UNA DIMINUTA PARTE DE ELLA, MUY EN EL FONDO, SABÍA QUE TODO ESO ESTABA MAL. Margo sabía que en ese mismo instante podría estar en casa de su mejor amiga disfrutando los últimos días de vacaciones, también sabía que había algo mal con la reacción de su madre ante toda la situación en la que estaba envuelta. Incluso Bill, su padrastro, parecía mucho más preocupado de lo que le fuera a ocurrir una vez se subiera a aquel avión que estaban esperando, él se había sentado a charlar con ella la noche anterior porque quería comprender bien la situación y confirmar que la chica estaba tomando una buena decisión sobre todo eso de la mudanza. Pero Margo estaba completamente decidida a mudarse a otro estado mientras no viera un poco de preocupación y pena por parte de su madre al ver a su hija marcharse lejos de Nueva York con la promesa de no volver hasta Acción de Gracias o Navidad. Sin embargo, Diane parecía que estaba en el aeropuerto despidiendo a alguien que se iba de vacaciones por Europa por unas semanas y no despidiendo a su hija mayor que de un día para otro le había anunciado que quería irse a vivir con su padre.
Margo Hopper había decidido hacía un poco de más de un mes atrás que quería ir a vivir a Hawkins, Indiana, junto a su padre a quien no veía por lo menos hace cuatro años desde que él se había mudado a ese pueblo perdido en medio de la nada. A pesar de la sorpresa inicial de su madre y padrastro, la mujer no tuvo ningún tipo de protesta ante la extraña decisión de su hija e, incluso, llegó a preguntarle si ya había hablado con su padre – James – para asegurarse que él podía organizar todo para su llegado. Y no le había dicho nada a Jim, porque el plan de Margo era que su madre se sintiera culpable por olvidar su cumpleaños, por faltar a las reuniones de padres en la escuela, por no asistir a la feria de ciencias, por no aparecer en sus competencias de gimnasia, por descuidar cada una de las visitas al médico que Margo requería porque parecía que, desde el nacimiento de Danny, su medio hermano, Diane se había olvidado por completo de la existencia de su hija.
Pero su plan no había salido como lo esperaba y estaba en el aeropuerto esperando que llamaran a todas las personas del vuelo hacia Indianápolis donde Hopper la iba a recibir porque no se había podido negar a la petición de su hija a quien no le escuchaba la voz hacía años.
Margo observaba el tablero que anunciaba los vuelos que estaban a punto de salir esperando que pronto apareciera su vuelo porque toda esa situación ya se le estaba haciendo incomoda: Diane dándole palmaditas en el hombro como si eso significara que estaba realmente preocupada de que ella se fuera lejos.
— ¿Llevas todas tus cosas? — preguntó Diane observando la mochila de su hija esperando que no se hubiera olvidado nada en casa.
— Sip, lo revisé tres veces antes de salir — respondió Margo sin mirarla de vuelta con la vista fija en el tablero — Solo quedan algunas cosas en mi habitación, pero dijiste que las enviarían lo más pronto posible — se refería a algunos adornos, trofeos, libros y medallas que había conseguido en los últimos años.
— Quizás sea prudente esperar un poco antes de enviar las cajas restantes — sugirió Bill esperando la aprobación de su esposa que solo asintió — Ya sabes, por si decides regresar. Es un ajetreo empacar todo para desempacarlo y luego volver a empacarlo y enviarlo de vuelta — el pobre sujeto todavía creía que Margo se iba a arrepentir de su decisión. Parecía el más preocupado de los tres ahí porque él había apostado todas sus fichas para que Margo estudiara en la escuela más prestigiosa de la ciudad, según él porque la educación era lo más importante, pero en el fondo todos sabían que a Bill Carson lo único que le importaba era dar la apariencia de familia perfecta y eso incluía a su hijastra que, sorprendentemente, había llegado a ser una alumna destacada en todas sus clases.
— No lo creo — Margo arrugó un poco la nariz mientras negaba con la cabeza — Mientras antes las envíen, mejor. Así me sentiré más en casa — sonrió intentando convencerse a sí misma de la nueva realidad que le esperaba. Tal vez cuando estuviera en Hawkins con Hopper iba a caer en cuenta de todo lo que se estaba desencadenando por sus decisiones infantiles.
— Siempre puedes volver, Margo — añadió Bill poniendo una mano sobre el hombro libre de la chica — Cuando quieras. Una llamada y tendrás un billete de vuelta a Nueva York — la sonrisa del hombre parecía tan sincera, que Margo casi podía creerse su fingida preocupación.
Y ni siquiera en el momento en que la voz por el altavoz anunciaba que las personas que iban hacían Indianápolis podían abordar el avión, Diane mostró alguna pizca de pena o una diminuta intención de pedirle a Margo que se quedara en Nueva York porque era lo mejor para ella. No le pidió que pensara un poco más su decisión, no resaltó el hecho de que estaba tirando su educación por la borda al asistir a una escuela pública en un pueblucho como Hawkins. A Diane simplemente no le importaba que su hija se marchara y no se molestaba en esconderlo.
— Ven aquí, querida — la mujer hizo un gesto con sus brazos para darle un abrazo apretado a su hija sobando su espalda y dándole un par de palmaditas como si se tratara de cualquier otra persona y no de su primogénita — Que tengan buen viaje. Recuerda llamarme apenas llegues a Hawkins — dijo separándose de ella para arreglarle un mechón de cabello suelto — Despídete de Danny — le animó señando al niño que estaba en el cochecito y miraba con curiosidad.
Margo se inclinó para mirar al bebé y estiró uno de sus dedos para que lo apretara.
— Adiós, hombrecito — dijo acariciando la mano pequeña de su medio hermano, dejando un beso sobre su cabeza — Bill — miró a su padrastro cuando se enderezó
— Margo — el hombre la abrazó por más tiempo que Diane lo había hecho y casi se sentía más paternal que su madre biológica — Puedes volver cuando quieras — le recordó con una pequeña sonrisa sin soltarla — Recuerda que conozco al director del Spence, estará demasiado feliz de saber que realmente no te vas.
"Y también ayudaba a disipar cualquier tipo de rumor sobre tu falsa familia perfecta" pensó la muchacha dándole unas palmaditas para que la soltara.
— Lo sé. Lo tendré en cuenta, Bill. Gracias — asintió despidiéndose de él con una sonrisa agradecida.
Movió la mano en dirección a su madre y padrastro una vez más antes de voltearse para ir hasta el avión que la llevaría junto a su padre y a esa nueva vida que estaba dispuesta a llevar para que Diane se diera cuenta de lo importante que ella también era. No quería mirar atrás, pero lo hizo a mitad de camino esperando encontrar a su madre todavía mirándola mientras se alejaba, pero Diane iba caminando hacia la salida, abrazada de Bill que empujaba la carriola con su mano libre.
Tal vez, solo tal vez, la idea de mudarse a Hawkins era la mejor decisión que podía haber tomado.
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𝙻𝙾𝙽𝙶 𝚂𝚃𝙾𝚁𝚈 𝚂𝙷𝙾𝚁𝚃 ❀ Eddie Munson
Fanfiction𝐋𝐎𝐍𝐆 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘 𝐒𝐇𝐎𝐑𝐓 ❀ 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 [ 𝚎𝚍𝚍𝚒𝚎 𝚖𝚞𝚗𝚜𝚘𝚗 𝚡 𝚏𝚎𝚖!𝚘𝚌 ] Cuando ᴍᴀʀɢᴏ ʜᴏᴘᴘᴇʀ se mudó a Hawkins, Indiana lo último que esperaba era tropezar con ᴇᴅᴅɪᴇ ᴍᴜɴꜱᴏɴ vendiendo drogas, inconvenien...