Mayor que yo

VIII

♠️ ¿SENTIMIENTOS? ¿DECEPCIÓN? ♠

Han pasado cuatro semanas desde que nuestros encuentros son más frecuentes, y sé, sé que me estoy enamorando, estoy cayendo como una estúpida por él.

Después de nuestros encuentros solemos comer, o cenar, ducharnos juntos. Y charlar sobre nuestros días, eso ha influido en mi enamoramiento. 

Se que no voy a resistir más, sé que no podré. 

Mi madre me ha pedido que vaya a entregar algo a la oficina de mi padre. Voy en camino cuando estoy pensado en llamarle a Leonardo para tener un encuentro en su oficina que está en el piso de abajo de mi padre, no se enteraría nadie y sería una fantasía cumplida.

Marco su número.  

—Hola, oye Leo....

—Estoy ocupado, ahora no. —es lo único que recibo de su parte y cuelga. 

Llega la empresa de mi padre y me adentro al elevador, pulso el número del piso. Cuando llegó al piso las puertas se abren, en mi campo de visión observo a la secretaria de mi padre, se llama Matilde, es una mujer ya mayor, siempre ha sido muy linda conmigo.

—Hola, Matilde. ¿Puedo entrar a ver a mi padre? —le sonrió al finalizar. 

—Por supuesto, pasa. Está esperándote. 

Entro a la oficina de mi padre y me siento en la silla que está desocupada.  

—Hola, papá. Mi madre me ha pedido que te traiga estos documentos —se los extiendo y él los toma—, y está comida también.  

—Ay, tu madre. Siempre tan linda. —sonríe. 

—Oye papá, puedo preguntarte algo. 

—Claro, Mai, pregúntame lo que quieras.  ¿Qué sucede? 

—Te molestaría...te molestaría saber que estoy saliendo con alguien mayor que yo. —lo miro esperando su respuesta. 

Analiza lo que le acabo de mencionar, cruza sus brazos y niega con la cabeza.

—Para nada, mientras tú seas feliz me da igual si es mayor, menor, mi enemigo o mi amigo. Me importa más tu felicidad, mi vida. ¿Por qué? 

Pienso en decirle que estoy teniendo encuentros con su mejor amigo, pero me limito a sonreír. 

—Comienzo a tener una relación con una persona mayor que yo. Por eso lo preguntaba.  

—Si te hace feliz yo lo acepto, mi vida. Y sobre todo si te cuida y respeta lo aceptaré con gusto. —me levanto y camino hacia donde él está.  

—Te amo, papá. —deposito un beso en su frente y me dispongo a salir— Nos vemos más tarde. 

—Solo...solo ten cuidado Maia, al amor suele ser peligroso.

Salgo de su oficina, me despido de Matilde, me adentro al elevador y presionó el número de piso donde se encuentra la oficina de Leonardo. 

Cuando las puertas se abren observo que el puesto de su secretaría está vacío, tomo mi celular para marcar el número de Leonardo cuando observo que la puerta está entreabierta, avanzo más y marco su número.  

El celular suena dentro de su oficina, está adentro, cuando me acerco más escucho claramente un gemido, y después otro un dolor atraviesa mi pecho.  

—No conteste señor... ¡Ah! Más, más... rápido señor...—mi corazón se rompe.  

—Cállate, no me dices que hacer a menos que sea que quieras más duro. —escucho la voz ronca de Leonardo. Bajo en celular y cuelgo.