36. Un pequeño dilema moral

200 14 63
                                    

La respuesta de la chica tomó a Billy tan por sorpresa que se atragantó con el agua. Empezó a toser tan ruidosamente que atrajo la atención de todo el mundo a veinte metros a la redonda, incluyendo la de Freddy, quien les contempló con curiosidad durante un segundo antes de regresar a su juego.

—Eh, ¿estás bien? —Preocupada, Belle le palmeó ligeramente la espalda para ayudarle a recuperar el aliento.

—Sí... —respondió con voz ahogada, cuando pudo dejar de toser—. Lo siento, el agua se me ha ido por mal sitio. Dices que... ¿quieres ver otra vez al Capitán Marvel?

Ella asintió.

—Es que... el sábado todo fue muy rápido y me faltaron cosas por decirle... No le di las gracias como debía por lo que hizo por mí... No le dije lo que te comenté a ti, lo mucho que significa todo lo que él y sus compañeros hacen por la ciudad...

—Pero eso ya lo sabe. —Billy vio la perplejidad en el rostro de ella, y se corrigió—. Es decir, me imagino que debe saberlo. No es como si yo supiera lo que él sabe o no... —Soltó una risita nerviosa.

"Cállate", se ordenó a sí mismo. "Cada vez que hablas, lo fastidias más".

—¡Pero tengo que decírselo! Y tengo que decirle que vi el vídeo, y que... me hizo mucha ilusión que me saludase. Es que... Billy, yo soy la persona de la que habla en el vídeo, la que le sugirió el nombre de Capitán Marvel.

Él se esforzó cuanto pudo por hacerse el sorprendido ante la inesperada confesión.

—Hala, ¿en serio?

—Sí, pero no puedes decírselo a nadie, ¿vale? Ni a Freddy ni a nadie.

"Ufff... un poco tarde para eso".

—Eh... claro, tranquila. Entonces, ¿te hizo ilusión que te saludase?

—¿No te la habría hecho a ti, si estuvieras en mi lugar?

Billy recordó la escena del día anterior, cuando tuvo la suerte de ver la reacción de la muchacha mientras visionaba el vídeo por primera vez. En ciertos momentos, tuvo la sensación de que ella estaba emocionada, pero luego su actitud fue bastante tibia y él concluyó que, después de todo, no le había impresionado tanto como esperaba.

Era agradable saber que se había equivocado, y que ni grabar aquel vídeo, ni el posterior cabreo con Freddy por culpa de este, habían sido en vano.

—Pero no importa —suspiró ella—. Si Freddy está de tan mal humor, no quiero molestarle ahora con mis tonterías. Además, si te acuerdas, ayer, a la hora de la comida, ya parecía molesto con el Capitán Marvel, incluso antes de su pelea con Georgia. Quizás ya no le admira tanto como antes. En fin, supongo que tendré que olvidarme del tema —terminó con tono de resignación.

"Sí, será lo mejor", pensó Billy. Pero antes de que pudiera controlarse, su boca empezó a moverse por su cuenta:

—Yo... también conozco al Capitán Marvel.

—¿De verdad? —Ella abrió mucho los ojos, asombrada.

—Bu-bueno, solo un poco. No tanto como Freddy. —Billy habría querido darse una patada a sí mismo por no haber sabido contenerse. Recordó lo mucho que se había molestado con Freddy la primera vez que su amigo había usado la figura del Capitán Marvel para presumir ante los Breyer y el resto de compañeros de clase. Eso le hacía sentir un poco hipócrita en aquel momento, pero "eh, nadie es perfecto, ¿verdad?".

Además, se trataba de Belle. Habría hecho cualquier cosa por ver aquel destello de admiración en sus ojos celestes.

—¿Y de qué lo conocéis Freddy y tú, entonces?

Love and war (Shazam!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora