Tomoyo se desmayó al escuchar el anunció de Yuuko, por suerte el sector donde se encontraba estaba repleto de almohadones, el mago y la bruja se acercaron rápidamente a ella para asegurarse de que estaba bien. Yuuko le ofreció una habitación y allí dejaron a la amatista para que descansara, era entendible que se desmayara después de tal noticia, su semana no había sido la mejor de todas, aunque comparada con los meses que pasó junto a Kuroao, para ella esa semana había sido una estadía en el cielo.
Yuuko despegó a Eriol del lado de Tomoyo y lo llevó nuevamente a la habitación donde habían estado hablando. El aura del joven mago se había vuelto oscura y peligrosa, cosa que preocupo a la bruja.
―Eriol, tú mejor que nadie sabe que ocurrió la última vez...
―¿Temes que cometa los mismos errores que Clow? ―preguntó molesto, mientras volvía a la puerta―. Spinel quédate con Tomoyo, está en la tercer habitación a la derecha por este pasillo ―dijo desde la puerta e instantes después la pantera pasó por allí sin decir nada, recién entonces volvió a acercarse a donde estaba la bruja.
―Ella no tiene magia, si eso pasa no podrá sobrevivir, ni renacer y su alma se perderá.
―Ya lo sé... ¿Crees que no sé todos los peligros que corre por no poseer magia? Sé que tres meses es un estimado, pero para ella puede ser mucho menos, su cuerpo no lo resistirá, sé que el dolor le va a ser insoportable y su muerte será una larga agonía ―las palabras le salían algo temblorosas por la rabia que estaba conteniendo.
―Saber de la agonía del ser amado es lo peor que nos puede pasar... Clow deseó algo con todo su corazón y yo sigo aquí ―agregó la bruja en un tono triste...
―Aunque lo desee, sé que con Tomoyo no pasara lo mismo... Ayúdame, pídeme lo que quieras pero ayúdame a salvarla.
―Eriol...
―Si quiere mi vida a cambio de la suya te la daré, no me importa, solo sálvala ―imploró el pelinegro con los ojos algo nublados por las lágrimas―... Si no me hubiera fijado en ella esto no estaría pasando... voy a matar a ese maldito ―agregó poniéndose de pie y comenzando a andar de un lugar a otro...
―Eriol... Kuroao no puede quitar la maldición y yo tampoco pero ―dijo la bruja dudando un poco―... puede que haya una forma, aunque no es seguro...
―Hare lo que sea ―respondió apresurado volviendo a centrar sus orbes azules en la bruja.
―Tienes que ir con quien inició la primer maldición, él puede darte una solución... yo te daré un objeto para que intercambies y me encargare de los portales, me pagaras cuando todo acabe, tú buscaras un precio equivalente...
―Ya lo dije, lo que sea ―dijo el pelinegro sin dudarlo―, pero el tiempo en esa dimensión corre diferente...
―Yo cuidare de Tomoyo, me asegurare de que no sufra ningún dolor ni nada por el estilo y sabes que en la tienda estará a salvo ―lo interrumpió la bruja sabiendo cuál era su principal preocupación.
―Gracias Yuuko, te lo pagare todo.
―Claro que sí, luego arreglaremos eso.
Y siguieron hablando durante un largo rato viendo todos los detalles del "viaje" que debía hacer Eriol.
...
Tomoyo despertó rodeada por aquel perfume que tanto le gustaba y por un momento creyó que todo había sido una pesadilla, pero al abrir los ojos se encontró con Spinel Sun a su lado y la habitación donde estaba le era completamente desconocida.
―¿Cómo te sientes Tomoyo? ―preguntó el guardián en un tono amable.
―Bien... ¿no fue un sueño?
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Por ti
FanfictionLlanto, recuerdo, golpes y una suplica silenciosa. La vida de Tomoyo Daidouji es una pesadilla, ha perdido todo y nadie puede ayudarla... O eso creia ella, pues con la llegada de sierto inglés, que en algun momento de su vida le robo el corazón, s...