¿Cómo casarse con un viudo? ➻ Mewgulf.

Paso 1.

Paso 1; Busca a un viudo, de preferencia guapo y sin hijos.

El paso 1 de mi guía para casarse con un viudo millonario había nacido de mi propia miseria. Es decir, un día me levanté, desayuné un pan duro que había sobrado de la mañana anterior y me fui a trabajar. Estando en mi miserable trabajo, dónde solo me pagaban 6,500 baths al mes, me pregunté si esto era lo que realmente quería para mi vida, y la respuesta fue un rotundo no.

Era obvio que no quería seguir viviendo esa miserble vida, pero era lo que tenía en ése momento, fue entonces cuando una idea descabellada llegó a mi mente como una rafaja de viento fresco en los días de primavera y me sacudió hasta mostrarme la luz a la salida de mi dificultad. Es decir, la idea de explotar mi belleza y mejorar mi vida se hizo presente y era tan sencilla como casarme con un viudo multimillonario sin hijos.

¿Por qué viudo y sin hijos?

La respuesta era fácil. Si no había una esposa y tampoco existian los hijos, no había posibilidad de que tuviera que compartir la fortuna con nadie más. Sonaba egoísta, y tal vez lo era, pero cuando tienes tantas dificultades y un estómago con hambre, el egoísmo y el descaro se tomaban de la mano para sobrevivir. No es como si no supiera que el solo pensamiento de hacer tal cosa estaba mal, pero en ése tunel oscuro llamado vida no había otro foco que me pudiera alumbrar.

Siempre fui hermoso y hasta cierto punto muy afeminado, y no era algo que me avergonzara en absoluto. Tomaba todo aquello como un beneficio a la hora de encontrar una pareja masculina y viril, y siempre funcionaba. ¿Por qué no utilizar esos encantos a mi favor para encontrar a alguien quién me pudiera facilitar la vida y sacarme de la misera?.

Tal vez había visto muchas películas americanas de los 80's o quizás solo estaba tan decepcionado y con hambre que había llegado hasta éste punto de quiebre total. Fuera como fuere, ciertamente me había ayudado para desarrollar los 5 pasos de mi guía personal de cómo casarse con un viudo.

Tenía lo más fácil, que era mi guía. Ahora solo faltaba ponerla a prueba. Pero para ello primero necesita encontrar a la persona correcta y que contara con todos los requisitos necesarios, algo que parecía fácil pero en realidad era sumamente difícil.

Habían muchas personas por allí. Hombres guapos y adinerados, pero que en general no estaban interesados en relaciones a largo plazo o simplemente no estaban en el camino del amor homosexual, lo que hacía todo más complicado.

Pero ciertamente para alguien tan atractivo y descarado como yo no había nada imposible. Hubo dificultades para encontrar al indicado, pero una vez encontrado me aferré a él como una garrapata se aferraba al pelaje de un perro.

Su nombre era tan elegante y hermoso como él. Mew Suppasit Jongcheveevat. Un magnate del comercio internacional con un futuro prometedor pero con un pasado abrumador. Alto, de piel morena y ojos alquitrán. Aunado a toda aquella belleza se le sumaba su personalidad taciturna, amable y compasiva, que solo hacían resaltar aún más su atractivo físico.

Era ideal para mí, en principal porque habia enviudado hacía tres años y no tenía hijos ni familia. Era tan solitario como el sol en los días despejados. Tan triste y compungido.

Lo conocí en un bar de media noche. Había asistido a ése lugar en busca de una noche casual pero Mew se había atravesado en mi camino con una copa de vino y me había imposibilitado por completo decirle que no a cualquier cosa. Vamos, que un hombre como él no era fácil de encontrar ni con lupa, la posibilidad de que otro hombre como él me coqueteara era casi nula, por lo que no dudé ni un segundo y me había lanzado a por todo con él.

Ésa noche el primer paso de mi guía había sido completado, lo siguiente iba a ser pan comido. O eso fue lo que pensé en ése momento...