Capítulo 73

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Jungwoo miró a Yukhei extrañado, luego le retiró los guantes. Su novio no le detuvo, bajando la mirada a las heridas que no se había preocupado por cuidar esos días, y a pesar de ello, comenzaban a sanar. El mayor permaneció con su vista en ellas y luego alzó la mirada, tan confundido que ni una sola pregunta salió de su boca.

—Golpeé a Johnny —confesó Yukhei—. Sé que hice mal, y aunque no me arrepiento en absoluto, espero que no se lo digas a mamá.

Jungwoo, el cual le miraba serio, soltó un bufido con el que camufló una risa.

—¿Cómo pretendes que ella no se entere?

—Tú no te enteraste hasta ahora —aseguró.

—Porque hacía frío. Además, ¿eres un niño que hace algo y luego pretende que su madre no se entere?

—Sigue haciendo frío —se defendió y frunció el ceño—. No soy un niño, mamá me pidió que me controlara el día que viajé, si se entera de que golpeé a Johnny, va a matarme.

—No tanto para que estés usando guantes todavía —obvió, quedándose en silencio por un momento al ver el rostro de cachorro regañado de Yukhei—. Yo... sé que estabas molesto y... no sé qué más decir al respecto, tal vez que no debería repetirse —asintió, esforzándose más por ocultar su sonrisa al ver a Yukhei encorvado como cuando Theo era regañado—. Sabes que...

—La violencia no es la solución, es algo que le repito mucho a Theo, estoy avergonzado, pero necesitaba hacerlo, me quité una carga de encima, aunque no resolvió nada.

Jungwoo suspiró, dejando de lado lo que hizo Yukhei, estando seguro de que su novio sabía muy bien que se equivocó, y únicamente frunció el ceño con tristeza.

—Debieron dolerte demasiado —habló, acariciando sus manos en los espacios que no tenían moratones o pequeñas heridas de piel abierta.

Yukhei sonrió.

—No debes preocuparte.

—Trae todo, voy a limpiarte.

—Solo descansa —pidió Yukhei, intentando hacerle recostarse en la cama, hasta que Jungwoo lo miró muy serio y él tuvo que hacerle caso sin más peros.


Seúl. Miércoles 15 de abril de 2020

Jungwoo recibió una taza de té de la señora Ming, siendo incapaz de no sonreír ante cada cosa que ella hacía. La mujer fingió no darse cuenta, ocultando también una sonrisa porque no dejaba de sentirse feliz por el casi día entero que pasó cuidando de él, dejándolo a solas únicamente cuando fue a llevar y a traer a Theo del jardín de niños.

Ese día le ayudó a desempacar sus maletas y habló con él abiertamente sobre todo lo que le había hecho Sohyun durante el tiempo que trabajó para JL. Tal conversación no se extendió demasiado por la comodidad de Jungwoo y por su propio bienestar, porque a ella no dejaba de hervirle la sangre al ya conocer lo mucho que esa mujer menospreció a Jungwoo. Ese apenas era el comienzo para ella, porque no iba a quedarse de manos cruzadas, mucho más al saber que sus acciones ya tomaban fuerza porque Jung Misook le llamó en la mañana para decirle que estaba esperando a que Johnny llegara a Corea justo ese día para escucharlo y tomar finalmente una decisión en cuanto al futuro de Sohyun, porque Misook no quería que ellos dejaran de ser parte del conglomerado NW.

—¿Te duele la mano? —inquirió ella cuando vio que Jungwoo acariciaba la zona donde todavía quedaba un apósito, luego de que la enfermera viniese esa tarde para retirarle finalmente la intravenosa, recordándole fervientemente que tenía que detener el consumo de pastillas para dormir hasta que, con nuevos exámenes, pudiesen confirmar el estado de su cuerpo.

Birds [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora