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Los siguientes días Mingyu se encontró con Wonwoo leyendo el libro que le compró en el balcón. Sabía que lo hacía a propósito, colocándose ahí sólo para que lo viese. Para que viera qué tanto había leído, qué tanto lo estaba disfrutando. A Mingyu le gustaba entender a su vecino. 

El muchacho lo marcaba, lo rayaba, lo destacaba con papeles de colores y se sonreía a sí mismo cada vez que encontraba algo que le gustaba del libro. Mingyu le preguntó por esa costumbre: 

—¿Por qué los rayas? 

—Mi profesora de literatura de cuando iba a la escuela me dijo un día que los libros se marcan, se rayan y se habla de ellos. Hay algo más que sólo palabras, y desde entonces los hago míos con mis marcas y mis partes favoritas destacadas —sonríe y cierra el libro. Tenía papeles sobresaliendo que destacaban por sus brillantes colores—. ¿Tú no los rayas? 

—No me gusta rayarlos, sólo... sólo los leo.

—¿Y qué pasa cuando lo quieras recordar? No tendrás nada tuyo que te recuerde qué tanto te gustó un libro. 

—Para eso lo leo de nuevo —asiente Mingyu, apoyándose en su barandal, mirando al azabache que rueda los ojos por lo que dijo.

—El que olvida no disfruta. 

Y eso le quedó rondando en el cerebro a Mingyu. ¿Qué pasaría si no disfruta a Wonwoo y sólo se pregunta cuánto de él puede sacar? Se sintió curioso, quería aprender a marcar libros como su amigo. Y agradecerle por hacerle recordar. 

—Tienes razón —admite el moreno con una sonrisa de lado. 

—Me doy el lujo de tenerla a veces. 

Ambos se ríen un poco y miran la ciudad. La tarde que se convertía en noche. Ninguno habla. Viajando en el tiempo con una calma, en un silencio cómodo que a ninguno le hace demasiado pensamiento. Creyeron en conjunto, en un acuerdo silencioso que era mejor así. Sí, mejor así. 

—Las estrellas están muy brillantes hoy —observó el moreno, mirando las estrellas y Wonwoo bufa un poco por ese comentario. 

—A veces eres de otro mundo. 

—¿Por qué? sólo soy un tipo más. No doy miedo ni soy lo más extravagante del mundo —ríe con sarcasmo el más alto, irguiéndose por lo que dijo su vecino. 

—Creo que todos deberían estar aterrados por ti... —dice Wonwoo y deja su libro encima de la mesa. La portada se elevaba un poco por el viento y tenía dobleces, al igual que algunas hojas—. Eres Mingyu después de todo. 

—Y tú eres Wonwoo. 

—Lo soy. Y a veces no quisiera serlo. 

Ninguno lo debatió. Ese pensamiento se perdió entre las estrellas. 


↬ Cigarettes or Coffee //Meanie ⇌ MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora