Capítulo 5

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NARRA UMIKO

-¿Y bien?- preguntó después de contarme lo sucedido en la reunión.

-Me dijiste que sería mejor no conocerlos- le repliqué. Suspiro pesadamente y dirigió la vista al suelo.

-Lo que yo no quiero es que te hagan daño. Sería el fin de algo- lo miré extrañada y él intentaba encontrar las palabras para explicarse -me refiero que al igual que nuestros mangas, uno nunca sabe de quién se enamorará. En la pandilla hay demasiados chicos y tú eres guapa, no me gustaría que te sintieras atraída por alguno de ellos porque seguramente aceptarían tus sentimientos, podrían hacerte daño y yo no querría dejar la Toman a un lado- lo vi preocupado.

-Chifuyu...- me acerqué a él y le cogí la mano.

-Mi hermana siempre va a ir por delante de la pandilla- me miró a los ojos y noté su sinceridad -son buenas personas pero eso no significa que sepan mantener y respetar una relación, intentaba evitar que conocieras a los que son red flags.

-Entonces entiendo que Mitsuya te agradaría como cuñado- le levanté una ceja y lo miré de forma traviesa.

-Sin duda es de las mejores opciones- nos empezamos a reír los dos -¿Entonces? ¿Los conocerás?- volvió a preguntar.

-Me lo tengo que pensar, son muchos y ya sabes que no me gusta ser el centro de atención- me levanté y me dirigí a mi habitación para ponerme el pijama antes de cenar. Me puse la camiseta de Baji y un olor me distrajo. Como estaba limpia no la eché a lavar, así que ese aroma tenía que ser de Draken. Olía realmente bien, no sé qué marca sería, pero era bastante varonil y eso sin ninguna duda me gustaba mucho.

Fui a la cocina a comer el yakisoba que había preparado mi hermano. Nos sentamos uno enfrente del otro y le pregunté:

-¿Cuál sería el plan? No quiero quedar en un parque y que todos estén mirándome el resto de la tarde- de verdad que no me gustaban esos planes, me incomoda mucho que me observen, me intimidan mucho cuando hacen eso.

Nos quedamos un rato pensando mientras absorbíamos fideos hasta que habló -los nuevos salones recreativos, he escuchado que también tienen un pabellón para un escape room- en ese momento me brillaban los ojos, mi mellizo era un genio. Si alguno de sus amigos me cayese bien podría hablar con él mientras los demás juegan, y si la situación se volviese incómoda podría entretenerme sin hacerles caso.

Ya me encontraba en la cama cuando me puse a pensar en todos los desastres que podrían ocurrir en dos días, fecha de la quedada. Y el olor que desprendía la camiseta me volvió a invadir las fosas nasales, e inevitablemente pensé en ese rubio tan alto. Podría intimidar con esa apariencia, pero Draken me daba buenas vibras, así que no me costó relajarme con su perfume y dormir a pierna suelta toda la noche.

Cuando me desperté mamá había llegado y Peke J con ella, desayunamos juntos y nos pusimos al día. Fuyu dijo que ya había avisado a sus amigos y todos aceptaron la salida. Íbamos a quedar directamente allí, y obviamente yo iría acompañada de mi hermano y Baji.

-Recuerda no ponerte nada provocativo- me lo dijo en un tono serio y lo miré desafiante antes de empezar a reírnos. Pasó por mi lado y me dio un beso en la frente.

Y así era mi otra mitad, un poco bromista. Solía hacerme ese tipo de comentarios cuando estaba ansiosa para poder descargar un poco de estrés. Intentaba imitar a los padres que veíamos en la televisión porque es tan cliché que pensamos que nuestro padre diría lo mismo de seguir vivo.

Fuyu nunca ha sido sobreprotector, ni tóxico. Siempre me ha animado a que sea como soy, y yo a él. Por eso no suelen haber secretos entre nosotros, tenemos una relación bastante sincera y sólida en la que nos enorgullecemos del otro sin criticarnos y sin malas palabras. Intentamos ser las alas del otro.

AROMA DE COLOR CIAN - DRAKENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora