Enciendo mi teléfono justo despues de tomar el elevador en la empresa Omelas'Play Dónde mi novio desde hace aproximadamente un año se desempeña como creador de contenidos. Tengo veinte llamadas perdidas y cincuenta mensajes de texto de su parte, definitivamente mi novio nervioso es demasiado intenso.
La razón por la que estoy en el lugar de trabajo de mi novio es porque hoy es un gran día para él. Es el primer lanzamiento de su videojuego despues de haber trabajado duro durante su año de ingreso, y hoy junto a otros dos compañeros Jungkook expondrá el lanzamiento de su primer video juego llamado Bts-island inspirado en la banda más famosa del país.
Hay muchas espectativas gracias a eso. Mi Jungkook es muy ingenioso y sabe cómo atraer al público sin excepción de edad.
Caminando por los pasillos hacia la sala de conferencias me he tropezado con cualquier persona que corre de un lado a otro. Hay mucho movimiento. Apenas entro a la sala de conferencias Diviso a Jungkook a unos metros, enseguida el me nota abriendo los ojos de par en par.
— Que bueno que llegaste.
— Lo hice más temprano de lo planeado— Freno mis pasos a mitad de camino cruzándome de brazos solo para torturarlo — Exagerado.
Las personas van de un lado a otro sin darnos importancia.
— Cállate y ven aquí —Exige y me acerco acurrucándome entre su pecho y sus fuertes brazos.— Necesito calmarme porque estoy muy nervioso
Soy muy pequeña y tengo que escabullirme de alguna manera para poder mirar los enormes ojos de Jungkook. Se ve tan aterrado cómo yo, y no sé si sea buena idea decirle cualquier cosa para ayudarlo porque puedo empeorar la situación.
— Oye tranquilo. La peor parte ya pasó— Finjo normalidad.— Tu proyecto fue aprobado y por eso estás acá ¿No?.
Jungkook deposita un beso sobre mi frente
— No suena tan fácil como crees Princesa.
— ¿Porque?, ¿Ocurrió algo?.
Jungkook se ve obligado a rompte nuestro contacto cuando un grupo de chicos pasan y se nos quedan viendo. Son compañeros de trabajo, pero entre sus pintas de nerds jamás podrán a superar a mi chico tatuado de ojos grandes.
— Acaban de informarnos que para el lanzamiento de los tres videojuegos aprobados invitaron a tres gamers famositos de los cuales dos son de gama internacional.
— Bebé eso es buenísimo.— Aplaudí emocionada. Soy super fan de varios gamer internacionales.
De hecho me fascina ese mundo y mi sueño siempre fue ser como uno de ellos.
— Si, pero no creas que yo soy el suertudo que tocará con el gamer coreano— Jungkook suena molesto.
—¿Ah no?. ¿Porque tan molesto bebé?
¿Invitaron a alguien que no te gusta?Jungkook hace un gesto con sus labios demostrando lo molesto que está.
— Sabes que no soy xenofobico ni nada.
— Lo sé. Mejor ya dime.
— Mi proyecto lo aprobará un Europeo.
— Eso es geni...— Paré en seco cuando veo que mi novio no está contento como yo.— ¿Que pasa?. ¿No es eso una buena idea?.
— Princesa mi juego no es la gran cosa, es decir, no es un juego que le pueda gustar a un Europeo — Explica frustrado— A ellos les gusta las masacres y esas cosas y mi juego solo trata de siete chicos que hacen tonterías en una isla. Ese gamer me va a destrozar delante de muchas personas.
Me paro puntitas y sujeto entre mis manos las mejillas de mi chico. Quiero que se calme y quiero hacerle entender que está exagerando.
—¿Que te hace pensar en eso.
— Intuición — Jungkook coloca sus manos sobre las mías.
Me encantan sus tatuajes y lo elegante y guapo que se ve.
— Trata de calmarte.
— No puedo, y para rematar falta que llegue Hobi hyung, sabes lo importante que es para mí que él esté aquí.
— Vendrá, tranquilo.
Y por si fuera poco un rayo de luz se forma en la entrada de la sala de conferencias donde un grupo de personas le hace paso a un hombre delgado que ingresa empujando una carreola con un hermoso bebé de un año.
Hoseok está aprendiendo sobre su nueva faceta de padre y cabeza del hogar.
— Oye picachu ¿No crees que el niño está como grande para que todavía use carreola? — Pregunto.
— Es que es muy perezoso cuando sabe que lo voy a sacar a la calle— Responde y seca el sudor de su frente con una mano.— Este niño lo único que hace es llorar y no quiere caminar.
Parece increíble como cambió el rol de Hoseok y Haneul los últimos dos años. Hemos pasado de ver al idiota del Pokémon como un exitoso empresario de la moda a amo de casa y protector de su bendición de un año. Haneul en cambio a estado muy entregada a su trabajo, ayudando a Hoseok con la empresa con sangre sudor y lágrimas, tanto, que la solicitan para dictar talleres de marketing gracias a su avance profesional. Es por eso que no le hace compañía a su pareja y a su hijo el día de hoy.
Taeyang parece extrañar a su mamá porque efectivamente arranca a llorar.
— ¿Que le pasa?— Pregunta Jungkook.
— No lo sé. Lleva rato llorando — Contesta Hoseok preocupado. — Le revisé el pañal pero todo está en orden.
— ¿No será que tiene hambre?— Me acercó agachandome a la altura del niño — ¿Que pasa taeyang?, ¿Puedes contarle a la tía Seongji?.
Taeyang deja de chillar y se me queda viendo con un puchero.
— Adua.
—¿Que?.
— Adua...
— No entiendo — Le digo. — Eso ni siquiera es inglés niño.
— Adua— El bebé señala a un hombre que justamente pasaba con una botella de agua.
Allí caímos los tres en cuenta de lo que el niño quería.
— Mierda.— Escupe Hoseok despues de revisar la pañalera— olvidé eso.
— Si serás idiota— Reprendo— Eso es lo primero que debes meter en la pañalera ¿Crees que el niño es un camello?.
— Seongji— Jungkook interviene.— Cálmate, hyung está aprendiendo.
— ¡No lo defiendas Jeon Jungkook!.— Bufé resignada — Hay que conseguirle el agua.
— ¿Podrías ir a comprarne una botella en el cafetín de paraulata?— Hoseok me hace ojitos — Porfis. Porfis
— ¿No quieres que también te traiga un sándwich y un refresco?.
— Bueno, No sería mala idea— El más alto hace una pose pensativa — No he comido nada hoy porque mi taeyongnie~ no me deja ni moverme, pero mejor que sea una hamburguesa.