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Y luego me preguntaban porque me gusta fastidiar a los demás, la cara del tatuado era un poema, no es como que pensara ocultarlo, tarde o temprano lo sabría.

Justo en este momento Mikey estaba aclarando ese tema con su familia, cuando fue a enfrentar a la familia Sano nunca pensó que el problema de la mañana surgió porque el abuelo creía que Mikey le estaba engañando. Al darse cuenta del malentendido fue que le dije al enano que aclarara ese asunto y yo iría con nuestro pequeño a pasear.

Bueno, no hay mal que por bien no venga, ahora tenia a Draken solo para él.

-¿Estas mintiendo?

-Sé que no me conoces, pero ¿me veo como ese tipo de persona?

-No.

-Al menos sabes juzgar a la gente.

-¿Por qué Kenjiro te dice papá?

-Cuando Mikey estaba embarazado nos encontramos, me conto que se escapó de su casa por unos problemas y que recién se enteró que esperaba un bebe. - Kenjiro volvió a pasar cerca de nosotros. - Él no quería volver así que no lo dude y le dije que venga a vivir conmigo, desde entonces vivimos juntos. - Señale a mi gatito. - Él es mío, Mikey también lo es, no te los pienso entregar.

Nuevamente lo vio ponerse a la defensiva, perfecto, era lo que esperaba.

-Dijiste que no salían. - Su tono de voz se escuchaba más amenazante.

-Exacto, dije que no salía con el pero no que no tuviera sentimiento por él. - No te rías, no te rías. - Mikey, Kenjiro y yo vivimos como una familia. No, me corrijo, somos una familia.

-Mikey no te quiere.

-¿Cómo sabes? - Le sonreí. - Anoche pudiste verlo con tus propios ojos, Mikey no rechaza mi toque, para Kenjiro soy su padre, sin duda mi enano me aceptara.

Su rostro se deformaba por la ira, me mordí el labio, necesitaba mantener la compostura.

-Mikey me quiere a mí. - Sentencio.

-Lo dices muy seguro, te recuerdo que fuiste uno de los motivos por los que Mikey se fue. - Su rostro cambio a una sorpresa. - El me conto lo que paso, entiende, nada de secretos entre nosotros. - Mentí, Mikey fue muy vago con este tema, pero necesitaba saber para actuar. - Además, si estuviera interesado en ti ¿No crees que habría regresado hace mucho? - Mi sonrisa era amplia, mostrando mis colmillos. - Yo nunca lo retuve, incluso le dije para venir juntos y decirle a su abuelo que yo cuidare a su nieto y bisnieto. - En menos de un segundo me había jalado del cuello de mi sudadera y acercado su rostro peligrosamente a mí. - No me mires así. - Reí. - No tengo la culpa de que Mikey me eligiera.

Sus dientes rechinaban, vi su puño alzarse.

-¡Draken-san! - Kenjiro ya estaba al lado nuestro. - ¿Pensaba golpear a papá? - Mi gatito me alejo molesto de él, no le preste mucha atención, solo me centre en Draken.

-Yo, yo. - Lo veía y no lo creía, esa aura asesina que tenía hace unos segundos desapareció apenas apareció mi pequeño, se veía asustado, incluso se veía como un niño siendo regañado por sus padres.

- Tranquilo gatito. - Lo abrace, lleve mi boca cerca de su oreja y le susurre. - Ya lo estoy interrogando, ve a jugar.

-¿De verdad? - Se separo de mí y me vio directamente, sus pequeñas manos agarraron mis mejillas. - Papá me llamara, ¿verdad? - Asentí y aun dudoso y viendo de mala manera al tatuado, se fue.

Vio al rubio intentar hablar con mi gatito, pero este lo ignoro.

-Recurrir a la violencia no fue muy inteligente de tu parte. - Esa mirada asesina volvió. - No me veas así, porque si quiero puedo hacer que Kenjiro te odie. - Mi sonrisa volvió.

Segunda oportunidad (Drakey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora