SUEÑOS

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NARRA EMILY:

Estaba feliz, después de mucho tiempo, debo admitir, habían comenzado a mejorar las cosas, no solo por las nuevas amistades de Liz y Zack, sino porque también pude notar una mejora en la forma en la que los demás me trataban; si alguien me molestaba Liz dejaba de hablar con esa persona, lo cual me hacía sentir bien, también el juntarme más con Zack había ayudado, aunque debo admitir que notaba que lo único que me unía con el era Liz, pero honestamente no me importaba.
Liz comenzó a salir conmigo en el receso y debido a que su casa quedaba no muy lejos de nuestra Institución Educativa, me invitaba constantemente allí, iba lo más que podía, en gran parte era por alejarme del infierno que había en mi casa, aunque por otra parte sabía que no podía ausentarme de mi casa por largos periodos de tiempo, pues no quería que Anna estuviera sola con mamá y papá.

Aunque debo admitir que cuando conocí a Liz tuve un crush en ella, fue como un enamoramiento platónico, porque era físicamente hermosa; es físicamente hermosa aún.

Esa época también fue cuando mis sueños aumentaban, y también pesadillas, era una sensación sumamente extraña, debo confesar. En mis sueños conocía a esa gente con vestimentas antiguas, eran amigos, familia, e incluso amante; pero luego despertaba y no tenía ni la menor idea de quiénes eran.
Día, tarde, noche; no podía hacer más que pensar en la chica de mis sueños, su nombre era Sue, pequeña, hermosa, siempre se veía tan delicada, como un pétalo, pero al mismo tiempo algo en mi me decía que era de las personas más fuertes que pudieron haber vivido.
Esta sensación me asustaba, ella era todo lo que deseaba, todo lo que quería y ni siquiera sabía quieren era.
No sabía que hacer, me abrume, fue mucho, fue...fue...demasiado. Tenía que decírselo a alguien, aunque la idea de que alguien supiera me aterraba.

- Emily vienes hoy a mi casa, mi mamá no va a estar y tú sabes que no me gusta estar sola.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera la había oído hablar.

-Emily...-dijo sin aún recibir respuesta-Emily...¡Emily!

-Si que paso- desperté a la realidad por un segundo.

-Pasa que te estaba hablando y tú estabas en otra galaxia.

-Si lo siento, lo que pasa es que tuve un sueño muy extraño- dije con una voz pasiva que también denotaba intriga.

-¿Que soñaste?-dijo muy tranquilamente.

-Es...es complicado de decir, mejor hablemos de otra cosa ¿te parece?-dije evadiendo el tema con audacia, aunque se que Liz lo noto.

- Vamos, que puede ser tan malo como para no contarme.

-No es eso, no es que sea malo- resople mientras miraba directamente al suelo- es solo, algo...complicado.

-¿Complicado en que sentido?

Solo la mire sin saber que decirle hasta que ella decidió hablar de nuevo levantando su tono de voz, sonando sorprendida

-¿Acaso soñaste que te acostabas con alguien?-dijo con sorpresa y una sonrisa pícara en su rostro.

-¿Que? Jajajaja no- rei porque su comentario me pareció cómico

-Entonces...

-Sabes que...Te lo dire, pero no justo ahora...en este momento- dije en balbuceos ya que me asustaba hablar de mis sueños con alguien- más tarde, mejor hagamos esto- me miro con intriga y una sonrisa- pídele permiso a tu madre y yo iré a tu casa y ahí hablamos más tranquilas...¿Que te parece?

La DecisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora