Capítulo 43

132 39 67
                                    

—Sally, por cierto, gracias por traerme tú —me sonrió dulcemente—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Sally, por cierto, gracias por traerme tú —me sonrió dulcemente—. Es muy amable por tu parte dejarlos solos para que se fusionen cómodamente —vi como la niña ponía los ojos en blanco mientras me abría la puerta de la celda.

Hacía unos minutos, una extraña mujer con una máscara parecida a la de Masky había aparecido en la cabaña de Hoodie mientras me estaba curando. Noté como el tono de voz de mi querido pedófilo cambió al escuchar que ella estaba allí, y suponiendo que era alguien importante para él dije lo que tenía que decir para hacer parecer que Hoodie era un ser de luz. Espero que sepa agradecerlo y confíe un poco en mí, si no, mi plan no funcionará.

Hoodie sonrió levemente, y creo que yo también, feliz al fin de que este momento llegara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoodie sonrió levemente, y creo que yo también, feliz al fin de que este momento llegara. 

—Así que… no solo llevas la máscara por gusto, ¿no es así? —dijo Hoodie con un hilo de voz mirándome, mirándonos, a los ojos, por fin, cara a cara, después de tantos años de conocernos.

—Creo que tú tampoco… —respondí con el mismo tono— Hoy he tenido una pesadilla, sobre la noche en la que ocurrió… me levanté para ir al baño y al mirarme en el espejo y verme yo… —solté aire y respiré profundamente— Pensándolo bien, es bastante gracioso… estuvimos dos años hablando todos los días y apenas sabemos nada de la vida del otro… 

—Es cierto… pero al menos juntos conseguíamos olvidarnos de esa vida… —nos quedamos mirándonos por unos segundos, en silencio. Después Hoodie volvió a hablar— ¿Y ahora qué? ¿Nos contamos nuestra historia o… nos seguimos ahorrando las delicadezas? 

—¿Q-qué es lo que quieres hacer… Brian? —Hoodie abrió sus ojos marrones asombrado por llamarle por su propio nombre, tragó en seco y abrió la boca para decir algo, pero no salió ninguna palabra— ¿Quieres echar todo? ¿Aprovechar que hemos empezado de nuevo, después de tantos años? —mantuvo su mirada fijamente, reflexionando, entonces asintió y tomó mi mano derecha quemada.

—Bien… —miró al frente y soltó un suspiro— Tenía dieciséis años cuando todo esto empezó. Yo era huérfano, mi madre murió en el parto y mi padre, que no pudo asistir, se accidentó cuando iba a recogerme del hospital al enterarse de su fallecimiento. Dejando solo a un bebé de hace apenas unas horas de vida en este mundo tan desconocido para él, aunque esa parte ya la conocías… —respiró profundamente. Yo miré sus ojos y le acaricié la mano. Él siguió hablando.

Descansad en paz (Mundo Creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora