Los rayos de sol iluminaban la pintoresca ciudad de Spagonia, bañada en techos de tonos anaranjados y la enorme torre de reloj en el centro.
La iluminación llegaba al rostro de la pequeña Sparr a través de la cortina, la cual comenzó a interrumpir su sueño. La niña empezó a murmurar y decidió voltearse de mala gana para evitar la luz en su rostro, sin darse cuenta que otra pequeña niña de púas azul claro estaba a su lado completamente dormida con una sonrisa relajada.
Sparr sintió una leve respiración en su rosada nariz, por lo que empezó abrir los ojos lentamente. Al principio solo veía borroso, pero su vista se fue aclarando y se dio cuenta de la intrusa en su cama. La pequeña eriza a su lado tomó su esponjosa colita y la abrazó fuerte, acurrucándose poniéndose aún más cómoda.
¡¡¡EEEEEEE!!! -exclamó con fuerza la pequeña zorrita ante la sorpresa y la molestia de tomar su colita contra su voluntad.
Al escuchar el grito proveniente de la habitación, Rosy fue corriendo inmediatamente a socorrer a su hija.
- ¡¿Q-Qué paso?! ¡¿E-Estas bien, linda?!- abrió la puerta completamente preocupada.
Sparr estaba abrazando su propia cola, sentada sobre la almohada donde apoyaba su cabeza, completamente despeinada y disgustada.
- ¡¿Q-Qué hace ella en mi habitachión?! – preguntó la pequeña molesta apuntando a la eriza intrusa.
Six estaba completamente fuera de sí, con cara de dormida, despeinada, desarreglada e intentando mantenerse despierta. Rosy suspiró aliviada al ver que estaban fuera de peligro y, con una amable sonrisa, procedió a intentar explicarle la situación a Sparr.
- Awww... La pequeña Six debió sentirse sola y te buscó. Sabes que ella te quiere y admira mucho. – mencionó entre pequeñas y dulces risas la zorrita.
- ¿Ah, chi? Pues... ¡q-que se ponga cómoda en ota pate! – respondió disgustada Sparr.
Six comenzó a gatear con una plácida sonrisa y abrazó una vez más la esponjosa colita de Sparr en el momento que ella la volvió a soltar, descontándose en ella como si fuera un peluche.
- Chuavechita...- Murmuró dormida con una tierna sonrisa.
- ... ¡¡¡EEEEEE!!! – volvió a exclamar la pequeña zorrita, interrumpiendo con escándalo la tranquila mañana.
Varios minutos después, las niñas bajaron a desayunar en el comedor. Rush estaba a gusto leyendo el periódico, cuando notó que su hija estaba comiendo algo disgustada, y su otra pequeña invitada se acariciaba la cabeza donde parecía que recibió un fuerte golpe.
- ¿Te caíste de la cama, Six? – preguntó con una sonrisa en un tono casi irónico.
La pequeña no contestó y solo se limitó a sollozar mientras se seguía acariciando la cabeza, lo cierto es que había recibido un golpe de Sparr, y Rosy, en respuesta a ella, la regañó por la actitud, recordándole que Six era su invitada y que aún se estaba adaptando.
Ambas ya tenían puestos sus uniformes, un hermoso conjunto de una camisa y pantalones cortos de color azul, con un pequeño volado, un moño lila y la bandera de Spagonia en su lado izquierdo.
Rosy procedió a peinar a Sparr para colocarle una vincha azul con un moño, mientras que a Six le peinó el fleco hacia atrás y le puso un moño más grande para sujetar su cabello, además de unos cuantos arreglos para ocultar su identidad como les había aconsejado su amigo.
- Ay... ¡Pero qué lindas están! No vayan a coquetear con los chicos que se les acerquen. - comentó Rush con un tono burlón y una sonrisa pícara.
- ¡S-Sidencio! – gritó Sparr colorada y disgustada por el comentario.
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Hunters Chronicles: Biohazard
AdventureLas aventuras de Hunters Chronicles continúan en su capitulo más oscuro... Silver y Six ven sus caminos forzosamente separados cuando una vieja aliada les trae una terrible premonición de una futura tragedia que se alzará sobre el mundo. Six es llev...