pueden 🥺*
—Yo pago todo... —les dices con toda la seguridad que da el dinero.
Con un movimiento de la mano llamas al camarero y le entregas unos cuantos billetes grandes con los cuales cubrir la cuenta de antemano, solo para dejar a todos con el ojo cuadrado, especialmente a Zoila.
Ella insiste en que no fue por eso que eligió al que ahora es su marido. Según ella estuvo esperando durante mucho tiempo a que se te pasara la rabieta. Dice que estaba segura de que regresarías y entonces podrían hablar sobre lo que ocurrió. Pero quién le cree; aquel beso no puede haber significado algo para ella cuando no se digna ni a mirarte a los ojos.
Planeas para esta noche un tipo de venganza muy diferente al plan original; probarte a ti mismo delante de tus viejos amigos, los que al final te dieron la espalda.
Todo se trata del poder y del control, lo tenías claro desde aquella mañana en que decidiste marcharte con solo lo que traías puesto encima y un plan de vida en la cabeza...
El terremoto destruyó tu casa junto con lo poco que tenías de valor, si es que había algo que valiera la pena salvar allí dentro. Quedaste solo en el mundo luego de que tu madre murió soterrada bajo los escombros de lo que alguna vez fue la vieja cocina que databa de la época de tus abuelos; la madre a la que te negaste a salvar.
Los huertas ofrecieron el piso de abajo de su casa, donde estaba la cafetería, como refugio para todos los vecinos cuyas casas resultaron dañadas, aunque en realidad en el barrio casi ninguna vivienda sufrió nada salvo daños menores a excepción de tu casa. En cambio a ti, no dudaron en recibirte como a uno de sus hijos el tiempo que quisieras, lo cual agradeciste y mucho.
Seguías sin darte por vencido con Zoila, quizá si la tenías un poco más cerca, entonces tendrías una segunda oportunidad de hablarle sobre tus sentimientos, insistir hasta obtener la respuesta que buscabas. Sí, quizá sentiste que las cosas mejoraron. Los momentos de crisis unen a las personas, ¿cierto? Hasta creías que Zoila comenzaba a quererte de otra manera.
¡Mentira!
Esa tarde en que aquel camaro modelo 73, color gris platino aparcó frente a casa de los Huertas, abriste los ojos y comprendiste que todo había sido producto de tu imaginación. Porque de ese auto salió aquel muchacho rico que ni tú ni Zoila soportaban hasta hacía poco. Escuchaste tras una puerta cuando preguntó por Zoila a su tía y ella lo condujo encantada hasta la sala. Le dijo que iba a llevarla al cine y luego por un helado; la señora Huertas le respondió que era un joven muy agradable.
Atajaste a Zoila en las escaleras antes de que pudiera bajar y la cuestionaste al respecto. Ella insistía en que solo eran amigos, pero quién le creía algo a esa mujer ¿Qué tenía él que tú no para que ella le hiciera caso?
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Zoi-la mara y los tres peludos
General FictionCuatro amigos, una banda y un sueño fracturado por culpa de un terremoto y de la vida misma. Más de veinte años después, ¿qué queda de la amistad y de aquello que los hizo formar aquella banda de rock? Secretos, amores platónicos, viejas rencillas...