O15.

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La puerta del apartamento de TaeHyung nuevamente sonó, solo que esta vez no molestó tanto al individuo debido a que sabía que del otro lado se iba a encontrar su novio, sonriéndole ahora a él y no a su victoriosa cita con alguna otra mujer

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La puerta del apartamento de TaeHyung nuevamente sonó, solo que esta vez no molestó tanto al individuo debido a que sabía que del otro lado se iba a encontrar su novio, sonriéndole ahora a él y no a su victoriosa cita con alguna otra mujer.

El castaño abrió la puerta y dejó entrar a Jin, quien dejó una bolsita sobre la mesa como era de costumbre cada vez que iba hacia su hogar. Este se agachó poquito para alcanzar los labios de su hyung debido a que el mayor era un poquito más bajo que él.

—Buenos días —saludó el menor. —¿Dormiste bien? Deberíamos salir hoy

—Salimos hace unos días —TaeHyung le miró desconcertado, ganándose una risa de parte del adversaro. —¿Qué?

—¿No quieres salir conmigo?

—No es eso, solo que sabes que no podemos tomarnos de la mano o mimarnos explícitamente si estamos en público.

Jin rodó sus ojos y nuevamente unió de manera corta sus labios con los del castaño.

—Entonces vamos a mi casa, mamá no nos molestará
tanto porque tiene cosas que hacer —y TaeHyung asintió, siempre se salía con la suya si se trataba de convencer a Jin y cambiar sus planes.

Cuando el castaño estuvo listo para salir ambos dejaron el departamento y fueron al hogar del menor de ambos. Pero en el camino se detuvieron para poder ver unos peluches que le gustaron al menor y captaron la atención del mayor, los compraron y siguieron su camino.

Poco antes de llegar a la casa de los Kim, Jin tomó la mano de TaeHyung con cuidado entre la suya y se sorprendió al no sentir el rechazo que generalmente se ganaba con un “nos pueden decir algo”, porque a pesar de todo ambos no estaban preparados para recibir odio público solo por ser homosexuales. Incluso en el siglo veintiuno se sentía como si fuera el siglo diecinueve si se vive en Corea.

—¡Llegué!

—¿Hijo? Creí que ibas a salir con... Oh, TaeHyung, hola —la voz de la madre de Jin se hizo presente en la sala. —Supongo que de nuevo te saliste con la tuya, ¿no?

Tae asintió triunfante y Jin bufó al ver que su madre chocaba los cinco con su novio. Los dos juntos lo iban a volver loco.

—Bien, vayan. Yo los llamaré para el almuerzo, aunque seguro Taetae nisiquiera ha desayunado.

—Sí lo hice —Tae rió.

—Sí, me sorprende cada día más ―-dramaizó SeokJin, ganándose un leve golpecito de parte de TaeHyung.

Ambos finalmente caminaron hasta la habitación del de cabellos negros. Estuvieron un rato hablando de videojuegos y luego se pusieron a jugar con los peluches de manera infantil pero bromista a la vez, hasta que en un movimiento rápido Jin apartó el peluche de las manos a Tae.

El castaño no se quedó atrás y se lanzó sobre su novio para poder alcanzar el peluche color azul pastel, pero este lo alzó hacia el cielo para que no lo tomase.

—Dámelo —reclamó Tae, sentándose sobre el regazo del de cabellos negros, quien estaba sentado en la cama aún alzando el peluche de felpa.

—A cambio de un besito.

TaeHyung rodó sus ojos y le dió un corto beso en su boquita, esperando su recompensa.

—Cambié de opinión, no se lo daré —el del lunar bajo
su ojo sonrió de manera burlona y TaeHyung frunció su ceño para comenzar a estirar su mano nuevamente hacia arriba.

En un acto inocente, TaeHyung dió un pequeño saltito que a SeokJin le puso los pelos de punta al sentir el peso de su mayor rozar con su entrepierna, más sintiendo los muslos del adverso apegados a sus caderas y tenerlo tan cerca... lo sacó de sus casillas.

—TaeHyungie...

Tae miró algo confuso a su novio por el repentino cambio de voz, pero no pudo preguntar nada debido a que los gruesos y esponjosos labios de este ya estaban apegados a los suyos, deborando su boca de manera lenta y bastante tranquila.

Las manos de Jin bajaron hasta la cintura de Tae y lo apegó más a su cuerpo, con tan poco ya se estaba calentando demasiado en a penas un par de segundos, pero TaeHyung no se quedaba atrás, había fantaseado tantas veces en un pasado estar así con Jin que lo hacía sentir tan bien ahora que se estaba volviendo realidad.

Tae mordió de manera tímida el labio de su menor y después volvió a unir sus labios, mas en un descuido no supo cuando la cálida lengua del de cabellos negros ya estaba irrumpiendo en su boca y acabando con la poca tranquilidad interior que le quedaba.

Jin deslizó sus manos hasta los muslos del mayor, apretando la piel sobre los jeans que tenía puestos y pasando la palma de sus manos por lugares los que deseó recorrer más de una vez, pero negaba aceptar.

Y entonces, la puerta fue tocada un par de veces, haciendo que ambos se alejaran con rapidez y susto.

—Pueden bajar —la voz de la señora Kim se hizo presente. —Apúrense, que se enfría.

—Ya se enfrió —susurró Jin sobre los rosados labios de su novio.

Y ambos tuvieron que bajar, simulando que nada había pasado o iba a pasar en esas cuatro paredes que eran testigo de muchas cosas, tanto el primer beso que Jin le robó a TaeHyung hasta las veces que la madre del pelinegro no los interrumpía.

Fin.

Fin

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B O Y S? ꒱ Jintae ꒱ Adaptación.Where stories live. Discover now