CAPÍTULO 9: PRÓFUGOS

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Actualmente Ángel y yo estamos en posiciones totalmente diferentes en nuestras vidas, él tiene sus asuntos y yo tengo los míos, por ende nuestros
ideales no están alineados y chocamos en la decisión de obedecer a la mente u obedecer a nuestro corazón.

Por más que añore que ambos sigamos a nuestro corazón es mejor dar tiempo al tiempo, siempre es el viejo y sabio tiempo quién ayuda a comprender el porqué sí o porqué no de las cosas y sin dudas, en nuestra historia no será la excepción.

Nunca fui de las personas que huyen de sus sentimientos, porqué tarde o temprano me alcanzan y aplastan, pero con Ángel he experimentado todo tipo de situaciones, nos despedimos cientos de veces, pero tarde o temprano los astros se encargan de volver a unir nuestros caminos.

Bien dicen: «aquel que mucho se despide, tiene pocas ganas de irse» y creo que definitivamente es nuestro caso, porqué cada vez que nos alejamos estoy en la espera de volver a ver su nombre en mis notificaciones.

Creo en los reencuentros y creo en el destino; todas aquellas fisuras en el camino son parte de la línea que guía nuestro camino, ojalá todas las personas
supieran que esa línea no es recta, tiene sus altas y bajas durante el trayecto.

Me gusta pensar que esas pequeñas grietas en el camino son destinos turísticos que la vida nos presenta en forma de 'coincidencias' para que despertemos y no dejemos ir las oportunidades de abrirnos nuevos caminos.

Salirse del camino que sigue nuestro destino no es malo, es una nueva oportunidad para aprender y experimentar nuevas experiencias y quizás nos
ayuda a replantear nuestros objetivos, en fin, la magia de coincidir en el mismo tiempo y espacio no tiene precio.

—¡Qué bonito es coincidir! —Pero más bonito es perdurar.

ERAS, ERES Y SERÁS, SIEMPRE TÚ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora