La maldición de Vecna (¿Eddie Munson o Steve Harrington?)

Último día de escuela

Noviembre 1984

Emma se encontraba acostada sobre el pecho de su novio, Billy, quien fumaba un cigarro y con una de sus manos abrazaba a su querida Emma.
Se encontraban en el auto de él, durante la noche casi madrugada. Ambos eran tan diferentes que cuando Billy llegó a Hawkins Emma lo odiaba, por cómo se comportaba con los demás, en cambio él quedó encantado al verla y al poco tiempo logró salir con ella. Al final Emma comprendió a Billy, tenía demasiados problemas y traumas.
Emma logró lo que ninguna otra chica había logrado con él.
Eran una pareja algo rara a los ojos de los demás, pero no les importaba, al final solo eran ellos dos.
Emma levantó un poco los ojos y miró como el chico expulsaba humo de su boca, él notó los grandes ojos de la chica y sonrió divertido.

-¿Qué ocurre? -Preguntó él.

Ella se incorporó en su lugar y lo miró atontada.

-Nada. Solo que eres muy guapo. -Sonrió coqueta.

Él rió suave.
La acercó de nuevo a él con su brazo hasta lograr besarla tiernamente.
Se separaron un poco.

-Te amo, Emma. -Murmuró sobre los labios de la chica.

-Y yo a ti, Billy.

Marzo 1986.

Emma despertó sobresaltada, había tenido una de aquellas pesadillas, más que un pesadilla era un recuerdo de la muerte de Billy Hargrove.
Miró la hora en su reloj sobre la mesita de noche, eran las 3:00 am.
Se volvió acurrucar entre sus cobijas intentando pensar en un buen recuerdo con él, odiaba el hecho de que siempre terminaba recordando la muerte de su ahora novio fallecido.

[...]

Al final Emma estuvo dando vueltas toda la madrugada hasta que sonó el despertador.
Se levantó para tomar una ducha y luego cambiarse para ir a otro día de clases agradecía que fuera su último año.
Luego de cambiarse fue a la cocina donde encontró una nota de su madre, donde decía que se había ido temprano y que regresaría en algunos días.
Su madre cambió muchísimo desde que su padre murió, empezó a salir más y tenía uno que otro novio nuevo, agradecía que nunca los trajera a casa ya que ella no deseaba conocer a ninguno, con el tiempo a la madre de Emma dejó de importarle su hija y Emma al final se lo tomó bien.
Tomó la nota la arrugó y la tiró a la basura, comió un poco de cereal con leche y luego fue a cepillarse los dientes, cuando terminó escuchó la bocina de un auto afuera de su casa.
Salió corriendo fuera de su casa para subir al auto de Steve.

Sonó la bocina de un auto, ese sonido lo reconocería donde fuera.
Se vio una última vez en el espejo y camino hacia la salida.

-¡Adiós mamá! -Gritó Emma.

Corrió hacia la puerta del copiloto y subió al camaro negro de su novio.

-Hola. -Dijo alegre.