Al día siguiente Hyunjin no quería levantarse, estaba agotado mentalmente. El día anterior lo había pasado entre llorando y soltando todo con su amigo, Minho.
Contó toda su historia, el como se sentía horrible pensando que nunca debió hacer lo que sus padres le dijeron, que no debió ceder ante sus emociones negativas que, a pesar de todo el daño, él siempre debió ser fiel a sus sentimientos y no ceder para humillar a Changbin, no tenía que haber sido una mierda como todos a su alrededor.
Estaba cansado, cansado de haber llorado toda la noche mientras su amigo lo consolaba y le decía que no era una mala persona, pero Hyunjin no le creía, él sabía que toda su vida se había ido en picada desde que tomó aquellas malas decisiones por un corazón roto. Sin embargo, sabía que podía comenzar a cambiar y eso podía hacerlo con Felix, tenía que resolver las cosas con él.
Con la imagen del pecoso en mente se levantó de la cama. Observó a su amigo que dormía tranquilamente y sonrió, de verdad estaba agradecido con él, Minho era su mano derecha, su mejor amigo, la persona que siempre estaba a su lado, Hyunjin no podía quererlo más de lo que ya lo hacia. Mientras pensaba en esas cosas dio una leve patada al mayor, con la suficiente fuerza suficiente para incomodarlo y hacer que se despertara.
–Que envidia no tener problemas amorosos –dijo mientras el mayor se removía y trataba de cubrir de nuevo con las sabanas. –Odio a Jisung que logró robar tu corazón dime ¿qué tiene de bueno ese niño?
–Bueno, no es tan dramático como tú, para empezar, es más guapo, más tierno, y hay otras cosas que no creo que quieras saber –contestó descubriendo su rostro y diciendo lo ultimo con una expresión que hizo a Hyunjin disgustarse y salir de la habitación con rapidez.
–¡Eres un asco Minho! –gritó cuando estuvo fuera, Minho solo rio complacido.
Hyunjin aprovecho para llamar a Felix y pedir si podía visitarlo para hablar, el más joven le dijo que estaba bien, de esa forma quedaron de verse cerca de las 11.
Eran apenas las 9 así que regresó a su habitación e hizo que su amigo se levantara para desayunar con él.
Estaban en el comedor disfrutando de su comida y charlando, más bien Minho estaba bromeando, aun intentando mantener la mente de Hyunjin ocupada para que no comenzara a divagar y llorara de nueva cuenta. Cuando el rubio estaba distraído fue que alguien irrumpió en el lugar entre gritos de sus subordinados.
El joven Hwang escuchó un “lo siento señor, no pudimos detenerlo”, entonces movió su mano en un ademan para que se retiraran y dejaran al intruso acercarse. Hyunjin no había levantando la vista para mirar a quien había entrado, sabía quien era, no había nadie más que lograra entrar a su casa de esa forma.
Se giró hacia Minho y le susurro que saliera, su amigo lo miro no muy convencido, pero aceptó al ver la mirada de Hyunjin que le pedía que o dejara hacer eso solo.
Entonces levanto la vista hacia Seo que estaba cerca de la entrada al comedor, se levantó de su silla con elegancia y sin apartar la mirada de la ajena, se acercó a paso lento de la misma forma en que Seo también caminó hacia él.
–¿Viene a disculparse joven Seo? Se retiro de mi casa sin siquiera despedirse, pensé que le habían educado de mejor manera –habló con formalidad fingida, sin embargo no hubo reacción ajena y eso le extrañó a Hwang.
–Admito que fue descortés de mi parte y me disculpo por ello, sin embargo venia a hablar con usted para desenterrar el pasado que tanto se preocupa por mantener oculto. –Hyunjin no pudo esconder como aquellas palabras le hicieron temblar. –Quiero que me escuches ahora por que lo que vengo a decirte no lo volveré a repetir.
Hwang escuchó como el tono de voz en Changbin había cambiado, la falsa formalidad había quedado de lado, quiso buscar en la mirada ajena algo, pero solo se dio cuenta de como esta no reflejaba sentimiento alguno.
–Te amo Hyunjin –soltó como si fuera nada, haciendo temblar al Hwang porque su voz y ojos eran tan fríos, no era como Hyunjin siempre había esperado que sonaran esas palabras. –Mejor dicho, te ame y nunca entendí que fue lo que hice para que me odiaras tanto, para que mereciera la humillación por la que me hiciste pasar, para que me odiaras tanto como para no preocuparte en absoluto por mi y mis sentimientos… –Hyunjin lo miro confundido, recordaba vagamente haber dicho algo sobre lo del engaño cuando se estaban gritando el otro día ¿él no lo recordaba? O ¿solo quería fingir que no tenía culpa en todo esto? –Yo di todo de mi cuando fuimos amigos, aun cuando fuimos enemigos seguí cuidándote, viendo por ti, por no lastimarte de verdad.
Hwang no entendía lo que decía, además la voz de Seo salía de forma suave, pero no había emoción en sus palabras y eso lo lastimaba de una forma que jamás creyó posible.
–No necesito que me expliques nada y tampoco quiero que lo hagas –soltó un suspiro antes de proseguir ante la atenta mirada de Hyunjin. –A estas alturas solo pienso que lo mejor para mi es decirte lo mucho que te llegue a amar, pero que ahora no siento nada, si tu cometido era sacarme del partido y terminar por eliminar todo sentimiento de mi por ti, entonces lo has logrado Hyunjin, no quiero verte más.
Dicho eso salió de la habitación.
Minho trató de detenerlo pero los sollozos de Hyunjin lo alarmaron y decidió quedarse con su amigo.
Por otro lado, Changbin salió de la casa con la misma expresión con la que entró, una mirada vacía que no era más que una fachada que se rompió en el momento en que se encontró con Felix al salir de aquella casa. La suave sonrisa del pecoso y su saludo amable le hicieron imposible mantener la compostura, no pudo evitar atraer al pecoso entre sus brazos, lo abrazó con tanta fuerza que por un segundo pensó que podía lastimarlo, así que aflojó el agarre de inmediato y de forma floja continuo con el contacto.
Felix, sin entender nada, solo atinó a devolver el abrazo, abrazo que apretó cuando sintió al mayor estremecerse y una humedad en su hombro.
Felix no llegó a ingresar en la propiedad Hwang, se sintió un poco mal por ello, pero la persona entre sus brazos necesitaba de él. Así que, en su lugar, se quedó junto a Changbin, lo llevó a su casa, cuido de él, escuchó su historia y entre mimos y cuidados logró hacer que se calmara.
–Realmente no sé que decirte, me parece que todo es algo extraño y creo que deberías dejar que te explique las cosas.
Habló con suavidad observando atentamente las reacciones del contrario, esperaba que no molestarle con aquella sugerencia.
Changbin solo suspiró, no quería pensar, no quería continuar dándole vueltas a ese asunto y no quería volver a ver a Hyunjin.
–El otro día hablé con un viejo amigo de todo esto, creo que todos piensan de la misma forma que debo hablar con él y dejar que me explique.
Felix escuchó, sabía que no decía eso solo por qué si, si no que trataba de asimilar que de verdad aquello era lo correcto, necesitaba entenderlo pero no quería.
–Yo creo que, quizá si continúo hablando de esto, llegara un momento en que pierda significado, así como cuando repites mucho una palabra y luego parece no tener sentido –dijo en un tono bajo, casi un
murmullo que Felix apenas podía escuchar.
El pecoso apretó los labios algo frustrado por la resolución del mayor, pero entendía que la herida aún estaba abierta y el dolor no dejaba pensar de forma correcta. Se acercó a Changbin y lo abrazó, durmieron de esa forma, con el mayor sintiendo calma en los brazos del rubio, una calidez y calma tan parecida a la que había vivido en si pasado con Hyunjin.

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Epithymia
Fanfiction-Así que eres el nuevo novio de Hyunjin ¿eh? Seo conocía a su enemigo, meterse con Felix iba a ser un golpe duro...