El tamaño de la luna es un hermoso presagio para la comunidad de los no vivos, mientras más grande se vea en el cielo mayor es la cobertura de los deseos y las esperanzas que tendrán los chupasangre.
Murdock voló lo más cerca que pudo de la luna, gritó su deseo tan fuerte como pudo tal como Dorian le dijo cuando niño. Voló en picada al suelo, ya era demasiado tarde como para que la gente lo observara, solo los que tuvieran sustancias en el sistema.
La casa de Abner no quedaba tan lejos, aún debe averiguar la respuesta del mudo con respecto a ser su cryboy en algún antro. Los Rojo fueron muy claros con él, solo debe hacer una llamada y cualquier antro le abrirá las puertas, no importa que tan lejano esté, cada antro hemoadicto tiene conexión con los otros, así que llevar a Abner a algún lugar en medio de la nada no será complicado.
Contó los pasos hasta estar en frente de la reja blanca, una muy distintiva de las otras. Saltó como lo hizo anteriormente, las vecinas metiches no van a decir nada si se trata de esa casa, lo comprobó la primera vez. Caminó en dirección a la ventana rota, la cual está tapada con un pedazo de cartón y sin vidrios puntiagudos adheridos al marco.
Se asomó, levantó un poco el reemplazo del cristal para ver el interior de la casa. Abner estaba sobre su cama envuelto en una manta gruesa, seguro busca sentirse protegido de todo, su aparición ha hecho que muchas cosas sucedan en su entorno, no le extraña que esté asustado. Rápidamente toma su teléfono de entre un pliegue de la manta, le hace señas a Murdock para que entre de una vez y le escribe un mensaje.
<<¿A qué vienes?>>
—Una invitación.
Levantó la cabeza, la sorpresa de Abner se interpreta a través de los ojos mas abiertos de lo normal, ¿Invitarlo a él? Que estupidez. Al mismo tiempo que piensa en eso, Murdock allanó la morada de la misma forma que el día anterior.
—Pero eso depende de tú respuesta, —pronuncia una vez pone pie bien en la habitación—, debo saber que puedo confiar en ti.
<<Me conoces desde hace dos días, no creo que eso sea suficiente para confiar en alguien>> Teclea en su teléfono de almeja.
—Es cierto. Tengo mis bases para confiar en ti. Eres como yo.
<<Yo no entro a casas ajenas sin permiso>>
—No, pero buscas morir. —Escatimó Murdock.
Abner lo observó, receloso de sus palabras, el vampiro no tiene forma de saber eso en una estancia tan corta. Murdock se sienta al lado de él, balanceando su cuerpo de adelante hacia atrás.
<<No es cierto>> Escribe Abner con apuro, sin darse cuenta se le pasó una X en la palabra "cierto", así que su rapidez en responder le daba más que sospechar.
—Es cierto, no es verdad, y puedo demostrártelo.
Se arrojó sobre él aprovechándose de la desventaja, inmovilizó su cuerpo hasta que el mudo no le pudo hacer frente de alguna manera. Le sonrió por encima mostrándole sus largos colmillos, que con lentitud se acercaban a su cuello, donde el olor era un atractivo para Murdock. Es llamado a morderlo, aunque esa no es la intención que tiene para demostrar su punto.
Y como estaba en lo previsto, centímetros antes de morderlo soltó las muñecas del chico, quien lo alejó de inmediato, pero se cayó de la cama con la frazada enrollada entre las piernas. Estaba algo choqueado. Eso no impidió que observara al hermano del medio de los Rosie con enojo entre tanto se sostiene el cuello.
—No quieres morir, quieres apaciguar el dolor de tu corazón, y soy quien mejor te comprende. —Se levantó de la cama. Ayudó al chico a levantarse, aunque este no lo deseaba mucho—. No planeaba morderte, te prometí que eso lo haría solo si tú quieres, ¿Tan fácil olvidaste mi promesa?
Abner buscó su teléfono, lo encontró y comenzó a escribir, mantuvo bajo la mirada al chico vampiro, quien regresa a su asiento y le regala una sonrisa de comprensión.
<<Tuve cosas más importantes que pensar>>
—Está bien. —Se encogió de hombros—. Pero de verdad quiero una respuesta.
<<Aún no lo sé, no entiendo a qué te refieres con "Cryboy">>
—Es una jerga usada por los hemoadictos. —Levantó la mano apuntándose a sí mismo—. Un acompañante humano que es consciente de con quien sale.
Abner escribió <<Necesito más tiempo>>
—Lo entiendo, y me disculpo por meterte miedo hace un rato. Volveré otro día.
Y antes de que Abner le escribiera otro mensaje, Murdock ya se había ido por la ventana. Quizás no resultó como quería, pero aún tiene oportunidad. A pesar de su fracaso, la noche es joven.
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Los Vampiros en la calle Orchard
VampireEn un pueblo a la mitad de la nada, una extraña familia se ha mudado a la casa que lleva más de 10 años en venta por un asesinato escabroso y aterrador. La familia Rosie es rara, ninguno saluda a los vecinos más que el hermano del medio, las ventana...