Poche:
Cuando la conocí, solo éramos dos personas intentando aparentar lo que los demás querían, nos conocimos una tarde cuando salimos con un grupo de amigos nos presentamos, yo le dije hola mucho gusto me llamo me llamo maría José pero me gusta que digan poche, y ella me dijo que su nombre es Daniela pero le gusta que le digan calle.
Con el tiempo nos hicimos inseparables íbamos juntas a todos lados luego nos mudamos al mismo barrio se nos izó común irnos a la escuela agarradas de la mano, por las tardes nos gustaba caminar y hablar de nosotras y de nuestras cosas, ver películas todas las tardes hasta que la luna saliera para así observarla y hablar sobre lo linda que era.
Todas las noches con la luz de las estrellas le encantaba dormirse en mis piernas mientras yo le acariciaba el pelo, a instante me daba cuenta de que era normar entre los demos, pero a el que nos veía le parecía raro sin importarme lo que decían los demás me encantaba estar con ella.
No me daba cuenta de que ella estaba sintiendo cosas por mí, trato de decírmelo en mil maneras todos los días, pero la ignoraba, se ponía celosa cuando hablaba con otras personas, me decía que me quería, me daba regalos y se acordaba siempre de mis cumpleaños.
Un día decidió irse de vacaciones, la verdad me puse muy triste y no sabía lo que sentía, nos despedimos y sentí que el corazón se me rompió en mil pedazos todas las noches miraba las estrellas y buscaba su rostro reflejado en cada una de ellas.
Cuando regreso, lo primero que izó fue buscarme, no sé qué paso, pero al verla me dieron unas ganas inexplicables de abrasarla sin darme cuenta ya estaba entre sus brazos, sus ojos brillaban más que nunca, pero creí que solo era un cariño de amigas, no entendía nada de lo que me estaba pasando.
Una mañana me invito a estar todo el día con ella, pues yo acepte en ese momento no me quedo de otra más que decirle que sí, no sé si era amor, pero me gustaba lo que estábamos viviendo juntas.
Después de haber pasado todo el día con ella nos teníamos que despedir pero cuando nos abrasamos y nos íbamos a dar un beso de amigas en las mejillas sin querer izo un pequeño movimiento que me quito el aire y medio un beso en la boca, cuando nos dimos cuenta que nuestros labios estaban en total unión nos separamos rápida- mente, lo primero que se me ocurrió decir fue cuácala (dije en voz alta) pero no era lo que sentía, sin embargo de una manera pude presentir como su corazón se rompió, trate de arreglarlo todo y le dije te quiero y no quiero perderte.
No entiendo porque, pero pase toda la noche pensando en ella y en lo que paso entre nosotras estaba tan confundida que de tanto pensar sentía que el pecho me dolía y no podía respirar decidí no verla por unos días.
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