• Capítulo 23 •

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"No me salen las palabras
para expresarte que te quiero.
No sé cómo explicarte
que me haces sentir como si fuera el verano y el invierno no existiera".


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Finalmente la legión de reconocimiento estaba de regreso luego de la sangrienta misión que definiría el futuro de la humanidad; en sus manos llevaban tres libros y una fotografía dejados por Grisha Jaeger a su hijo en el sótano de su casa.

Luego de un par de días, todo parecía relativamente calmado en comparación a los días anteriores, la legión se encargaba de recopilar toda la información reunida para luego presentarla a sus superiores.

Armin se encontraba caminando por los pasillos del palacio real ubicado en la capital, lugar donde actualmente se encontraba la legión junto a otras tropas militares.

Durante los últimos días, Armin ha estado confundido con todo lo que sucedió en la misión, a pesar de los grandes esfuerzos que ha hecho por recordar cómo fue que llegó a un estado de salud agonizante, no logró recordar nada.

Lo último que recuerda es que, junto al capitán Levi lograron vencer al titán acorazado, recuerda estar caminando a pocos pasos del azabache hasta que sintió haber sido atrapado por un titán, y luego de eso, los recuerdos son borrosos.

Además de eso, últimamente el capitán se ha estado comportando extraño con él, no han tenido la oportunidad de hablar ni siquiera acerca de asuntos de la legión pero cada vez que se cruzan, Levi parece ¿Incómodo? ¿Inquieto?.

Realmente no sabría decirlo con exactitud, pero el ambiente entre ambos no se sentía igual, había cierta incomodidad que no sabría describir con exactitud.

Y para todos podría resultar normal el hecho de que Levi luzca frío y distante, pero para ese punto, Armin ya se había acostumbrado al Levi atento y a aquellos casuales pero especiales y cálidos momentos que compartían juntos.

Tanto así, que Armin no pudo evitar empezar a sentirse mal por la "indiferencia" que recibía del capitán, esperaba no haber hecho algo que hiciera enojar al capitán aunque por más que pensara, nada se le venía a la cabeza.

Seguía caminando hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos, era Hange quien había llamado al rubio desde su espalda.

- ¡Armin! - Llamó la castaña haciendo que el nombrado detuviera su paso y se girara para verla. - Qué bueno que te encuentro, ahorita mismo me necesitan en el tribunal, ¿Podrías llevarle esto a Levi? - Dijo entregándole unos documentos -

- Está bien, no se preocupe - Respondió Armin tomando dichos papeles con una sonrisa.

- ¡Gracias! También dile que recuerde asistir a la audiencia esta tarde - Dijo sonriente a lo que el rubio solo asintió reanudando su camino hasta que la voz de Hange lo detuvo nuevamente: - Espera Armin, casi lo olvidaba. - Dijo haciendo una pausa, y esta vez con un poco más de seriedad continuó: - Ahora que posees el poder del titán colosal, quiero... Ya sabes, hacerte un par de preguntas.

- Está bien señorita Hange - Dijo Armin en respuesta un poco cabizbajo, no sabía cómo podría ser de ayuda a la castaña, después de todo ni siquiera recordaba cómo es que había "muerto".

- No te preocupes, será una plática como cualquier otra, ¿Ok? - Hange trató de tranquilizar a Armin al notar su desánimo, a lo que solo recibió un asentimiento de parte del rubio, así que sin más, empezó su camino y dijo: - ¡Hablamos por la noche!

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