―Valentina Carvajal, un placer directora Hellen Scott.
La de ojos azules hizo una reverencia, estrechando la mano de la mujer mientras tomaba su muñeca en señal de respeto.
Observó el rostro neutral de la mujer. Marcas de expresión, y arrugas a los costados de sus ojos violetas, dueños de una mirada afilada y juzgadora. Cabellos blancos y perfectamente cortados. Una postura perfecta y elegante como sus ropas de costosas marcas. Así era Hellen Scott, dueña de una de las empresas de tecnología médica más grande de Inglaterra.
A Valentina le intimidaba la mujer no sólo por su mirada juzgadora, si no por el claro poder que ella tenía.
―Un placer, Valentina ―la mujer retiró su mano y miró a su hija quién le sonrió como una niña.
―¿Y entonces, mamá? ¿la vas a contratar, cierto?
La mujer pareció no mostrar señal alguna de su decisión, solo dio media vuelta, caminó hasta su escritorio y tomó asiento. Valentina miró a Aiyana y esta le hizo una señal con sus manos para que no se preocupara.
Al parecer, o estaba segura de que su madre la aceptaría o hacía como que lo sabía.
―Bien ―su voz captó rápidamente la atención de ambas menores ―Valentina, ven aquí, siéntate ―la llamó sin mirarla.
Valentina se percató de que ahora tenía puestos lentes y revisaba lo que parecía ser su currículum. Vio por última vez a Aiyana y avanzó hasta la silla frente al escritorio de la mujer mayor, tomando asiento.
―Fuiste una alumna destacada tanto en secundaria, preparatoria y universidad. Sabes hablar fluidamente francés y japonés, aquí dice que obtuviste una beca, pero tu carrera está incompleta, ¿es así?
Aiyana decidió tomar asiento en un sillón y mirar por el gran ventanal de la oficina de su madre. La vista del centro de Londres no era muy buena a esa hora, pero no tenía nada con lo que distraerse.
―Así es, obtuve una beca, pero por circunstancias solo pude estudiar los primeros tres ciclos de medicina ―explicó.
A su mente llegó la imagen de Juliana recostada en su cama matrimonial, con su gran estómago a simple vista, durmiendo y en paz. Preciosa. Así la había dejado en la mañana antes de salir.
Tuvo que reprimir una sonrisa de enamorada. No era momento para eso.
―Ya veo. Aquí dice que empezaste a trabajar en un restaurante como lavaplatos, luego en otro como mesera ―Hellen dejó su currículum de lado y unió sus manos huesudas sobre el escritorio. ―¿Por qué no concluiste tus estudios? Tus notas eran prometedoras.
Valentina pensó en qué decirle. ¿Debería hablar sobre Juliana, no es así? Que tuvo que buscar empleo rápidamente para hacerse cargo de su pareja y ser independiente.
Cuando abrió su boca para hablar la voz de Aiyana le interrumpió.
―La mamá de Valentina enfermó y como no tenían los recursos suficientes para su tratamiento tuvo que buscar rápidamente un trabajo.
Las cejas de la mujer parecieron juntarse ligeramente. ―No te pregunté a ti, Aiyana. No seas insolente y tráeme un café. Rápido. ―Hellen chasqueó los dedos.
―¿No puedes decirle a alguien más que lo haga?
―No puedo.
Aiyana murmuró para sí misma y se levantó del sillón en una de las paredes para acercarse a la máquina de café a tan solo pasos. Pronto tenía en sus manos en pedido de su madre y caminó hasta ella para dárselo.
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Desire Of Love | ✓
Romance˗ˏˋ 𝐉𝐔𝐋𝐈𝐀𝐍𝐓𝐈𝐍𝐀 ˎˊ 𝐃𝐎𝐋| ❝Valentina no ama a Juliana, pero está con ella porqué Juliana quedó embarazada. Ahora tendrán que descifrar qué sienten por la otra en medio de la incertidumbre, la soledad y los problemas económicos.❞ _____ •Val...