High heels - Ryujin y tú [Omegaverse]

Cap 4

Ryujin

Desde la entrada pude ver a mis amigas, sentadas en la misma mesa de siempre.

__ y yo hicimos la fila para ordenar nuestra comida, dirigiéndonos, después de llenar nuestras bandejas, donde se encontraba el resto.

Presenté a __ a las que consideraba mis mejores amigas. Yeji, Lia y Chaeryeong me miraban como si estuviera presentandoles a mi pareja predestinada.

Eran unas exageradas.

No sentamos, __ estaba a mi derecha, frente a Lia. Chaer estaba ocupando una de las cabeceras y Yeji estaba justo adelante mío.

Era increíble la velocidad con la que las dos omegas de la mesa entraron en confianza.

―¡Por fin otra omega! Se agradece la companía―. Dijo Lia después de que las presentara.

Solté una risa seca, __ rió de manera tímida.

―Como si no estuvieras todo el día pegada a Yeji. Nosotras realmente no existimos―. Chaeryeong tenía un punto, todas lo sabíamos. 

El que fueran pareja predestinada hacía que constantemente extrañaran a la otra. Hacían la mayoría de las cosas juntas excepto por entrenar, Lia podía ser de todo menos  fanática del básquet.

―¿Mañana tenés entrenamiento, amor?― Le preguntó Yeji a Lia, llamando inmediatamente la atención de la menor de la mesa.

Lia hace voley en el equipo del colegio. Prácticamente había equipos para todo lo que estuvieras buscando.

―Mhm, como todos los miércoles. ¿Ustedes también? ¿Como siempre?

Todas asentimos.

―De hecho __ va a pasar por la práctica mañana―. Ella abrió los ojos en gigante, mirandome directamente. Podía jurar que las palabras de reproche salían de su cerebro a implantarse en el mío. Empezó a negar levemente con la cabeza mientras yo comenzaba a temer por mi vida.

Yeji y Charyeong parecían asombradas pero felices al respecto.

―Tal vez el entrenador te deje incluso tirar algunos triples, si sos muy buena probablemente quiera que entrenes con las chicas de primero―. A este punto no sé si Yeji estaba siendo muy sarcástica o si lo dicía enserio.

―Paso, si voy es porque me invitaron y a mi mamá le haría feliz que salga de mi casa―. Dijo, como si quisiera huir de la responsabilidad.

―Pensé que era por mí―. Dije, finjiendo tristesa. De cualquier manera no le creía que no estuviera yendo porque tuviera ganas, aunque mi loba si estuviera preocupada.

―No todo gira a tu alrededor Unnie―. La sonrisa triunfal que se formó en su rostro me dijo todo. Las chicas estaban realmente asombradas ante una respuesta tal por parte de una omega y el hecho de que yo no le hubiera saltado al cuello en críticas. Lo cierto es que una sonrisa se formó en mi rostro.

―Ni alrededor tuyo, ratón de biblioteca―. La ví rodar los ojos nuevamente ante mi apodo.

―Habría jurado que no sos omega...― Fue lo único que pronunció Lia.

―Lo mismo dijeron en mi casa, te terminas acostumbrando a la idea con el tiempo.

Ella simplementre se encogió de hombros. No parecía molesta ante la mención de su estatus pero claramente no amaba el hecho de su loba no reflejara su carácter.

―¿Podemos volver al hecho de que la acabas de llamar "ratón de biblioteca"?

Pronunció la beta.

―Le gusta leer, ¿Qué tiene?

Salté sin saber realmente la razón. Es casi como si mi alfa estuviera defendiéndola. ¿Desde cuándo estaba a la defensiva con mis mejores amigas?

―Nada, se me ocurrió que tal vez podía unirse al club de literatura. Sabemos que Yubin Unnie es la presidenta y sé que las lecturas conjuntas que hacen terminan en debates interesantes para los que les interesa el tema.

__

Me dió genuina ternura la manera en la que Ryujin reaccionó a mi mal chiste. Claramente estaba yendo al entrenamiento por ella y el que lo dudara solo me hacía tener más ganas de ir.

Otra cosa que me hizo sentir cómoda fue el hecho de que estuviera dispuesta a defenderme incluso de aquellas personas en las que ella claramente confiaba. No que no estuviera cómoda desde el comienzo, todas eran chicas bastante interesantes y amables por lo que había llegado a ver.

Agradecía que Chaeryeong Unnie estuviera preocupada en encontrarme un lugar donde pudiera hacer cosas basadas en mis intereses incluso sin conocerme bien.

Puedo jurar que mis ojos están brillando ante la idea de compartir lecturas con otros lobos de mi edad.

―Gracias Unnie por la idea, lo voy a tener en cuenta.

Todas me habían aclarado desde el principio que si era cercana a una de ellas entonces era cercana a todas, por lo que me permitían llamarlas por ese título. Me habían comentado que así había sido con Julia al principio, era la predestinada de una de las chicas del trio, por lo cual podía pasar tiempo con el grupo como si fuera una más.

Claramente la circunstancia no era la misma, pero me agradaba saber que podía contar con ellas.

Todas terminamos de comer, charlamos un poco más hasta que tuvimos que volver a nuestras respectivas clases.

―¿Unnie, no se supone que tu aula es la misma que la de Chaeryeong Unnie?―Cuestioné una vez que noté que la loba de su misma edad se dirigía a su curso, en dirección opuesta a la nuestra.

―De hecho sí, pero no me molesta acompañarte. En cinco segundos la alcanzo y sé que no soy la única que va a entrar a la clase unos segundos tarde.

Simplemente asentí, me agradaba el hecho de que las clases no fueran fijas, pero de todas maneras me preocupaba llegar a perderme porque no conocía bien el establecimiento. Ryu se había ofrecido a llevarme y desde entonces se volvió como un pacto silencioso.

―¿Puedo preguntarte quién es esa tal Yubin?― Realmente me había interesado el club de lectura, pero la manera en la que hablaban de esa loba reflejaba que todas la conocían bastante bien.

―La única otra base del equipo, una alfa pura.

Por lo que tenía entendido siempre había tres lobos en cada posición, por lo menos así era en mi otra escuela. En caso de lesión un solo lobo tendría que jugar los cuatro cuartos y terminaría siendo una desventaja.

―¿Sólo ustedes dos?― Salió de mis labios al llegar a la puerta de mi curso.

―Por ahora... estamos buscando otra pero las lobas de primero no tienen permitido jugar con nosotras todavía. Son ligas separadas. Te cuento más por teléfono, ahora tenés que entrar y yo que llegar a mi salón.

Así como llegamos desapareció entre la gente que intentaba entrar a sus respectivas clases, rumbo a la suya.

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Eso es todo por este capítulo.

Pido mil disculpas por la tardanza.

Espero que lo hayan disfrutado y que anticipen tanto checkmate tanto como lo hago yo.

De una kpoper a otr@.