CAPÍTULO 57: El rescate II.

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Bryan nos dijo que solo estaba uno así que entramos sin hacer ruido, Marcus lo sometió sacándolo de la casa y dejándolo encerrado en la cajuela del auto. Cuando él regresó bajamos por unas escaleras hasta el final de un pasillo en donde se escuchaba la voz de algunos discutiendo. Sentí una palmada en mi hombro y relamí mis labios antes de darle una palmada a Marcus en su hombro derecho, al hacerlo él golpeó la puerta con fuerza.

-¡Arriba las manos! ¡Suelten sus armas! —les ordenó apuntales y entramos detrás de él. —antes de que aprietes ese gatillo te volaré la cabeza y créeme que lo voy a disfrutar. —amenazó al tipo que tenía el arma apuntando en la cabeza de Enrique, el cual estaba atado en la silla llenó de golpes. Cerré mis ojos disparando cuando el sujeto le apuntó a Marcus y al abrir mis ojos me di cuenta de que le disparé en su mano, guardé mi arma detrás de mi espalda sintiendo el temblor en mis manos.

-¿Tienen todo controlado? —pregunté y en cuanto me dijeron que si salí rápido del sótano mientras quitaba mi chaleco. Al estar fuera de la casa apoyé mis manos en mis rodillas respirando agitada al sentir una presión en el pecho. —estoy bien, no te preocupes. —le dije a Bryan al verlo acercarse y me reincorporé al ver a los demás salir.

Cuando la policía local llegó regresamos a los autos rumbo a la casa de Sonia, ella estaba esperando afuera cuando llegamos ya que Enrique no quiso ir al hospital. Al ver cómo se abrazaban hice una mueca desviando la mirada, esperé en el auto mientras los chicos guardaban todo, nos quedaremos en el aeropuerto mientras es nuestro vuelo.

El vuelo de regreso fue muy incómodo después de que Marcus me regañó por cerrar los ojos al disparar, preferí no decir nada e ignorarlo, suficiente tengo el estar preocupada por Matt y mi hijo cómo para pelear con él. Traté de llamar a Matt, pero no contestó, solo le dejé un mensaje diciéndole que ya íbamos de regreso y estaríamos allá casi a las siete de la mañana. No me di cuenta en qué momento me quedé dormida hasta que sentí como me movían.

-Llegamos enana, es hora de ir a casa. —asentí levantándome y estirándome un poco. — ¿estás bien? —asentí sacando mi maleta y bajé del avión frunciendo mi ceño. —papá trajo tu auto, está en el estacionamiento, pero si quieres yo te llevo, te ves algo dormida.

-Estaré bien, hablamos más tarde. —caminé hasta salir al estacionamiento y al ver a un hombre parado cerca de los autos lo saludé. — ¿tiene las llaves de este auto? —él me las entregó.

-¡Hey! Hola chicos, ¿qué hacen aquí? ¿van a viajar? —miré hacia atrás al escuchar la voz de Thomas. —hola Anahí, ¿crees que puedas llevarme? Matt me llamó y dijo que quería hablar conmigo de algo importante.

-Claro sube, te llevo, pero no sé si esté en mi casa, no ha contestado en todo el día. —subí al auto dejando la maleta en la parte de atrás y él subió a mi lado, me despedí de los chicos antes de arrancar. — ¿estás bien? ¿sabes para que me necesita mi hermano?

-Sí todo está bien, solo tengo sueño y no sabría decirte, apenas llegué de un viaje. —murmuré mirando hacia el frente. —tampoco me ha contestado, pero espero esté todo bien.

-¿Puedes prestarme tu celular para llamarlo? Me quedé sin batería. —asentí sacando mi celular y se lo di. —ojalá me conteste. —le sonreí, pero creo que hice una mueca. —hola hermano, soy Thomas, no...está a mi lado, me la encontré al salir del aeropuerto y ya que vamos a dónde mismo le pedí que me llevará. —él frunció su ceño entregándome el celular. —quiere hablar contigo.

-Hola Ma... —no terminé de hablar porque comenzó a decirme que fuera directo a la casa de su madre y mantuviera distancia con Thomas. —está bien, vamos para allá. —colgué guardando mi celular y conduje hacia la casa sin decir nada más, llegamos a la casa, pero no quité los seguros. — ¿pasó algo entre tú y Matt?

-No, no he hablado con él desde hace tiempo. —dijo por lo que asentí bajando del auto acariciando mi espalda baja y suspiré acercándome a tocar la puerta. — ¿te duele? ¿estás haciendo las rehabilitaciones cómo te indiqué? —preguntó quitando mi mano para hacer un poco de presión e hice una mueca. —si quieres podemos hacer una sesión de masaje o algún ejercicio.

-No gracias, estoy bien. —quité su mano justo cuando la puerta se abrió y le sonreí a Matt, pero su cara estaba demasiada seria y parecía molesto. — ¿qué pasa? —pregunté confundida.

-Quítale tus asquerosas manos de encima. —Matt dijo empujando a Thomas haciendo que tropezara. —eres un maldito, creí que eras mi hermano y me traicionaste.

-¡Matt! ¿Qué te pasa? No estoy haciendo nada malo. —fruncí mi ceño colocando mis manos en su pecho evitando que avanzará hacia Thomas. — ¿de qué estás hablando? no ha pasado nada entre nosotros.

-No...no pasó nada contigo, pero con Nadia sí, te metiste con ella durante mucho tiempo. —gritó molesto y me movió a un lado. —papá nos hizo creer que te corrió de la casa por no querer trabajar con él, pero fue porque estabas revolcándote con ella, ¿no? ¿creíste que no me iba a dar cuenta?

-Hermano...lo que pasó fue un error y no tuve el valor de hablar contigo. —le dijo Thomas levantándose del suelo y dio un paso hacia él. —dejemos las cosas así...no te conviene que ella sepa la verdad, la conoces, te dejará en cuanto se enteré. —él me miro, ¿está hablando de mí? cuando dijo eso Matt lo golpeó en la cara una y otra vez. — ¿me hiciste venir solo para esto?

-¡No la metas en esto! Eres un imbéc*l. —estaba a punto de acercarme a separarlos, pero alguien me sujetó del brazo y al ver Alexa negó despacio. —sí, te hice venir para decírtelo en tu cara, para que veas lo que causaste, eres un cobarde.

-Te pueden golpear, no te acerques, Anahí no te metas, es mejor que los dejes arreglarlo a su manera. —me solté de su agarré y me acerqué a ellos sujetando el brazo de Matt.

-Basta ya...Matt contrólate. —lo jalé con fuerza hasta hacer que se levantará. — ¿qué mi*rda está pasando aquí? ¿por qué estás así? —fruncí mi ceño mirándolo, pero él solo veía a Thomas furioso. — ¿puedes mirarme? ¿qué está pasando?

-Quiero que te alejes de mi familia, de mi empresa y sobre todo de mi prometida, el mínimo contacto y te juro que acabaré contigo. —me ignoró por completo por estar gritándole y me tomó de la mano haciendo que entrara a la casa, al mismo tiempo que empujó a Alexa para que también entrará. —tienes prohibido algún contacto con él y si me desobedeces olvídate del dinero, estoy seguro de que papá me apoyará en esto. —no le dio tiempo a Alexa de reprochar porque él me jaló caminando por el pasillo hasta llegar a una oficina y al entrar le puso seguro a la puerta. —lamento lo que pasó...pero ¿por qué mie*da estabas con él? Dime la verdad... ¿los acompañó al viaje? ¿estuviste con él? —me preguntó caminando hacia mí, retrocedí hasta topar y colocó sus manos sobre el escritorio dejándome atrapada.

-No sé qué mi*rda está pasando entre tú y Thomas. —frunció su ceño cuando dije su nombre y apretó su mandíbula. —pero a mí no me metas...no fui con él, lo encontré por casualidad en el aeropuerto, si no me crees pregúntales a los chicos o revisa las jodidas cámaras, me da igual porque no estoy mintiendo. —suspiré mirándolo y coloqué mis manos en sus brazos. —espero que no estés insinuando que te fui infiel...porque eso nos va a traer problemas, si tu ex te engañó con él no quiere decir que yo lo haga, no me compares con ella.

-No...no pienso así de ti, es solo que me invadieron los celos, lo siento. —me abrazó hundiendo su rostro en mi cuello y acaricié su espalda haciendo una mueca. —perdón por la tontería que dije, pero hay algo más importante que debo hablar contigo, no esperaba que llegaras tan pronto y aún no se me ocurre la mejor manera de contártelo.

-Uhm... ¿Qué pasa? ¿es algo malo? —pregunté separándome un poco para mirarlo. — ¿pasó algo con Mateo? ¿en dónde está? ¿está bien? —la angustia me invadió en un segundo.

-No se trata de él, está arriba dormido. —seseparó pasando su mano por el cabello y se recargó en la puerta mirándome,parecía que estaba evitando que saliera. —ayer Nadia apareció en la oficina demi padre y me pidió hablar con ella...me dijo que...que tenemos una hija juntos,ella y yo... —lo miré sin decir nada ya que aún seguía procesando esaspalabras. 

Atado a ti por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora