𝑳𝒂𝒛𝒐𝒔 𝑰𝒏𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆𝒔 (𝑷𝒊𝒆𝒄𝒌 𝑭𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓)

XLVII

El ambiente después de ver el gran sacrificio de la comandante Hange para que pudiéramos despegar fue pesado y  nadie dijo ninguna palabra por lo que parecieron ser horas. Todo fue silencioso hasta que Onyankopon habló fuerte para que lo escucharan, fue cuando Armin, el nuevo comandante se puso de pie y habló con él sobre el combustible y nuestra llegada al fuerte.

Minutos después, Armin llegó con todos nosotros y nos pidió repasar el plan con un semblante sombrío en su rostro. Una vez que fue repasado y la estrategia que decidieron tomar, se concretó que asesinar a Zeke sería la mejor opción para terminar con el retumbar sin acabar con la vida de Eren, cada uno se concentró en sus propios pensamientos.

De pronto y sin aviso, todo se volvió negro por unos segundos antes de que volviera a la normalidad. Excepto que esto no es lo normal, no estábamos en el avión, estábamos en el mismo lugar en el que escuché a Eren decidir hacer el retumbar para asesinar a todos.

—El retumbar no se detendrá, no apostaré el futuro de la isla. Seguiré adelante—la voz de Eren resonó de nuevo por todo el lugar.

Sentí a Pieck buscar mi mano de nuevo, sujetándola con fuerza cuando la encontró, mientras me echaba hacia atrás de su cuerpo para intentar protegerme.

—Está bien, todo está bien, T/n—susurró Pieck.

La figura de un niño apareció frente a nosotros al lado de la luz, entonces Mikasa, Armin, Jean y Connie corrieron para llegar a ella mientras llamaban a Eren. Reiner, Porco, Levi, Pieck y yo decidimos quedarnos atrás.

—¡Habla con nosotros, Eren!, ¡siempre hemos estado juntos!, ¡no te vayas aún más lejos!.

—¡EREN!.

El niño no respondió, pero los chicos se detuvieron cuando la voz de Eren volvió a escucharse por todo el lugar.

—Para obtener mi libertad, yo robé la del mundo—dijo la voz profunda sin ningún rastro de emoción—. Pero no tomaré la suya, ustedes son libres. Libres para proteger la libertad del mundo... Y yo soy libre para seguir adelante. Si ninguno se detiene, entonces chocaremos... La única manera de detenerme es acabando con mi vida y ustedes son libres de intentarlo.

Volteé a ver a Pieck con temor y ella me vio de la misma forma, aún sujetando mi mano. Acarició mi pulgar para intentar que me relajara, pero no funcionó. Eren acababa de obligarnos a asesinarlo y no parecía ser la mejor idea.

Antes de que pudiera decir o hacer algo, todos regresamos a nuestras posiciones en el avión. Confundidos y temerosos, nos volteamos a ver.

—Esto... Pieck—susurré, ella negó y todo el peso de mi cuerpo se sintió triplicado.

—Parece que no hay forma de negociar... ¿Entonces qué hacemos?... Comandante—le preguntó Levi a Armin con una voz sin vida, al igual que su rostro.

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—Sé que no soy de gran ayuda, no tengo un poder titan y no sé manobriar adecuadamente sus equipos, pero quiero participar en esto, es mi deber como soldado. Y ustedes necesitan mi ayuda, sin el poder de Annie, todo se complicará.

—Lo sé. Contamos contigo, Porco.

—Gracias, Pieck. ¿Por qué Annie decidió retroceder?... ¿No le importa lo qué suceda con T/n?.

—Annie se preocupa por T/n, pero su deseo de pelear terminó desde que la misión de rescatar al fundador inició. Y su padre está bien, incluso si no acabamos con todo esto, ella está conforme con eso.