*Diario de Catra D'riluth III
Me llamaron para verificar a una mujer que presentaba algunos síntomas de anemia, gripe, fatiga, palidez, entre otras cosas. Creí que la causa sería por un ácaro, precisamente, un ixodoideo. Mientras el carruaje avanzaba por las oscuras calles, indagaba en todos mis libros para realizar un diagnóstico temprano, quizás algo de mis apuntes me facilitaría el diagnóstico oficial.
Apagué la lámpara que me acompañaba al sentir el carruaje detenerse. Le di órdenes al cochero de que permaneciera en su lugar, que no tardaría mucho. Toqué la puerta, esperando a que el mayordomo me recibiera.
─Catra D'riluth, me enviaron para realizar un diagnóstico médico.
El mayordomo asintió y lo seguí hasta uno de los cuartos del segundo piso. Abrió la puerta y fue ahí donde la vi, la misma señorita que no paraba de hablar con Scorpia en aquella reunión. La mujer estaba probándose un vestido pomposo, extravagante de color beige.
─La doctora D'riluth─anunció el mayordomo para luego retirarse.
Perfuma dejó de mirarse en el espejo para enfocarse en mí. Se acercó dándome un gran abrazo; rápidamente me aparté y la obligué a sentarse en una silla.
─Oh Catra, brillante Catra─movió unos pliegues de su vestido─¿No crees que es lindo?─Ignoré su pregunta sacando las herramientas del maletín─. De hecho, esperaba que tu compañera Scorpia viniera a verme...
─Estoy aquí como médico─dije al mismo tiempo que tomaba asiento en una silla frente a Perfuma─. Como tu doctora, déjame decirte que todo lo dicho aquí será sagrado─me aproximé a su rostro, mirándola fijamente─. Debo tener tu confianza total.
Sus ojos se movieron de un lado a otro, como si buscara algo. Tomó mis manos entre las suyas y con un pesado suspiro dijo:
─Ayúdame, Catra... No sé que está pasándome─acomodó el cuello del vestido, se notaba completamente nerviosa, me atrevo a decir que estaba aterrada─. Cambios sutiles, puedo sentirlo. Puedo escuchar todo, a los sirvientes que están del otro lado de la pared y las pisadas de los ratones como elefantes. Pero...pero tengo horribles pesadillas Catra─su respiración se aceleró─. Los ojos, los ojos Catra. Están sobre mí...
Saqué una jeringa y un pequeño envase de vidrio de calmante. Traté de distraerla diciéndole toda clase de frases que pudieran calmarla, sostuve su brazo y la inyecté.
─Tranquila, ya nada de eso te va a molestar. Ya puedes descansar─limpié el sudor de su frente con el dorso de la mano.
─Besame Catra...─suspiró.
Como doctora, todo lo que fue dicho ahí fue sagrado y nadie más debe saberlo.
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*Diario de Catra D'riluth III─Continuación.
La luz de la luna brillaba radiantemente, era más hermoso de lo que las palabras pueden describir. Un gran misterio silencioso. Debo destacar que cuando salí de la residencia, entre la luna y yo, revoloteaba un enorme murciélago que iba y venía en grandes círculos. Noté como en un par de ocasiones se acercó bastante a la ventana del cuarto de Perfuma.
Agarré una piedra y la lancé al animal. El murciélago se apartó y se quedó ahí aleteando unos segundos, viéndome, para después alejarse volando.
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Drácula (ADAPTACIÓN)
FanfictionEl historiador Bow Reccula se ve obligado a viajar hasta la zona más salvaje y menos conocida de Eternia. Ahí, en un castillo escondido, será recibido por una mujer completamente extraña: La Condesa Randor. Sin saber, que esta mujer no dice ser qui...