En realidad no sé por dónde comenzar, por la parte donde nos estábamos besuqueando en mi cuarto, o en donde mágicamente me convertí en su novia, todo es tan confuso.
Él me dice que no oculte mis sentimientos y me deje llevar. Todos me han dicho lo mismo últimamente, pero mi pregunta es ¿Cuáles sentimientos? Yo en realidad no tengo la menor idea de lo que siento.
Nunca antes le he expresado nada a nadie, ni mucho menos le he dicho algo tierno o lindo, pero ahora ¿no es de eso que tratan las relaciones? No sé qué debería hacer, no entiendo nada, o sea YO no entiendo nada, imposible de creer.
¿Será cierto lo que dijo Itzel? ¿Qué con los libros no se aprende todo?
Suspirando cierra su diario y decide ponerlo en un lugar donde nadie lo pueda encontrar. Desde la llegada de Bratt su vida había dado un gran cambio, no solo eso, ella también.
Era capaz de reír mucho más, capaz de estar experimentando todas esas extrañas emociones que sentía cuando lo tenía cerca. Pero aún no podía bajar la guardia, sigue habiendo algo extraño.
Ella no llega a entender como ella le llegó a gustar a él, siempre vivían peleando y ella siempre era muy mala con él, pero a pesar de todo quiere estar con ella, y eso es de lo más extraño.
Su celular comienza a sonar interrumpiendo el hilo de sus pensamientos, solo logra oír la música que tiene como tono, pero no sabe dónde está. Luego de buscar y buscar lo encuentra debajo de la cama, cosa que no la sorprendió mucho ya que lo vive dejando tirado en cualquier parte. En todo el momento que lo estuvo buscando había dejado de sonar, y lo volvió a hacer cuando se estaba acostando en la cama, al ver quien era no sabía qué hacer.
Era él.
-¡Hola!-dice tímidamente.
-Hola, no encontrabas tu celular, ¿verdad? -dice dibujándosele una sonrisa en el rostro.
-Estaba al lado mío, solo no quería cogerlo.
-¿Así de simple? No lo creo.
Al parecer ninguno sabía que decir, solo había un largo silencio hasta que él lo interrumpe.
-No sé si debería disculparme por lo que dije frente a tus padres, ¿tengo qué?
-¿Qué crees? ¿Por qué no les dijiste a todos que era mentira?
-Porque quiero que sea verdad.
Geisha se quedó perpleja, él le había dicho algo similar, pero oírlo así es realmente sorpresivo.
-Eso no puede pasar -dice bajo.
-Dame una razón del por qué no.
-Hay sientas: tenemos muchas diferencias, a veces eres insoportable conmigo, no creo que a mí se me dé bien eso de tener novio y no quiero ninguno por ahora, pero la más importante no creo que sienta algo por ti -hace una larga pausa -lamento decir eso así es que no sé qué hacer.
-Estas asustada de lo que pueda pasar, por eso dices eso.
-No sabes nada de mí y no sé nada de ti.
-Se mucho más de lo que te imaginas de ti, lo demás es fácil de resolver. Mira no te estoy pidiendo que me quieras y ya, sé que eso necesita tiempo por eso te lo daré, durante ese tiempo te enseñare lo bella que es la vida y espero que aprendas a quererme. Sé que en realidad no eres la persona que les muestras a los demás, te admiro por ser tan fuerte, pero es tiempo de que salga a relucir quien de verdad eres. No tengas miedo siempre estaré a tu lado, porque te protegeré. Así de sencillo es todo, y ni se te ocurra decir que eso fue un cliché para que me sienta mal, no funcionara -dice la última parte sonriendo.
-Yo... no sé qué decir.
-Ya te dije no tienes que decir nada. Un día de estos te contaré como me empezaste a gustar.
-Eso me asusta -dice juguetonamente -no me desharé de ti fácilmente, ¿cierto?
-Para nada, que bueno que lo sepas. Ahora ten pendiente de que eres mi novia, nada de estar haciéndole ojitos a otros chicos -dice burlándose.
-¡Ay por Dios! Te recuerdo que sigo sortera, y no les hago ojitos a los chicos.
-A mí sí.
-¿Qué? ¿Cuándo?
-A ver, ¿cuál es el mejor ejemplo? -Hace una pausa pensando en que dirá -claro la vez que entraste y me encontraste en tu silla, que al pararme en vez de mirarme a los ojos, miraste más para abajo.
-Iré a ver si puso la gallina, adiós-cuelga rápidamente -Trágame tierra.
Escondió su cabeza debajo de la almohada por la vergüenza, no podía creer que él le haya dicho eso, no podía olvidarse de eso y ya, tenía que recordárselo.
Decidió olvidarse de él por el resto de la noche y se fue a dormir.
7:00 AM
Geisha se despierta al oír el sonido de la alarma, toma el teléfono y lo apaga, con los ojos medio abiertos, nota que tiene un mensaje, es de él, es Bratt.
Espero que mi bella novia haya amanecido muy bien y haya soñado conmigo.
Una sonrisa se revela en su rosto y se da cuenta que durmió muy bien, no tuvo ninguna pesadilla. Se levanta con toda la paciencia del mundo, se dirige al baño y cuando entra no puede dejar de recordar y sonrojarse por lo que paso el día anterior. Sale, se viste con el mismo estilo de siempre, baja a desayunarse y en el camino se encuentra a Summer, la saluda como nunca.
Después que termina su desayuno, se dirige al instituto, pero todo el camino, no puede dejar de pensar en que hará cuando vea a Bratt. Cuando llega al instituto, ve a Bratt acompañado de dos chicas, luego de notar esto se pone roja como un tomate y mejor decide ignorar su presencia.
-Por favor, denme un minuto.-le dice Bratt a las chicas que lo acompañan.
-Hola Geisha. -dice muy alegre y sereno.
-Hola. -dice esto mientras busca algo en su mochila, tratando de ignorarlo.
-¿Qué te pasa? -dice preocupado, pero se da cuenta que está un poco celosa.
-Nada. -dice ella mirándolo muy mal.
-Sofía y Alejandra, si pueden venir un momento por favor. - dice refiriéndose a las chicas que estaban con él.
-Chicas, quiero que sepan que mi novia es Geisha.- dice mientras se ríe pícaramente.
-Lo siento, te estás confundiendo de persona, yo no soy tu novia, no te confundas. Chicas no pierdan la esperanza.-dice ella muy enojada.
-Mi amor no tienes que molestarte de esa manera, sé que estas un poco celosa, pero como te he dicho, jamás te mentiría. -Se acerca a su odio.-Te quiero demasiado para hacerte eso- susurra.
Geisha no sabe que decir y simplemente se queda mirándolo. Toca el timbre y comienzan las clases, ellos se mantienen lo más alejados el uno del otro, pero cuando se terminaron las clases, Bratt se dirigió hacia ella, la ayudó a recoger todas sus cosas y la acompañó hasta su casa.
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Ahogada por mi pasado
ChickLit"Desde aquel día todo fue diferente, ya no fui la misma, todo cambio". Pero llegó él y mi vida dio otro giro. Seguro piensas que esta es otra historia en donde siempre hay un final feliz, pero quiero que sepas que para alcanzar esa felicidad, debemo...