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Inspirado en el capítulo 62.50
del manga.┗┅┅┅┅┅┅┅┅┅┅┅┅┅✷◎்۫۫❃۬◦۪۪̥
Luego de otra larga jornada en la universidad Iori salió del aula junto a sus amigos. Todos se quejaban de las aburridas clases que dictaba el profesor asociado Ushironomiya.
─ ¡Deje de hacernos perder el tiempo con estas tonterías de clases! ─ Gritó Iori.
─ ¡Nunca será un auténtico profesor, imbécil! ─ Se quejó ahora Yamamoto.
─ ¡Sabotearemos tu ascenso, aunque sea la última cosa que hagamos! ─ Finalizó Nojima.
El cuarteto empezó a caminar por el pasillo, ignorando las réplicas que su profesor les gritaba de fondo.
─ ¡Claramente mis métodos de enseñanza son simplemente demasiado cultos para ustedes, ingratos!
Ya cuando estuvieron lo suficientemente lejos de los pasillos de las aulas, decidieron ir a la cafetería a comer, pero a Iori se le ocurrió algo.
─ ¿Por qué no echamos un vistazo a la cafetería uno para variar?
En la universidad de Izu hay tres sitios para comer. La cafetería uno, junto al departamento de humanidades. La cafetería dos, la más cercana al departamento de ciencias y un café-restaurante más o menos elegante llamado 'Jardín de la Playa'.
Cuando entraron a la cafetería propuesta se encontraron con una grata sorpresa. El lugar estaba repleto de chicas.
─ ¡Ni siquiera sabía que nuestra universidad tenía tantas chicas! ─ Expresó Yamamoto.
─ ¿Vamos a por la comida o qué? ─ Preguntó un desinteresado Kohei.
Estaban tan ocupados deleitándose con las vistas que olvidaron el motivo principal por el cual estaban ahí. Ojearon el menú, notando platos más modernos y elegantes, hasta el menú se adaptaba a la clientela.
Les gustó tanto el lugar que decidieron venir más seguido, pero Kohei no estaba interesado, así que se retiró para comer en el patio. Obviamente los demás lo mandaron a la mierda.
─ Bueno, ¿Dónde nos sentamos? ─ Preguntó Iori.
─ Podríamos buscar un sitio con algunas preciosidades. ─ Mencionó Yamamoto. Lo único que estos chicos tenían en la cabeza eran seres humanos del sexo opuesto.
Este les explicó varias maneras sobre dónde debían sentarse, la clave era encontrar un número de chicas impar, pero sería difícil encontrar una mesa con tantas chicas.
Según Nojima era pan comido, así que se fue a sentar a una mesa de cuatro donde habían tres chicas. El inconveniente era que estas estaban esperando a una amiga, por lo que le pidieron indirectamente que se vaya.
Pero el chico no capto la indirecta y al final las chicas se enojaron, pidiéndoles que se retirara de una vez.
Yamamoto también lo intentó con otras chicas, pero tampoco tuvo éxito cuando este les invitó sopa de miso.
Cuando fue el turno de Iori, la cosa no salió tan mal. Había simpatizado mucho con dos señoritas, el pelinegro era muy gracioso por lo que contaba una anécdota de vez en cuando causando que estas se rieran.
No podía ser verdad, enserio lo estaba logrando, pensaban sus amigos. De todas las veces que ese zoquete podía usar la cabeza.
Pero la desgracia en la que estaban viviendo se disipó cuando las chicas con las que hablaba Iori se levantaron y se fueron, dejando confundido al último. Lo peor de todo era que no tenía idea en qué había fallado.
El dúo que lo observaba estalló en risas, burlándose de su fallido intento de coqueteo. Ya rindiéndose se dirigieron al patio para hacerle compañía a Kohei. Gran sorpresa se llevaron al verlo rodeado de cuatro chicas, tres de ellas poniendo toda su atención en el atractivo rubio. Este no se sentía muy cómodo, de la nada habían llegado y se sentaron, el solo quería comer tranquilo.
El trío decidió aprovecharse de la situación y sentarse en la mesa para acercarse a las chicas. Ya más tarde lo meterían dentro de un sarcófago con pinches de hierro.
─ ¡Oye, Kohei! ─ Lo llamó Iori, el nombrado se tensó. ─ Ahí estás, hombre.
─ Te buscamos por todas partes, trajimos algo para beber. ─ Siguió la actuación Nojima.
Procedieron a sentarse en la mesa, Nojima y Yamamoto se pusieron lo más cerca posible de las chicas que estaban al pendiente de Kohei. En cambio, Iori se acomodó un poco más lejos, se percató de que no todas estaban interesadas en el fanático del anime, había una de ellas que se le notaba que no quería estar ahí.
─ ¿Te importa si me siento aquí? ─ Le preguntó el de ojos violeta exclusivamente a ella.
Enseguida supo que era un poco tímida, ya que asintió mirándolo de soslayo con los pómulos levemente sonrojados. Ese simple gesto llamó la atención del chico.
Las otras tres comentaron el parecido de Kohei con el idol Ikegoshi Yuichi, haciendo que los demás también quisieran que los compararan con alguien. A Iori le dijeron que tenía un parecido al cómico nudista Yamao Oyama, a Yamamoto lo compararon con un chimpancé y por último a Nojima, lo insultaron diciéndole mierdecilla en francés.
Los últimos dos se la agarraron con Kohei, como si el tuviera la culpa, mientras Iori les daba la razón a su parecido con la celebridad. Observó a la tímida chica a su lado y trató de entablar conversación.
─ ¿Cómo te llamas? ─ Preguntó con suavidad, no quería cagarla otra vez. Ahora que los demás estaban en su ensoñación con las otras tenía una oportunidad.
─ Rumi...estoy en primero. ─ Le respondió con cierto interés, rara vez un chico se le acercaba a charlar. ─ ¿Y tú como te llamas?
─ Me llamo Kitahara Iori, estoy haciendo una especialidad en Ingeniería. ─ Contestó mostrando una cálida sonrisa.
Por otra parte, las chicas que se encontraban más allá lo escucharon y se horrorizaron.
─ ¿Qué? ¿Kitahara? ¿Del departamento de Ingeniería? ─ Dijo una.
─ ¿Te refieres a ese pervertido? ─ Habló otra.
Sin tener tiempo de arreglar la situación las tres se levantaron y se marcharon. Los amigos del pelinegro se le burlaban mientras las seguían, ellos se ocuparían de seducirlas en su lugar. Kohei iba a aprovechar a escaparse pero fue inútil, terminó siendo arrastrado por los otros dos, no dejándole opción.