𝔗𝔥𝔢 𝔖𝔲𝔤𝔞𝔯 𝔇𝔞𝔡𝔡𝔦𝔢𝔰 ℭ𝔩𝔲𝔟 [𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨𝐫]🔞

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Leeteuk quiere arrancarse todos los pelos de la cabeza, uno por uno. Debería haber contratado a, por lo menos, una persona más para que le ayude con los preparativos. Entre la decoración, los bocaditos, las bebidas y la comida, Leeteuk siente que no tiene los suficientes brazos. Solo quedan tres horas antes de que lleguen los invitados y ni siquiera llega la torta.

A pesar de que no son muchos los invitados a la fiesta de cumpleaños de Henry, Leeteuk quiere hacer lo mejor para que se lleven una buena impresión. No está preocupado por los niños, porque ellos pueden divertirse con los juegos que compró y que están organizados en la pequeña sala de estar. Sus padres son el objeto del estrés de Leeteuk, no ha socializado mucho con ellos debido al poco tiempo que ha tenido Leeteuk para las reuniones que a veces organizan entre ellos para hablar de los niños y solo espera que sepan que Leeteuk no es ningún aislado social.

El tiempo corre y Leeteuk se limpia el sudor de la frente mientras organiza algunos bocaditos en las fuentes. Está corriendo de vuelta a la cocina, pero una pequeña mano lo detiene.

— Me estoy aburriendo, ¿por qué no viene nadie? — demanda Henry. Una mirada rápida a su hijo le da la motivación que Leeteuk necita para esforzarse el doble, se ve tan lindo con su traje formal — Juega conmigo.

Por lo general, Leeteuk dejaría lo que está haciendo para ocuparse de Henry, pero ahora no. El reloj no se detendrá y tiene asuntos en la cocina que tiene que atender. Así que suspira y sigue su camino.

— Lo siento, cariño. Ahora tengo muchas cosas que hacer, pero tus amigos no tardan en llegar y podrás jugar con ellos — Dice Leeteuk, con tanta delicadeza como puede mientras busca las copas de vino.

Henry, tan lindo y terco como siempre. Se cruza de brazos e hincha los cachetes como si estuviera aguantando la respiración.

— ¿Qué es más importante que yo?

Leeteuk deja de organizar las copas en la bandeja, respira hondo y mira al cielo pidiendo un poco más de paciencia.

— Nada es más importante que tú, pero tienes que entender que hay momentos en los que tengo que ocuparme de otras cosas, ¿no quieres que tu fiesta sea bonita? — Leeteuk casi arrulla las palabras esperando convencer a su niño y gracias al cielo parece funcionar porque Henry rompe su postura amenazadora.

— Si, quiero que mi cumpleaños sea bonito. Iré a buscar mis juguetes — Sus grandes ojos se iluminan y su sonrisa crece, luego se da la vuelta y sale corriendo de la cocina tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permiten.

— No te acerques a la sala aún — Leeteuk grita, pero es en vano. Henry está en otra habitación y Leeteuk tiene que ocuparse de la cocina.

Los invitados llegaran pronto y no tiene más tiempo que perder.

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— Esta es una fiesta ... encantadora, Leeteuk — dice una de las madres de los amigos de Henry, desde su posición junto a los demás padres alrededor de la habitación. Leeteuk le sonríe amablemente.

— Gracias. Habría sido mejor si hubiera encontrado algún lugar espacioso para alquilar, pero no tuve tiempo para hacer una reserva. Esto fue algo casi improvisado —dice Leeteuk deliberadamente. Los padres solo le sonríen, pero Leeteuk está empezando a sentirse mal. Lo único que lo reconforta es escuchar las risas de Henry mientras se divierte con sus amiguitos con los juegos que compró.

— No veo a tu novio por aquí, ¿sucedió algo? — pregunta una voz y Leeteuk no recuerda el nombre de esta persona.

— Oh, eso. En realidad, Dong Sun está en una reunión muy importante ahora — Leeteuk busca su copa de vino y la sostiene entre sus manos para evitar hacer expresiones tontas mientras piensa en que más decir.