Irresistible imperfección

CAPÍTULO 7: ¿Por qué?

Lunes. Vaya mierda.

En fin, me puse lo primero que pillé, que era un chándal gris con unas nike negras y una sudadera negra y me fui a clase corriendo con una tostada en la boca ya que tenía exámen a primera hora y ya llegaba tarde.

-Buenos días señor Davis, llegas 10 minutos tarde-me dijo la profesora de geografía.

-Perdón...

-Venga, siéntate que tienes un exámen y solamente 1 hora-me senté seguido, me revolví un poco el pelo para acomodarlo y de pronto me dio los papeles del examen. Mierda, eran más de 6 papeles, eran como 11. No sabía si me iba a dar tiempo de terminar todo, pero oye, yo lo intenté.

Después del examen ahí estaba mi querida pequeñita: Hayley. Llevaba unos jeans azules oscuros con un top escotado rojo. Estaba jodidamente guapa, como siempre. Tenía su pelo castaño perfectamente peinado y planchado.

Me dirigí hacia ella con intención de saludarla con un beso, pero ella me ignoró. Auch, eso de verdad me dolió. Era como si no hubiese pasado nada entre nosotros la noche anterior, me dolió de una manera increíble.

-Vale, lo he entendido-dije para mí mismo.

-¿Qué has entendido?-me dijo alguien detrás de mí. Ginger.

Joder, ¿no puedo no ver a ninguna Evans ni siquiera durante unas horas?

-Nada, mis cosas. En verdad el exámen de geografía no me ha salido tan mal.

-Teniendo en cuenta que no sabías dónde estaba Kilimanjaro...no sé yo-y se fue así de tranquila a donde su hermana. Ahí me vio, hasta entonces parecía que no me había visto.

-Hola guapo-y me dio un beso en los labios en medio del pasillo. Todo el mundo se nos quedó mirando, fue bastante incómodo la verdad.

-Hola mi pequeñita-y le di un beso en la frente. Ahí sí que estaba feliz, pero todavía se me hacía curioso que no me haya visto hasta ahora, porque literalmente sus amigas sí que me vieron. Pero bueno, ignoré esa parte y me fui con ella al sitio de siempre, el sitio que fumaba un cigarro.

-¿Me das un poco?-Me preguntó Hayley, y de verdad que me pilló desprevenido.
-Sí, toma-lo cogió y le dio una calada. Luego, lo echó al suelo y la apagó con su zapato.

-Ey, pero...-no me dio tiempo a quejarme porque me tapó la boca con su mano.

-Cállate hombre, que yo no quiero eso. Quiero esto-y me puso una mano en su parte baja. No no, ahora no por favor. No puedo controlarme, aquí no.

-¿Interrumpo algo?-gracias a dios que Abbie apareció, pero en verdad me dio un poco de vergüenza, pero bueno. Daba igual.

-No, tranquila-respondí-bueno chicas, me voy que mis amigos me esperan en la cafetería-y ahí las dejé. Qué vergüenza pasé en serio...

Estuve en la cafetería mucho tiempo hablando con mis amigos, hasta que apareció el tema incómodo-barra-vergonzoso-en la maldita cafetería.

-Bueno...¿qué pasó con Hayley, James?-me preguntó Aiden curiosamente y moviendo las cejas de arriba abajo.

-Nada que os interese bro. Me tenéis que dejar en paz con ella, de verdad. Estamos bien, y me ha dicho que de verdad le gusto. Creo en ella.

-Ya ya, te creemos. Sabes que estamos aquí siempre-respondió Aiden seguido. Luego nos dimos un puño cada uno.

-Lo sé tíos. ¿Por qué hoy no vamos al club?-les dije.

-Por mí bien, necesito descansar un poco el cerebro-dijo Tyler.