Abbygail Laungmoon nacida en una cuna de oro, siempre obtuvo lo que quería y a pesar de ello era una persona con un corazón noble y amable, siempre tuvo una buena relación sus hermanos y con sus padres, se podría decir que tenía la vida soñada...pe...
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No supe cuando los invitados se habían ido, simplemente no me importaba de lo que ocurría a mi alrededor, sentía una fuerte presión en el pecho y las lágrimas no habían dejado de fluir, Beth se había mantenido a mi lado todo este tiempo, Amelia quiso hacer lo mismo, pero tenía la responsabilidad de despedir a los invitados así que tuvo que irse.
-me odia...simplemente me odia.-dije entre sollozos, Beth solo me consolaba y repetía que todo iba a estar bien, pero yo sabia que iba a ser así.
Después de un tiempo Amelia llego a decirnos que podríamos quedarnos esa noche si queríamos, pero justo en ese momento Damon entro y le dijo que iba a ser necesario que nos iríamos a nuestra casa pero que le agradecía su generosa oferta, en todo el camino a casa Damon no me dirigió la mirada en ningún momento, ya cuando llegamos y me dirigía a mi habitación con Beth y Damon me detuvo.
-Abbygail debemos hablar.-y se dirigió al despacho.-y ven sola.
Nos miramos con Beth y esta solo me sonrió, seguí a Damon en silencio y cuando entramos el simplemente miraba al frente, se notaba enojado y yo...simplemente yo...me sentía miserable.-Damon yo...
-simplemente te preguntare una cosa.-dijo y me miro de forma fría, como nunca en su vida me había mirado.-¿Por qué?
-Damon yo no...
-¿POR QUE ABBY, POR QUE? ERA NECESARIO HACERLO, SABIA QUE PASABA ALGO ENTRE USTEDES, PERO ABBY HACERLO DE FORMA PUBLICA, ACASO TU SABES LO QUE ESO SIGNIFICA...Y EL NISIQUIERA SE ACUERDA DE TI...EL YA NO TE AMA
Cada palabra que salía de su boca se clavaba como una daga en mi corazón, las lágrimas salían sin descanso, no lograba entender como llego todo a este punto, yo solo quería despertar y que todo esto que estoy viviendo sea una pesadilla.
-PERO HABLA MALDITA SEA, SABES COMO REACCIONARAN NUESTROS PADRES CUANDO SE ENTEREN...TE TENDRAS QUE CASAR CON EL, CON ALGUIEN QUE AL QUE YA NO LE IMPORTAS, CON ALGUIEN QUE TE VA A ODIAR POR LO QUE HICISTE, Y NO SOLO ESO...SI NO QUE HAS DEJADO A NUESTRA FAMILIA DE LA PEOR MANERA POSIBLE.
-hermano...-dije en un hilo de voz e intente acercarme a él, se apartó de forma brusca y no permitió que lo tocara, ese gesto hizo que mi llanto se intensificara, trate de ver a través de mis lagrimas su rostro y le sonreí tristemente, murmure una disculpa y salí del despacho, camine con el corazón destrizado a mi habitación y cuando vi a Beth junto a Meredith me lance a sus brazos a llorar, por lo menos no estaba completamente sola y con ese pensamiento me quede dormida.
A la mañana siguiente no quise salir de mi habitación y de igual forma no quería que nadie entrara, había entrado en un tipo de reclusión voluntaria, quería pensar en todo lo que había ocurrido y como había dañado la vida de tantas personas incluyendo la mía, no quería que nadie sufriera, pero hasta el momento había hecho todo mal.
En todas las posibles soluciones que se me ocurrían, salía lastimado alguien, y no quería causar más problemas así que me había resignado a casarme con el conde, claro siempre y cuando el lo propusiera sino de lo contrario seria una paria de la sociedad, si llegase a suceder esto por lo menos tendría la oportunidad de irme lejos y comenzar una vida diferente en otro lugar.
