te amé con locura

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Abril 2017

R.

Si el fin de amar es sentirse viva, entonces este amor no cumple su objetivo.

En mi interior todo viaja agitado, poco a poco se destruye mi mundo.

Mi alma se hace trizas cuando veo salir sin retorno a la mujer que amo desde los 14 años, me inunda el sentimiento de agonía, se fue, el amor de mi vida me dejó.

Todo se agrava cuando soy consciente de que no abran más cafés por la mañana, caminatas por las tardes, películas por las noches, siestas luego del trabajo, risas después de chistes fomes, abrazos... todo se agrava cuando entiendo que ya no está.

Se suponía que la próxima vez que pisara tierras chilenas lo haríamos juntitas y de la manito... pero aquí estoy, sola, en nuestra casa que ya no siento como mi hogar.

Ahora mismo estaría corriendo de lado a lado intentando ordenar. Siempre fue tan exigente y perfeccionista, odia el desorden, odiaba mi desorden y yo amaba su paciencia al ordenar, podía verla horas y horas buscando la posición perfecta para un mueble o el color indicado para las paredes. Ay mi rulitos... ¿qué sentido tiene seguir aquí si no estás?

El tiempo pasa y sigo dejando la puerta sin llave, la cena en el microondas, las luces encendidas esperando que vuelvas, pero ahí estoy, cada mañana apagando las luces, tirando la comida, cerrando las puertas porque no vuelves y no volverás.

Me niego a acostumbrarme al vacío que dejó en mi cama, en mis brazos, en mi corazón, en mi vida...

Releo una y otra vez cada una de las cartas que me dio en medio de la espera de las que faltan.

¿Habrá comido?

¿Estará abrigada?

Si se enferma ¿quién la va a cuidar?

¿Me extrañará como yo a ella? - No, no lo creo, ella me dejó.

Quizá tenía razón. Lo nuestro dejó de ser sano cuando mi mundo comenzó a girar sobre ella, cuando mi mundo comenzó a ser ella.

En todos los futuros que me imaginé siempre estuvo ella y sólo ella.

Omnisciente.

—Rubí, ya po' ¡levántate!

—¿Pa' qué? Mommy.

—¿Cómo que pa' qué? Ya, partiste a la ducha —Ágata abre las persianas dejando entrar toda la claridad de la mañana.

Al recibir la intensa luz mañanera sobre sus ojos, Rubí se levanta de sopetón y se dirige al calendario que está en la puerta. Marca el día anterior con una equis.

—¿Rubí?

—¿Mommy?

—No me digai que... —la mayor de las Cardenas se acerca a su hija —Piedrita, mi luz, mi sol... yo entiendo que te duele pero caleta aquí adentro —señala el costado de su pecho— pero no podí torturarte de esa forma po'

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2022 ⏰

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Un beso en Madrid - One Shot | RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora